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Más de la mitad de la juventud madrileña halla contenido de dudosa veracidad en internet

Uno de cada tres jóvenes madrileños no habla con nadie de su comportamiento en Internet, lo que subraya una falta de orientación en cuestiones de uso responsable de las TRICO.
RedacciónLunes, 17 de junio de 2024
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Las redes sociales, particularmente Instagram y TikTok, son percibidas como fuentes de alegría (33,2%) y diversión (46%) por la juventud madrileña, ofreciendo un espacio vital para la autoexpresión y la construcción de identidad, especialmente entre mujeres.

La percepción sobre los riesgos asociados al uso de la tecnología por parte de la juventud española es variada y significativa. Gran parte es consciente sobre la desinformación, siendo este un problema ampliamente reconocido. De hecho, un 50,7% de los encuestados admite encontrar con frecuencia contenido que sospechan no es veraz, y un 42% intenta verificar esa información. Sin embargo, la lucha contra la desinformación sigue siendo un desafío a razón de su omnipresencia en las plataformas digitales.

En Madrid, el 85% de jóvenes de entre 15 y 29 años reconoce que chatea de forma diaria a través de aplicaciones de mensajería instantánea, sumergiéndose en un mundo digital que es parte integral de su vida cotidiana. Sin embargo, aunque las TRICO –Tecnologías de la Información, la Relación, la Información, la Comunicación y el Ocio– ocupen un lugar central en la vida en la juventud, un 32% admite que no discute sus hábitos en Internet con nadie. La educación sobre las TRICO se basa, fundamentalmente, en un proceso de autoaprendizaje o en el ensayo y error, realizado comúnmente dentro de un círculo de pares. Por ello, quedan lejos otros recursos como los padres y madres, así como la enseñanza más formal de los centros educativos y el profesorado.

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Peticiones de ayuda en los últimos doce meses a terceros sobre cuestiones tecnológicas o uso de internet, global y por género

En cuanto a los contenidos, se puede apreciar una alta frecuencia de circulación de mensajes de odio, coerción sexual –que viene siendo el envío sin consentimiento de fotos o imágenes comprometidas de carácter erótico o sexual– grooming –acoso de adultos a menores– o el ciberacoso. Un 18% de las personas encuestadas declara haber sufrido de alguna de estas situaciones con asiduidad, expresando un significativo temor a sufrir alguna de estas realidades –difusión de imágenes propias comprometidas, acoso sexual o ser víctima de estafas o timos.

Además de los riesgos de desinformación y contenidos dañinos, la juventud madrileña enfrenta desafíos personales y relacionales debido al uso excesivo de las TRICO. Sin embargo, cabe apuntar que, ante esta problemática, existe una conciencia importante por parte de la juventud madrileña de la dependencia que la tecnología genera, y que solo una parte minoritaria de los chicos y chicas manifiestan sentimientos de saturación por el uso excesivo de las mismas.

A pesar de estos desafíos que plantean las TRICO, Internet y las redes sociales son percibidas principalmente como fuentes de alegría (33,2%) y diversión (46%). Particularmente, plataformas como Instagram y TikTok destacan no solo por proporcionar diversión, sino también por ser espacios vitales para la autoexpresión y la construcción de identidades personales.

Esta tendencia se observa a lo largo de todas las edades, aunque los usos pueden diversificarse con el tiempo. A medida que los y las jóvenes crecen, su interacción con las tecnologías se enriquece, ampliando el espectro hacia el consumo de noticias y la búsqueda de información más compleja, lo que refleja un enfoque cada vez más maduro y diversificado del mundo digital.

Estos son algunos de los principales hallazgos del estudio “Riesgos en los usos juveniles de las TRICO. Estudio de caso de la ciudad de Madrid”, elaborado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud y el Ayuntamiento de Madrid, y al cual se puede acceder en este enlace.

La investigación se ha llevado a cabo a través de la realización de 600 entrevistas online a una muestra de edades comprendidas entre los 15 y los 29 años entre febrero y marzo de 2023. El objetivo del estudio ha sido conocer cómo la población joven madrileña entiende, valora y vive sus propias circunstancias hacia internet y las redes.

Los resultados han sido presentados en el marco de la jornada “Jóvenes y bienestar digital. Claves preventivas desde el análisis y la acción”, celebrada hoy en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, y que ha sido inaugurada por la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada  Sanz Otero y la directora general de Fad Juventud, Beatriz Martín Padura. Los principales hallazgos han sido presentados por Eulalia Alemany, directora de Innovación de Fad Juventud.

Brecha digital y autopercepción de habilidad con las TRICO

A pesar de la existencia de un uso intensivo y generalizado de las TRICO, el estudio identifica la existencia de una cierta “brecha digital”. La autopercepción de habilidad o destreza con aspectos relacionados con el manejo de las TRICO varía significativamente en función del género y del acceso a recursos.

  • La mayoría de chicos y chicas declaran manejar hábilmente las TRICO en sus usos más básicos, como la búsqueda y consulta de información y la comunicación (mensajería instantánea, redes sociales).
  • La percepción de habilidad desciende a medida que las tareas se complejizan, como en el caso de la resolución de problemas técnicos y seguridad.
  • Las mujeres tienden a calificarse como menos diestras que los hombres en habilidades tecnológicas.
  • La percepción de destreza o habilidad se incrementa con la edad, en línea con una mayor experiencia de uso y madurez tecnológica.
  • Los y las jóvenes en entornos más desfavorecidos tienden a calificarse como poco hábiles en comparación con aquellos que tienen un mayor acceso a recursos y formación.

Los datos del estudio muestran un universo complejo y diferentes percepciones y vivencias de los usos tecnológicos. La valoración general es positiva, pero eso no impide que la población adolescente y joven sea consciente e identifique diferentes riesgos y problemas. Escucharlos y recoger sus voces es fundamental para poder intervenir y acompañar adecuadamente su socialización digital, asegurando su bienestar y un uso adecuado de la tecnología.

Las diferencias entre los chicos y chicas madrileños con los del resto del estado no son de gran entidad y, básicamente, sus actividades y experiencias en internet y redes sociales son comunes con sus compañeros de fuera de la capital.

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