Dibujos animados para filosofar en verano: Mily Preguntas
Si quieres seguir filosofando con tus hijos o con los niños de tu entorno durante estas vacaciones te presento un gran disparador. Mily Preguntas es una serie de dibujos animados, con capítulos cortos, en los que su protagonista vive situaciones conflictivas con sus amigas y amigos, o con los adultos de su entorno, o los vecinos. Su actitud le lleva a plantearse el origen de las ideas de quienes le rodean, o las consecuencias de las opiniones que tienen.
No es una serie problematizadora como La Gran Pregunta (que ya presentamos en su momento), por lo que no va a generar esa inquietud de los filósofos socráticos, sin embargo, es muy interesante cómo plantea el encuentro entre el mundo infantil y el adulto.
En esta ocasión he seleccionado capítulos que tratan específicamente el tema de la participación ciudadana. Si quieres compartirlos en casa, verlos juntos, y buscar conversación al hilo de lo que ocurre en ellos, te aseguro que te dejarán satisfecho.
Mily, su protagonista, es una niña imaginativa y con ganas de aportar algo a los que le rodean. A veces se muestra insegura, otras veces deseosa de éxito, su inquietud por saber le ha llevado a que todo el mundo a su alrededor la llame Mily Preguntas.
Te presento a algunos de los personajes, aunque puede cambiar ligeramente el nombre según el vídeo que veas, ya que solo tenemos acceso a las traducciones latinoamericanas en sus versiones argentina, mexicana y venezolana.
Pop
Pop es un perro hablador que vive con ella y le acompaña en sus aventuras. Es goloso, dormilón, ingenioso y consolador… En más de una ocasión le ayuda a Mily a verbalizar sus emociones, o plantearse otro punto de vista. Es “esa voz interior” con la que todos dialogamos, seamos filósofos o no.
Maseo
Maseo es su hermano adolescente. ¡Cómo no! Siempre a sus cosas: la musa, los videojuegos, programar… Siempre un poco egoísta, aunque, a fin de cuentas, unas veces su egoísmo le lleva a aportar perspectivas novedosas, y otras choca con la realidad que le devuelve a su predisposición a ayudar.
Lola
Lola es la hermana pequeña. ¡Una explosión de emociones! Mily debe tener mucho cuidado de trasladar sus cuestionamientos a un lenguaje de emociones, y es que, no solo el pensamiento crítico y creativo es importante, el pensamiento cuidadoso es esencial para filosofar.
Los padres
Los padres de Mily son quienes plantean el marco legal que permite la investigación y el vuelo imaginativo de Mily. Gracias a ellos las discusiones entre los hermanos encuentran su cauce, pero también las críticas que les plantean a ellos mismos encuentran su forma de expresión.
Los niños se quedan solos en casa. ¿Quién está al cargo? Mily reivindica su derecho a ocuparse de sí misma, pero su hermano mayor dice que no sabe aun lo que significa «ser autónomo», y así es él quien se hace responsable de sus hermanas. La situación cambia cuando el mayor se ausenta y Mily debe hacerse cargo de su hermana pequeña. ¿Cuál puede ser el problema? Su desbordada imaginación y la creatividad para poner «sus propias reglas» se confronta con la realidad.
Pero… ¿acaso «ser autónomo» significa hacer las cosas uno solo? ¿Qué es necesario para que uno pueda asumir ciertas responsabilidades?
Un personaje recurrente de la serie es una chica activista que suele aparecer recogiendo firmas, o haciendo campaña para intervenir en alguna situación del barrio. Mily y su hermana se dejan convencer por la promesa de «llegar a tocar las nubes» si colaboran; Maseo, por su parte, quiere llamar la atención de la preciosa activista. Los tres se involucran en la campaña sin tener muy claros en principio sus propósitos.
Decepciones por unas esperanzas que parecen imposibles de materializarse, enfados y nuevas ilusiones… Pero, ¿qué significa tener esperanzas? En nuestras sociedades los ideales agrupan a sectores de la población en torno a objetivos a veces inalcanzables y otras veces conflictivos. ¿Para qué sirve desear con fuerza algo que parece imposible de realizar?
Palabras como «utopía» explican la unión de los esfuerzos de diferentes tipos de personas. Sin embargo, observamos en el capítulo que los personajes tienen diferentes intereses… ¿Pueden personas que tienen esperanzas distintas trabajar juntos por un mismo objetivo?
El mundo de los adultos se inmiscuye y limita el de los niños. Ahora parece que el alcalde pretende llevar adelante un proyecto que aumente su popularidad frente a las elecciones municipales: demoler el parque para construir apartamentos. ¡Justo el parque en el que Mily y sus amigos juegan siempre! ¿Cómo es que nadie les ha consultado a ellos?
Los niños no pueden votar, los perros tampoco, todos están cansados de no ser escuchados. Sin embargo sus padres llevan a Mily a una reunión para presentar propuestas a la alcaldía. ¿Qué podría aportar ella en la reunión?
Pues si ya vimos en el capítulo anterior que los niños pueden aportar ideas, ahora vamos a ver cómo pueden hacerse escuchar.
La alcaldía ha lanzado una convocatoria para presentar ideas con el objetivo de «alentar vínculos sociales entre la comunidad de nuestra ciudad». Mily ve a los adultos en la junta aportando ideas, cada una distinta e incompatible, pero los niños no parecen tener oportunidad de presentar sus ideas. El padre de Mily parece escucharles, pero ¿cómo se llama esa actitud en la que uno parece dar la razón sin escuchar? ¿condescendencia? Una actitud muy común con los niños. Pero, en fin, ¿quién va a hacer caso de las locas ideas infantiles?, tan alborotadas, desordenadas… El padre les da una misión: deben organizarse primero entre ellos.
La junta de los niños es realmente fructífera, pero… ¡no basta con tener una buena idea! Es necesario plantear un proyecto y argumentar su valor, y esta vez Maseo será el guía para que el grupo aprenda a presentar una idea.
En este episodio la participación ciudadana se cruza con los intereses de los niños. ¡Una colonia de murciélagos se ha instalado durante el invierno en la zona de juegos de los niños! Y Lola es la más afectada.
«Los murciélagos dan miedo y son feos», dice Lola, ¿por qué deberíamos protegerlos? La activista de la serie trata de convencer a los niños, que terminan aportando ideas y comprendiendo cómo se dan estos procesos de manifestación pública. Esta vez los protagonistas son ¡los murciélagos!
Los conflictos de intereses, tan comunes en nuestras sociedades, son vistos a través de este capítulo como una oportunidad para la participación infantil y el reconocimiento de las autoridades.
¡Pues en este episodio parece que sí!
Mily y sus amigas organizan un reportaje para la televisión local. Pero los intereses que tienen son diferentes: alcanzar la fama como reporteros, divertirse…
La tentación de atrapar el interés de la audiencia es demasiado grande, y generar escandalo parece un buen camino para llegar a más gente. Entonces, ¿todas las opiniones son válidas?, ¿qué hace que una opinión esté más fundamentada?
La necesidad de contrastar las opiniones con los hechos aparece en este episodio como una clave importante para producir un buen reportaje.
Con esta serie podemos una vez más comprobar la importancia de filosofar con los niños. En un artículo anterior veíamos cómo el aula se puede volver un espacio ideal para esta actividad (¿Por qué filosofar en el aula?) Te invito ahora a seguir practicando la Filosofía para Niños y descubrir el mundo desde su perspectiva. ¿Te animas?
