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Irene Sánchez-Escribano: “Acercar hábitos saludables al ámbito escolar nos ayuda a construir una sociedad más sana”

Atleta internacional y ocho veces campeona de España en la categoría 3.000 obstáculos, Irene Sánchez-Escribano es una de las cinco deportistas de alto nivel que participan en la iniciativa de Aramark Alimentando el futuro de una generación.
Marta Peiro del ValleLunes, 29 de julio de 2024
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Irene Sánchez-Escribano durante una de las charlas pertenecientes a la iniciativa Alimentando el futuro de una generación de Aramark.

Gimnasio, entrenamientos personales, nutricionistas… la sociedad del siglo XXI se preocupa cada vez más por su bienestar. Y, para construir sociedades más sanas, hay que empezar desde la base: enseñar a niños y niñas, desde las edades más tempranas, por qué deben llevar unos hábitos de vida saludables y cómo hacerlo, hará que interioricen antes y mejor el mensaje y crezcan con ese aprendizaje.

Con ese objetivo, Aramark, compañía especializada en la prestación de servicios fundamentalmente ligados con la restauración y la alimentación, ha impulsado Alimentando el futuro de una generación. Se trata de una iniciativa con la que hasta cinco deportistas de élite buscan aportar su granito de arena a los alumnos y alumnas más jóvenes, destacando la importancia de los hábitos saludables, el ejercicio físico y una buena alimentación a cerca de 120.000 estudiantes.

Este medio ha tenido la oportunidad de hablar con Irene Sánchez-Escribano, atleta internacional y ocho veces campeona de España de la categoría 3.000 obstáculos. En esta entrevista MAGISTERIO, habla sobre este proyecto y su papel en el mismo, y desvela su día a día e intereses a nivel profesional y personal.

¿Por qué te has sumado a la iniciativa de Aramark?
Alimentando el futuro de una generación me parece un proyectazo. Quienes nos dedicamos al deporte somos un espejo en el que se miran muchos niños y niñas, y tener la posibilidad de acercarles valores y hábitos saludables es una gran oportunidad y nos ayuda a construir una sociedad más sana.

¿Qué es lo que más te gusta de ella, o la parte con la que más familiarizada o representada te sientes?
–Me encanta pasar un rato con ellos y contarles cosas de mi día a día o mis competiciones. Al sacarles de su rutina y del aula, están súper atentos y atentas, y son como “esponjas”: lo absorben todo y tienen mil preguntas. La verdad es que son muy agradecidos.

Para mí, también supone salir de mi rutina de entrenamientos y hacer algo distinto, y siempre salgo con una sensación de ilusión y de haber hecho algo útil. Solo pensar que mi mensaje le haya calado a una persona ya merece la pena.

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Quienes nos dedicamos al deporte somos un espejo en el que se miran muchos niños y niñas

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Eres una de los cinco deportistas de alto nivel que participan, y has dado masterclasses y charlas motivadoras. ¿Qué les cuentas en esas charlas?
–Hablamos de mi deporte, el atletismo, y de las especialidades que hay. Les cuento cómo ha sido mi vida deportiva, cómo empecé cuando era una niña y cómo ha ido evolucionando mi carrera. Y también hablamos de las cosas que hago cada día, como los hábitos de alimentación que llevo, que es el principal objetivo de esta iniciativa.

¿Por qué crees que es importante que deportistas como vosotros participéis en este tipo de proyectos?
–Siempre digo que, si de algo sirve el deporte de alto nivel a la sociedad, es para transmitir este tipo de mensajes. Al fin y al cabo, mucha gente nos sigue y muchas personas nos consideran ejemplo y nos escuchan. Por eso, creo que hay que aprovechar nuestra posición para transmitir mensajes positivos y que aporten.

¿Calan más estos mensajes en los jóvenes si los reciben de personajes públicos?
–No sé si más, pero sí creo en ello como algo complementario a la educación que reciben en casa y en los colegios, algo que suma. Y el hecho de que vayamos a visitarles a los centros y les saquemos de su rutina hace que presten atención y tengan ilusión. Gracias a eso, quizá logramos que les llegue algo más los mensajes.

Esta iniciativa se basa en el deporte y una nutrición equilibrada. ¿Cómo afectan en tu carrera profesional? ¿Y en tu vida personal?
–El atletismo se convirtió en mi trabajo hace mucho tiempo, y eso implica que el 95% del tiempo estoy pensando, además de en el entrenamiento directo, en todo aquello que mejora mi rendimiento, aunque no se vea: cuidarme, descansar, comer de forma equilibrada…

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Si de algo sirve el deporte de alto nivel a la sociedad es para transmitir este tipo de mensajes

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Eso implica renunciar a cosas a nivel social, tener que decir que no a encuentros con familiares y amigos… pero es una elección. Y, por suerte, mi entorno me entiende y apoya.

Ser deportista de alto nivel no solo requiere dedicar “a mi trabajo” unas horas; es una forma de vida.

¿Y qué hay del deporte… más allá del deporte? ¿Sueles realizar algún tipo de entrenamiento o ejercicio físico por tu cuenta?
–Con el entrenamiento que requiere mi deporte ya tengo suficiente. El atletismo es muy físico, así que no hago más deportes o ejercicios adicionales.

Gran parte del tiempo que no estoy entrenando estoy descansando, y en esos ratos me gusta mantener mi mente ocupada: leer, ver series… También hago algunos cursos de medicina, la carrera que estudié. Últimamente me estoy interesando mucho por la medicina del deporte, que es a lo que me gustaría dedicarme cuando me retire.

¿Cuál es la importancia de los estudios para llegar a ser atleta o deportista profesional?
–Creo que es esencial tener un plan B para cuando la vida de un deportista se acaba. Nos “jubilamos” de nuestra actividad muy jóvenes, antes de los 40, y nos queda mucha vida laboral por delante. Quitando algunos deportes como el fútbol, en el resto no podemos vivir el resto de nuestra vida de lo que hemos ganado como atletas.

Ese plan B no tiene que ser obligatoriamente hacer estudios superiores, pero sí algo que te guste, te genere curiosidad y de lo que quieras aprender. Tenemos muchos años y mucho tiempo a lo largo de nuestra carrera deportiva para sacarnos un título y pensar en el futuro, porque esto se acaba.

Y siempre está bien tener algo más que hacer en esos ratos de descanso tan largos que tenemos: tener la mente ocupada hace que nos sintamos más completos y que, cuando las cosas no van bien en lo deportivo, por lesiones u otras razones, tengamos otra cosa en la que pensar.

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