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Salamanca acoge la XIV Conferencia Internacional de la Asociación Hispana de Universidades

La Asociación Hispana de Universidades (HACU) celebra entre el 3 y el 5 de junio su conferencia bajo el título 'Innovación y Tecnología para una fuerza laboral inclusiva y directa'.
RedacciónLunes, 3 de junio de 2024
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El CEO de HACU, Antonio R. Flores, junto al alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo; la consejera de Educación, Rocío Lucas, y el rector de la USAL, Juan Manuel Corchado.

La Asociación Hispana de Universidades (HACU, por sus siglas en inglés) celebra su conferencia bajo el título Innovación y Tecnología para una fuerza laboral inclusiva y directa del 3 al 5 de junio en la Universidad de Salamanca.

El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, ha inaugurado la XIV edición de la Conferencia Internacional de esta asociación, que agrupa a más de 600 universidades estadounidenses y 28 hispanoamericanas y españolas. Le ha acompañado en el acto de inauguración, en el Auditorio de la Hospedería Fonseca, Antonio R. Flores, presidente y CEO de HACU; la consejera de Educación, Rocío Lucas, y el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo.

¿Por qué Salamanca? 

HACU está recibiendo ayuda de la Universidad de Salamanca para el examen de competencia en español en Estados Unidos que pretenden empezar a aplicar a partir del próximo año. Antonio R. Flores reconocía esta mañana que no es casual la elección de la USAL, sino que obedece a que es un centro «cuyo prestigio es explicado mundialmente, por su calidad y experiencia en la lengua española y cuyas autoridades han sido muy receptivas».

«El español en EEUU ha incrementado su importancia social y económica y el rumbo a seguir es mejorar para que los jóvenes puedan ejercer sus profesiones de manera bilingüe y bicultural y empoderarlos con una mejor apreciación de su cultura y raíces lingüísticas», ha subrayado el presidente de HACU, que agrupa a dos terceras partes de los 4 millones de hispanos universitarios en Estados Unidos.

¿Qué es HACU?

Hace unos días, en el marco de su gira, HACU on the Road, tuvimos la oportunidad de charlar con el CEO de HACU, Antonio R. Flores, a su paso por Madrid. Aquí reproducimos la conversación.

Antonio R. Flores, durante su gira HACU on the Road, el pasado mes de abril, a su paso por Madrid.
Antonio R. Flores, CEO de HACU: "Estamos comprometidos a servir como puente con EEUU, y esperamos que España pueda hacer lo propio para las HSIs con Europa"

¿Por qué se vio la necesidad de una asociación como HACU?
–La asociación hispana de universidades, Hispanic Association of Colleges and Universities, fue creada en 1986 porque se reconoció en aquel entonces ya una presencia muy importante y creciente de la población hispana en todo el país, y sobre todo en el ámbito educativo universitario. Los pioneros de este movimiento HACU atisbaron que tanto para el país como el resto del mundo de habla hispana eran importantísimo apoyar a la juventud hispana en Estados Unidos a tener éxito universitario y, además, hacerlo con conciencia de sus raíces culturales y lingüísticas. Ese fue el ímpetu que creó la asociación con solo 18 universidades en aquel entonces.

Y los pioneros le buscaron a usted
–A los 11 años del nacimiento de la asociación, yo tomé las riendas como ejecutivo. Ya había habido dos más antes de que yo llegara.

¿Cómo fue esa transformación para llegar a ser 600 instituciones?
–Cada año se agregan más, debido al tremendo crecimiento demográfico de la población, pero también al mayor éxito educativo en los colegios K12, que son la fuente… Obviamente, ha sido un proceso muy rápido en cuanto a los tiempos y muy exitoso, porque de nuevo las universidades que han surgido como universidades al servicio de la hispanidad (HSIs, por sus siglas en inglés), han acrecentado no solamente su número sino también su matrícula en cada campus, y se han convertido en un eje central de la educación superior de Estados Unidos, y el motor principal en cuanto a la formación de la fuerza laboral, porque la fuerza laboral hispana es la más creciente. En la década actual se proyecta oficialmente por el Departamento del Trabajo que 78% de los nuevos trabajadores que se agreguen a la fuerza laboral de Estados Unidos serán hispanos. Eso es una cifra impactante para todo el mundo, y eso implica que hay que esforzarnos aún más en que esa fuerza laboral esté bien preparada, sobre todo en áreas donde la economía demanda más preparación como tecnología, ingenierías, etc.

El 78% de los nuevos trabajadores que se agreguen a la fuerza laboral de EEUU esta década serán hispanos

¿Cómo es el vínculo con España? ¿Con cuántas universidades tienen alianzas?
–Cuando llegué a la organización como ejecutivo no había ninguna actividad internacional, todo era nacional y había solamente unas 130 universidades en la asociación. Inmediatamente pensamos que era necesario planificar una estrategia de trabajo internacional, tanto en Hispanoamérica como con España, empezando por lo más próximo, que era en México. Yo soy originario de México, y ya conocía yo rectores de ese país, yo me había formado para mi licenciatura en México antes de llegar a Estados Unidos a hacer posgrado… y para mí lo más fácil era empezar por ahí. Empezamos con unas tres universidades y eso también ha ido creciendo.

España se agregó aproximadamente en el 2007 como país de importancia organizacional para nuestra asociación, porque tuvimos una reunión en Alcalá en la Universidad de Alcalá que nos dio oportunidad de enlazar a varias universidades, y antes de venirme para acá eran 19 las universidades en España.

¿Su gira por España está siendo fructífera en ese sentido?
–Sí, absolutamente. Tenemos identificadas dos importantes actividades que se darán el año próximo. España es el país donde se originó la hispanidad, y en Hispanoamérica eso es ampliamente reconocido, y como Estados Unidos es el segundo país de habla hispana en el mundo después de México es lógico que se piense en integrar estos diferentes ejes de trabajo y que incluyan un eje España, el otro Estados Unidos con HACU como base y otro Hispanoamérica. Como el más cercano y el más grande de los países de habla hispana es México pensamos que es allí, seguramente en Monterrey donde tengamos el otro ángulo del triángulo. El triángulo implica desde luego, lo más obvio, la promoción de la lengua y la cultura española, pero también ver cómo captar más recursos y oportunidades para nuestros egresados y para todas las instituciones participantes.

¿Cuáles serían sus socios estratégicos en España?
–Desde luego el Gobierno español y desde luego el gobierno de las autonomías, porque son obviamente los que están financiando las universidades del país. Los rectores lo entienden perfectamente, pero los gobernantes a esos niveles tienen también que no solo entenderlo sino apreciarlo para que apoyen de una manera frontal todo esto. Lo mismo estamos haciendo en Estados Unidos con el Gobierno de Estados Unidos, con los gobiernos estatales, con el gobierno federal, y con las empresas. Ese es otro triángulo de trabajo: universidades, empresas, gobierno. Todos tienen un papel fundamental.

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Universidades, empresas y gobierno. Todos tienen un papel fundamental

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Salamanca, Madrid… La competencia entre ciudades por convertirse en capital del español, ¿es buena?
–Ah, pero… ¡la capital del español es Los Ángeles! (ríe)

Yo lo veo más bien como una complementariedad entre España y Estados Unidos con la población hispana, ya casi somos 70 millones de habitantes hispanos. Entiendo que hay algunos problemas entre gobiernos de algunos países de Latinoamérica, pero nuestro trabajo no es ideológico, no es partidista, es incluyente de todas las vertientes de pensamiento porque la educación no tiene partido, la educación es fundamental para el desarrollo de la sociedad y eso nos permite que podamos colaborar con todas las diferentes vertientes.

¿Son cada vez más conscientes los gobernantes del valor del español?
–Definitivamente. En Estados Unidos vamos a lanzar el año próximo un examen de «proficiencia» en español con todos nuestros estudiantes universitarios allá, que son cinco millones y medio de estudiantes, un examen de «proficiencia» en español, porque el inglés lo dominan, y el español muchos también lo dominan y otros medio lo dominan y otros tal vez no lo dominan en nada. Lo que queremos es motivarlos para que mejoren su español como una lengua no solamente de valor intrínseco cultural, sino económico y social. Este examen les certificará para que a la entrada en la fuerza laboral lleven una ventaja competitiva siendo bilingües, ya que muchas empresas y agencias federales prefieren personal bilingüe.

Así el español deja de ser una lengua de segunda frente al inglés.
–Exacto. Será equivalente, con una nueva fuerza laboral bilingüe que eleve la competitividad de Estados Unidos como economía. Es un fenómeno que será muy bien recibido. Obviamente las universidades que representamos tienen una diversidad de estudiantes. Es cierto que la mayoría son hispanos, de hecho el 67% de los 4 millones de estudiantes universitarios hispanos están en nuestras universidades, pero también tienen el 42% de los asiático-americanos y como el 30% de los afroamericanos y así sucesivamente, pues son un microcosmos lo que es Estados Unidos como nación en este siglo.

En un mundo pues tan globalizado hay cosas que no han avanzado tanto como deberían, como las convalidaciones.
–Definitivamente tiene que haber un esfuerzo muy fuerte, muy enfocado y multinacional para romper esas barreras. Se tiene que hacer de una manera razonada y sistemática para que haya procesos de verificación de equivalencias de estudios en cualquier país para cualquier profesional: ingenieros, arquitectos, etc… Que un ingeniero o arquitecto de México pueda ejercer en EEUU.

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Tiene que hacer un esfuerzo muy fuerte, muy enfocado y multinacional para romper las barreras para convalidar títulos

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¿Entre EEUU y México es complicado?
–No solo es complicado, sino en ciertas profesiones como las que mencioné hay reglamentación de los estados que no permite que un ingeniero civil de otro país vaya y construya un edificio, aunque sea el mejor ingeniero civil en el mundo. Si no tiene la licencia del Estado para hacerlo no puede. Sí, hay procesos que le permitirían eventualmente tener la licencia, pero tiene que tener el patrocinio de una firma de ingenieros de allá y hay una serie de procesos que llevan mucho tiempo, y lo mismo ocurre en otras profesiones.

Eso obviamente tiene que abordarse de una manera muy muy sistemática, porque por ejemplo México y Estados Unidos tienen un tratado de libre comercio y productos y servicios se mueven sin interferencia ni tarifas, ¿por qué la fuerza laboral no puede hacerlo para beneficio de los países involucrados?

Es el siguiente paso después de que ya tengamos establecida una masa crítica de profesionales bilingües, con certificación. Entonces abordaremos ese punto, que tiene que ver con legislación también federal. Es en el caso de Estados Unidos porque, por ejemplo, nosotros estamos desarrollando en la actualidad un programa para disminuir la subrepresentación en la profesión médica. Somos más del 20% de la población de Estados Unidos pero solamente el 5.6% de los doctores en medicina, y en estados como California, el más grande Estados Unidos, solamente el 5% son doctores hispanos. Es una cuestión de inequidad, pero también de acceso a servicios de salud para personas que no hablen bien el inglés, porque cómo un paciente se va a comunicar bien con un doctor que no habla su idioma. Son problemas muy serios, de vida o muerte en este caso.

Nosotros tenemos ya un plan de trabajo frente a este problema, causado porque en las escuelas de medicina de Estados Unidos hay un cupo y solamente hay un 6% de hispanos y, por tanto, no hay esperanza de que eso cambie, pues el 6% no es nada en comparación al crecimiento que se está dando en la población hispana, y la brecha se va agrandar. Para hacer algo al respecto, hemos recurrido a escuelas de medicina en otros países que tienen acreditación en Estados Unidos para preparar a estudiantes de Estados Unidos como doctores que pueden regresar y tomen los exámenes correspondientes y hagan su residencia en Estados Unidos y practiquen medicina. Eso ya lo estamos desarrollando.  Tenemos países como México, la República Dominicana, Costa Rica, las Islas Vírgenes y otros con escuelas de medicina acreditadas que están realmente preparando a estudiantes norteamericanos para que regresen y practiquen medicina. Queremos eso para nuestra población hispana porque qué mejor que ir a esos países de habla hispana y luego regresan con un español mucho mejor, y les cuesta la mitad de lo que les cuesta una escuela de medicina Estados Unidos. Es una victoria para todos, por eso lo estamos promoviendo, ya tenemos armado el plan y los diferentes actores que van a tener que participar.

¿Qué plazos manejan?
–Ya está armándose el programa, ya extendí la oferta a un director ejecutivo para esto y tenemos un grupo de trabajo que ha estado trabajando con nosotros en los diferentes elementos del programa, incluyendo la tecnología. Vamos a hacer un programa piloto, si no este año el próximo año, y yo creo que ya va a estar funcionando a todo vapor para el año 2026

Esta es una de las líneas de trabajo y otra es la Academia de liderazgo, ¿en qué consiste?
–Se creó hace cinco años como respuesta a la gran gran infrarrepresentación de hispanos como rectores y como ejecutivos de universidades. Allá la manera en que se selecciona rectores es un poco diferente a otros lugares. Es por concurso abierto y no por elección. Esto implica que los concursantes tienen que tener todos los requisitos en cuanto a preparación académica, pero que también se presenten bien en las entrevistas y sepan a fondo lo que un rector debe saber: cómo dirigir una universidad en cuanto finanzas, en cuanto a relaciones con el profesorado, relaciones con los catedráticos, con estudiantes, con la sociedad en general, cómo lograr más recursos para la universidad… Todas esas áreas se las enseña la academia, donde tenemos profesionales que hacen simulaciones de entrevistas y les graban, y revisan qué está mal y cómo mejorarlo.

Es un programa muy completo y ya de ahí han surgido rectores. Antes de lanzarlo había un 3,9% de rectores hispanos, mientras que en las universidades tenemos más del 20% del estudiantado. No había modelos, no había referentes… y esto nos motivó a crear el programa. Y ahora la academia, que empezó como un programa para rectorías y subrectorías o para pasar de decanos a vicerrectores, cuenta con un programa, Enlace, para los que acaban de entrar como gestores o están en puestos intermedios para que avancen. Ya empezó con 55 personas. Ambos programas se complementan.

¿Qué diferencias percibe entre la educación universitaria en EEUU y en España?
–Los países tienen diferentes fortalezas y áreas de mejora. En EEUU el énfasis, reflejando los valores de la cultura anglosajona, está en la eficiencia, el pragmatismo. Entre sus fortalezas están la gran infraestructura y acceso a la educación superior en sus diferentes modalidades; la capacidad de investigación científica en todas las áreas del saber, especialmente en disciplinas STEM; la enorme cantidad de estudiantes extranjeros que estudian en el país, y las alianzas universitarias con las empresas y agencias gubernamentales.en los Estados Unidos.

Las debilidades del sistema universitario incluyen la baja representación de hispanos en disciplinas STEM, tanto en la matrícula estudiantil como entre catedráticos y gestores; la deficiente inversión gubernamental y privada en universidades al servicio de la hispanidad (HSIs, por sus siglas en inglés); su desinterés por colaborar más y mejor con Iberoamérica y España.

En cuanto a España y Europa, conozco mucho menos sobre sus fortalezas y debilidades, pero una de sus fortalezas es el programa Erasmus. Un área que merece mayor atención es la colaboración con universidades de los Estados Unidos, particularmente con las HSIs. HACU está comprometido a servir como puente con los Estados Unidos, y esperamos que España pueda hacer lo propio para las HSIs con Europa.

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