Las mujeres solo ocupan el 12% de las cátedras universitarias de matemáticas en España
Respecto a la formación, entre los estudiantes del Grado de Matemáticas en las universidades públicas españolas hay un 39,6 por ciento de mujeres y un 60,27 por ciento de hombres.
Solo el 43% del personal investigador en las universidades públicas de España son mujeres, cifra que disminuye al 22,5% si se considera el que las cátedras sean para ellas. No obstante, la situación se torna incluso más cruda si se habla de matemáticas, pues en ese caso el porcentaje disminuye hasta el 12%. Son datos que recoge la Comisión de Mujeres y Matemáticas de la Real Sociedad Matemática Española (RSME), y que se han puesto sobre la mesa durante el noveno Congreso Europeo de Matemáticas (9ECM) que se está celebrando en Sevilla a lo largo de esta semana.
Los últimos informes inherentes al panorama actual en lo que se refiere a mujeres y ciencia arroja datos que reflejan la desigualdad existente. Entre ellos, que existe una importante disparidad en la solicitud de sexenios –28% de mujeres contra 72% de hombres–, mecanismo que retribuye de manera complementaria, en reconocimiento de la actividad del personal e investigador.
En España, la probabilidad de que un profesor titular sea promocionado a catedrático en 2,5 veces superior que el de una profesora titular con una situación personal, familiar y profesional similar. En el caso de tener familia, la situación empeora, a razón de que un hombre con hijos tiene cuatro veces más probabilidades de ser promocionado a catedrático que una mujer con hijos y con un currículum similar.
“Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los puestos más altos de la carrera académica e investigadora», señala Isabel Fernández, matemática de la Universidad de Sevilla y miembro del comité científico del 9ECM. Por otro lado, “las mujeres declinan –en mayor medida que los hombres– invitaciones por causas familiares y de conciliación: es innegable que las cargas familiares siguen afectando más a las mujeres que a los hombres en la carrera investigadora», añade.
que un hombre con familia sea patrocinado a catedrático que una mujer en la misma situación
En lo concerniente a la formación, las estadísticas arrojan que en los estudiantes de Grado de Matemáticas hay un 39,6% de mujeres y un 60,27% de hombres, de acuerdo con datos de la matriculación 2022/2023 recogidos por el Sistema Integrado de la Información Universitaria del Ministerio de Universidades.
A este respecto, de acuerdo con el Libro Blanco de las Matemáticas, la tendencia ha ido en baja. Fuentes de la RSME destacan “la progresiva pérdida de presencia femenina que el Grado en Matemáticas ha tenido en los últimos años”. “Es algo que ha coincidido con la mayor popularidad de estos estudios, un poco lo mismo que ocurrió hace tiempo con Informática, que en su origen tenía una mayor presencia femenina y cuya tendencia ser revirtió con los años hasta tener ahora una mayor masculina. Dicho hecho es preocupante si se considera que esta presencia desciende cada vez más en la carrera académica, es decir, en el máster, doctorado y demás. Es el denominado “efecto tijera”.
de las personas matriculadas en matemáticas son mujeres.
Según la RSME, es importante corregir esta infrarrepresentación femenina en investigación para “evitar que haya sesgos de género, por ejemplo, en los desarrollos tecnológicos, como en los algoritmos o la inteligencia artificial”.
De estos temas y también del apoyo a las mujeres matemáticas se ha hablado a lo largo del 9ECM, siendo de principal pertinencia en el panel celebrado el pasado miércoles, organizado por The International Association of European Women in Mathematics (EWM). “Combatir esa desigualdad es tarea de todos, no solo de las mujeres, por ello creo que es importante darle visibilidad en estos foros, donde se reúne toda la comunidad matemática”, sentencia Isabel Fernández
Combatir esa desigualdad es tarea de todos, no solo de las mujeres, por ello creo que es importante darle visibilidad en estos foros, donde se reúne toda la comunidad matemática
También hay brecha en edades más tempranas. Lo saben en Estalmat, un proyecto internacional para la detección y estímulo del talento matemático en estudiantes de primer y segundo ciclo de enseñanza secundaria. Los participantes de la IX Escuela Internacional de Verano de Matemáticas de Estalmat en España –adolescentes de entre 14 y 17 años– asistieron a una charla de divulgación del matemático Saul Schleimer. Fueron 46 jóvenes: 30 chicos y 16 chicas.
“En realidad, aunque parezca poco, es un porcentaje muy superior al que tenemos en general en el proyecto Estalmat: este año ha entrado solo siete chicas de los 50 que han sido seleccionado para toda Andalucía”, explica Ana Martín, coordinadora de Estalmat en esta comunidad.
Una diferencia acusada que la matemática asocia a que las niñas a esas edades presentan menos competitividad y más frustración. “Para acceder al proyecto Estalmat, para niños de entre 12 y 17 años, hay que hacer unas pruebas, y se presentan muy pocas niñas porque son menos competitivas que los niños. Salen pocas seleccionadas no porque sean peores, sino porque no se presentan. Una vez dentro, son buenísimas”, explica. En su experiencia, Martín cree que habría que hacer más actividades para fomentar las vocaciones STEM “no de forma puntual, sino a lo largo del tiempo”.
Salen pocas seleccionadas no porque sean peores, sino porque no se presentan. Una vez dentro son buenísimas