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El verano, una oportunidad para seguir formándose

Las universidades españolas están acogiendo ahora un 7,8% más de estudiantes internacionales que antes de la pandemia.
RedacciónMiércoles, 10 de julio de 2024
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Los programas de dos a seis semanas, guiados por el profesorado y en territorio europeo: una de las opciones predilectas de los estudiantes internacionales. © Adobe Stock

Trabajar y viajar, pero también formarse: el verano se ha convertido para muchos jóvenes en una oportunidad para adquirir nuevos habilidades o conocimientos. Esta idea adquiere especial relevancia si se consideran los programas en el extranjero, que son opciones idóneas para la inmersión lingüística o el networking. Según datos expuestos dentro del Informe CYD 2023, las universidades españolas están acogiendo ahora un 7,8% más de estudiantes internacionales que antes de la pandemia, lo que denota una tendencia creciente hacia los programas internacionales.

Explica Jaime García-Rebollo, responsable de Admisiones y Desarrollo de la escuela de negocios que “pese a que la mayoría de los estudiantes internacionales se van a otro país durante el curso escolar, muchos escogen también hacerlo durante la etapa estival con tal de aprovechar las múltiples ventajas que esto conlleva”.

Según un estudio elaborado por Terra Dotta, los programas de corta duración en el extranjero –de dos a seis semanas– y guiados por el profesorado son una de las opciones favoritas para aquellos estudiantes que deciden vivir una experiencia académica en otro país. El mismo estudio revela que los países europeos son algunos de los destinos favoritos para realizar este tipo de cursos. Lo confirma García-Rebollo, considerando a que la institución en la que trabaja ha creado su propia escuela de verano, la TBS Summer School, a la que se han adherido 44 estudiantes y que se desarrolla entre Toulouse y Barcelona. “Este tipo de programas permiten una experiencia internacional única. En este caso, ofrecemos una amplia selección de cursos de negocios y gestión a la vez que los alumnos descubren Europa”.

Aprender de ciudades y culturas foráneas

En relación con este tipo de experiencias, Jaime revela algunas ventajas de las que los alumnos internacionales pueden sacar partido al sumarse a este tipo de programas.

  • Experiencia multicultural: el contacto con otras personas y las costumbres del nuevo país en el que se encuentran es una de las razones por las que apostar por este tipo de formaciones. Además, al contar con la guía del profesorado, la organización de actividades y el contacto con instituciones locales permiten que el estudiante se acerque a nuevos conocimientos, pero también a la cultura del país.
  • Inmersión lingüística: este tipo de programas, al contar con alumnos y profesores de distintas nacionalidades, suelen tener el inglés como lengua vehicular, que es un punto a favor para aquellos que busquen una inmersión lingüística y poder comunicarse y relacionarse varios días en una lengua extranjera.
  • Beneficios académicos: en algunos casos, realizar este tipo de programas implica una serie de beneficios como la obtención de créditos con los que completar el currículum.
  • Variedad de programas educativos de calidad: otro punto a favor de la realización de los cursos de verano subyace dentro de en el abanico de posibilidades que suelen estar presentes dentro de las instituciones, que permite la adquisición de nuevas habilidades.
  • Contacto con compañías y negocios del país: si bien es cierto este último punto varía conforme a la naturaleza del curso realizado, en determinados sectores –como es el de los negocios o el del emprendimiento– participar dentro de estos programas permite conocer a posibles futuros socios, hacer networking y estar en contacto con empresas referentes de otros países, así como conocer su funcionamiento.
Barcelona, destino preferido de muchos estudiantes internacionales

García-Rebollo apunta que “Barcelona es uno de los destinos más solicitados para este tipo de estudios, ya que la Ciudad Condal cuenta con numerosas escuelas de verano especializadas, así como una oferta cultural, social y empresarial puntera en el continente”. A razón de esto, recientemente se ha constituido el Consejo Asesor Municipal de Universidades, que pretende posicionar Barcelona como “ciudad referente de la economía del conocimiento”.

A día de hoy, destaca Jaime, la Ciudad Condal “cuenta con muchas universidades y escuelas de negocios que se encuentran entre las mejores del mundo y muchas de ellas se encuentran en altas posiciones de importantes rankings tanto a nivel nacional como internacional”.

Barcelona es uno de los destinos más solicitados para este tipo de estudios, ya que la Ciudad Condal cuenta con numerosas escuelas de verano especializadas, así como una oferta cultural, social y empresarial puntera en el continente

En este sentido, la atracción de perfiles internacionales es clave: la recepción de este talento aporta numerosos beneficios para la ciudad, ya que permite formar a jóvenes de otros países con las herramientas necesarias para hacer frente a los retos crecientes, tales como la transformación digital. Esto facilita una relación recíproca entre escuela y estudiante de la que ambas partes pueden sacar un beneficio. García-Rebollo concluye que “aprovechar el verano para conocer nuevos territorios, invertir en formación y tejer redes con personas de todo el mundo es una opción ideal para ir haciendo frente a la construcción de la carrera profesional”.

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