Cantabria participará en los programas de refuerzo en competencias matemática y lectora

El consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, ha anunciado que Cantabria recibirá un total de 1,8 millones de euros para poner en marcha programas de refuerzo en competencia matemática y lectora durante los dos próximos cursos académicos. «Esta cifra dista mucho de la que hubiese correspondido a nuestra comunidad autónoma, de haberse cumplido el anuncio que el presidente del Gobierno hizo el pasado mes de enero, en el que aseguró que el Ejecutivo central aportaría 500 millones de euros para este tipo de programas de refuerzo, tras la publicación de los datos PISA, y que finalmente se han quedado en 94 millones para todo el conjunto del país».

Silva planteó esta cuestión en la última reunión de la Conferencia Sectorial de Educación celebrada hace unas semanas, en donde también solicitó que se flexibilizaran los criterios a aplicar en ambos programas, al entender que las comunidades autónomas deben tener autonomía de gestión en este ámbito. Según criterios del Ministerio, este tipo de programas busca mejorar el nivel de desempeño en ambas competencias, tanto en Educación Infantil, como Primaria, Secundaria y FP Básica. Tienen un plazo de ejecución de dos cursos e incluyen medidas como grupos reducidos, apoyo educativo dentro y fuera de horario escolar, y actividades formativas para docentes.

En concreto, para el programa de refuerzo de la competencia matemática, Cantabria recibirá 1.096.000 euros. Por su parte, para el ámbito de la competencia lectora serán 735.007 euros. En este sentido, el consejero ha señalado que «en Cantabria, a pesar de tener unos buenos resultados en ambas competencias, con puntuaciones en PISA cercanas a los 500 puntos (20 por encima de la media nacional), hemos solicitado participar en estos programas, por tratarse de áreas instrumentales, que sirven de base para el resto del aprendizaje».

En cuanto a los programas de cooperación territorial en ámbitos de educación general, como educación inclusiva, bienestar emocional, avance y enriquecimiento educativo en centros de especial complejidad educativa, Silva aceptó los criterios de reparto, si bien manifestó la necesidad de flexibilizar alguno de estos programas y de introducir mejoras singulares que permitan asumir «ciertos gastos de gestión, que respondan al esfuerzo que hacemos las comunidades autónomas».