Los alumnos catalanes mejoran, pero bajan en inglés y especialmente en lengua catalana en Secundaria

Así se desprende del documento de Evaluaciones Censales de las Competencias Básicas del curso 2023-2024, que el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo y la Consellería de Educación han presentado este jueves. Las pruebas de competencias, a las que se sometieron el pasado mes de abril 70.380 alumnos de sexto de primaria y otros 71.818 de cuarto de ESO evalúan los conocimientos básicos que debe haber adquirido el alumno al acabar las dos etapas de educación obligatoria en lengua catalana, lengua castellana, lengua inglesa, matemáticas y conocimiento científico.

En términos generales, según ha dicho la consellera, los resultados «constatan una mejora iniciada el curso pasado», «confirman que en 2022 se tocó fondo y hubo un punto de alerta» y que el nivel «ha mejorado gracias el acompañamiento que hemos hecho a los centros». «Los datos son esperanzadores», ha dicho Simó, que ha añadido no obstante que «tenemos que focalizarnos en algunas materias, especialmente en la lengua catalana en Secundaria», donde la bajada del nivel «es fruto de una realidad sociolingüística que supera a los centros educativos». Por ello, ha subrayado que «se deben aplicar medidas sociales, más allá de las educativas» con el fin de «reforzar el uso del catalán».

El nivel baja en lengua catalana y en inglés

Los responsables educativos han puesto el acento en la bajada de nivel en lengua catalana entre los alumnos de Secundaria, que son los más bajos desde 2016 y donde han conseguido 70,7 puntos frente a los 72,3 del curso pasado. En términos globales, en lengua catalana el 13,2% de los alumnos de cuarto de ESO tiene un nivel bajo y el 13,4% alto, mientras que para el 33,3% es medio-bajo y medio-alto para el 40%. En comprensión lectora, el 10,9% de los alumnos de 15 años se sitúa en un nivel bajo en comprensión lectora, el 42,2% tiene un nivel medio-alto, el 22,8% alto y el 24,1% bajo-medio. En cuanto a expresión escrita en lengua catalana, destaca que sólo el 7,9% de estos alumnos alcanza un nivel alto, el 40,8% tiene un nivel medio-alto, el 17,6% tiene un nivel bajo y para el 33,7% el nivel es medio-bajo.

La consellera ha criticado las «injerencias» de los tribunales en las cuestiones que afectan a la lengua catalana, ha afirmado que «es necesario poner al día la metodología de inmersión lingüística» y que la Generalitat «seguirá dando protección jurídica a los centros en la aplicación de sus planes lingüísticos».

Entre los alumnos de 15 años, los resultados en lengua inglesa bajan y se sitúan en 73,1 puntos, cuando el año pasado fueron 73,9, lo que había implicado una subida notable respecto a los 68,4 del 2022. Aunque el nivel de los alumnos de Primaria mejora en todas las materias, bajan en inglés y se sitúan en 73,2 puntos, cuando el año pasado obtuvieron 77,8, los mismos que en 2021. Pese a destacar que las diferencias «no se producen tanto entre centros como dentro de ellos», la consellera ha incidido en que «se emplearán recursos para mejorar la lengua inglesa en los centros de más complejidad», con «actividades extraescolares» y con el fin de «contribuir a reducir la brecha educativa».

Pese a la mejora en matemáticas entre los alumnos de cuarto de ESO, que pasan de 62,3 del año pasado al 64,9, el estudio revela que sólo el 15,9% se sitúa en un nivel alto, similar al del año pasado, que fue del 15,5%, frente al 20,3% de 2021. También en matemáticas, el 21,6% de los alumnos de cuarto de ESO obtienen este año resultados bajos, mientras que en 2023 fueron el 24,4%. En cuanto a la prueba que valora las competencias básicas en conocimiento científico y tecnológico en cuarto de ESO, que se implantó en el año 2016 y desde entonces los resultados habían ido a la baja, en este curso han mejorado y se ha situado en 74,3 puntos, mientras que el año pasado la puntuación fue de 71,6 y son los mejores desde el año 2016.

La Fundación Bofill ha alertado de que los resultados de las competencias básicas que el Departamento de Educación de la Generalitat ha presentado este jueves muestran unas mejoras que «todavía son muy precarias». En un comunicado, la Fundación ha señalado que la mejoría «es muy precaria» porque aún no se han recuperado los niveles previos a la pandemia del covid. Además, antes del covid el sistema ya acumulaba «una década de estancamiento», ha añadido la fundación.

Esta organización, referente en la educación en Cataluña ha resaltado que, como las pruebas son diferentes de un año a otro, serían necesarios tres cursos seguidos de mejora para constatar un cambio de tendencia. Por ello, la Fundación Bofill ha pedido fortalecer las políticas de equidad educativa, empezando por una financiación más justa de los centros, con la dotación de recursos por etapas y materias más sensibles, es decir, por matemáticas y catalán.

La organización ha puntualizado que la financiación debe ajustarse a la realidad y necesidades de los centros en función de su complejidad, sin desatender la importancia de incrementar la proporción de alumnado en los niveles competenciales de excelencia.