Tres de cada cuatro menores ha sufrido violencia sexual en el ámbito digital
Lorenzo Cooklin, director general de Fundación Mutua Madrileña, y Maria Dolores Gimeno, jefa del Departamento de Investigación Criminal y Coordinación de la Unidad Técnica de Policía Judicial.
Tres de cada cuatro niños, niñas y adolescentes (75,4%) se han visto envueltos en una situación de violencia sexual mediante dispositivos electrónicos, de acuerdo con las conclusiones obtenidas del estudio “Violencia sexual contra la infancia y la adolescencia en el ámbito digital”, llevado a cabo por la Fundación Mutua Madrileña, con la colaboración del equipo Mujer-Menor (EMUME) Central de la Guardia Civil, entre los meses de febrero y mayo de 2024 con la participación de 3.000 personas, padres e hijos.
Las conclusiones han sido presentadas por Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, acompañado de la teniente coronel de la Guardia Civil, María Dolores Gimeno, jefa del Departamento de Investigación Criminal y Coordinación de la Unidad Técnica de Policía Judicial.
El estudio plantea que las formas de agresión más recurrentes a través de las pantallas –las cuales han afectado a alrededor de cuatro de cada diez niños o adolescentes en España– son recibir imágenes con contenido sexual sin haberlas solicitado (43,2% de los casos), recibir mensajes insistentes para quedar o buscar una relación (41,8%), ser objeto de comentarios sexuales no solicitados (40,2%), o acceder involuntariamente a contenidos pornográficos (39,6%).
En menor asiduidad, pero con mayor gravedad e impacto en la vida de los menores de edad, aparecen situaciones de violencia sexual digital que tienen que ver con la vulneración de la intimidad y la imagen, y que incluyen un variopinto de escenarios tales como la presión para enviar contenido sexual personal –el cual ha afectado al 24,2% de los encuestados), ser espiado/a o controlado por la pareja u expareja u otra persona (23,3%), el chantaje con difundir contenido sexual (17,8%), el reenvío de contenido sexual personal sin consentimiento (15,1%) y la creación de imágenes con Inteligencia Artificial (IA) para mostrar a la persona menor de edad desnuda (12,9%).
Este informe se ha puesto en marcha dentro de la nueva línea de acción transversal en infancia de la Fundación Mutua Madrileña. Para poder ser llevado a cabo, se contó con la colaboración y el asesoramiento de la Guardia Civil, en concreto de su Equipo Mujer-Menor (EMUME) Central de la Guardia Civil.
Este profundo trabajo tiene un enfoque metodológico mixto en dos fases, cualitativa y cuantitativa. Dentro de la cuantitativa, se han llevado a cabo dos encuestas paralelas con 1.000 progenitores de menores de edad de entre 8 y 17 años, así como 2.000 jóvenes entre 16 y 22 años. Dentro de ellas se recogieron tanto la experiencia de estos en situaciones de violencia digital como la visión de sus progenitores.
De acuerdo con las conclusiones del estudio, esta clase de situaciones sucede en mayor medida en la primera adolescencia, concretamente entre los 13,5 y los 15 años, con una incidencia superior en mujeres (53%), aunque no a tanta distancia en los hombres (47%).
Además, en la mayor parte de los casos (52,2%) el agresor en violencia sexual digital es conocido de la víctima y pertenece a su entorno. Puede tratarse de amigos, pareja, expareja, conocidos, compañeros de estudio u otras actividades y familiares. Los desconocidos suponen en torno al 19% de los agresores y, en un 13,4% de los casos, son conocidos únicamente del mundo digital. En mayor parte son hombres (52,2%) y de una edad similar a la de la víctima o algo mayores (57,6%).
de los agresores sexuales digitales son conocidos de la víctima o personas de su entorno
El impacto de estas experiencias en la vida de los menores varía en función de la gravedad de la agresión, siendo las agresiones que vulneran la intimidad o la imagen las más dañinas. En concreto, cuatro de cada diez adolescentes que experimentaron situaciones como el chantaje con difundir contenidos íntimos y el reenvío de contenido íntimo o sexual personal sin consentimiento califican el impacto en su vida como grande o muy grande. En total, un 29,5% de los menores de edad que han sufrido algún tipo de violencia sexual digital necesitó acudir a un psicólogo.
de los afectados necesitó acudir a un psicólogo a razón de su experiencia
Entre las conclusiones a las que pudo este estudio de la Fundación Mutua Madrileña aparece la diferencia entre las vivencias que cuentan los menores de edad y la visión y el conocimiento de ellos que tienen los progenitores. Así, y a pesar del sufrimiento ocasionado, el estudio encontró que casi uno de cada tres afectados/as (29,5%) no lo compartió con nadie y tres de cada cuatro (75,8%), no se lo contaron a sus padres.
Entre los motivos para no contarlo destacaban la vergüenza, la falta de confianza o el temor a una reprimenda como principales causas para no contarlo, mientras que otro 30,6% consideró que lo que había ocurrido no era tan grave como para contarlo.
Esta clase de experiencias de violencia sexual digital en la infancia y adolescencia se caracterizan, por lo general, por un bajo nivel de denuncias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Tan solo uno de cada cinco menores de edad amenazadas o chantajeadas con la difusión de contenido íntimo o sexual sin su consentimiento, la creación de imágenes de desnudo con IA, o la demanda de contacto de una persona adulta con fines sexuales. De ellos, cuatro de cada diez acudieron a denunciar acompañados por sus padres
El Equipo Mujer-Menor (EMUME) Central de la Guardia Civil La Guardia Civil ha aprovechado la presentación de estos datos para dar una serie de pautas a padres, educadores y menores para prevenir y paliar esta violencia sexual en el ámbito digital que les afecta.
Así, a los progenitores, la Guardia Civil les aconsejan acompañar a sus hijos e hijas en el uso de los dispositivos, comenzando por saber dónde navegan y con quién se relacionan. Y si se enteran de alguna situación anómala, recomiendan no juzgarles ni culpabilizarles por lo ocurrido, sino hacer que se sientan apoyados en ese momento en el que acuden a pedir ayuda y acompañarlos en todo el proceso.
A los educadores, les invitan a informar, formar y sensibilizar a sus alumnos sobre estas situaciones para aprender a detectarlas, ya que su contribución a este respecto puede ser muy relevante, junto con la actitud proactiva de los padres.
Por último, a los menores de edad, desde la Guardia Civil les advierten que deben tener la máxima precaución a la hora de compartir datos personales y hacerlo solo con personas de máxima confianza, al igual que con imágenes o vídeos, recordándoles que en ese momento se pierde el control sobre los mismos, en ese mismo momento y de cara al futuro. Al mismo tiempo, les recuerdan que deben recurrir a sus padres ante cualquier situación anómala que vivan.