¿Cómo evitar que tus empleados dejen de formarse? Apunta estas cinco estrategias
Como dice el dicho, «cada día aprendes algo nuevo».
La formación constante hace que los empleados crezcan, tanto a nivel profesional como personal. Al realizar cursos, refrescan o adquieren capacidades que les permiten renovarse, mantenerse al día de las necesidades del mercado, y volverse más productivos y competitivos. De hecho, según el Foro Económico Mundial, antes de 2027 el 60% de los trabajadores necesitará algún tipo de formación para mantenerse competitivos.
Este crecimiento beneficia a las empresas. Por ello, cada vez están más comprometidas con la formación de sus trabajadores. Sin embargo, las excesivas cargas de trabajo, la falta de organización y las pocas facilidades para conciliar la vida profesional y personal hacen que los alumnos acaben dejando los cursos antes de terminarlos.
El «Informe de Tendencias en Beneficios para Empleados y Empleadas», de Cobee, revela que el 33% de los trabajadores en España, aunque le gustaría, no tiene tiempo para formarse… y eso puede resultar muy perjudicial.
Al dejar una formación incompleta, los trabajadores pierden la oportunidad de adquirir habilidades y conocimientos esenciales que podrían mejorar su desempeño laboral, abrir nuevas oportunidades de crecimiento profesional o facilitar la transición hacia roles con mayor responsabilidad. A nivel personal, ver limitadas sus posibilidades de desarrollarse en el trabajo puede generarles insatisfacción y falta de motivación.
Es fundamental que las organizaciones proporcionen los recursos necesarios a sus trabajadores para formarse, y que diseñen estrategias para que finalicen sus estudios. Algunas de las soluciones por las que más se está apostando son el microlearning, personalizar el aprendizaje o facilitar a los empleados flexibilidad de tiempo y recursos.
- El microlearning: ofrecer a los empleados contenidos formativos en cápsulas breves y concisas permite a los empleados aprender a su propio ritmo y en los momentos que más se ajusten a sus necesidades. La flexibilidad de acceder a dichos contenidos en cualquier momento y lugar también puede ayudar a que mantengan un ritmo de estudio constante sin sentirse abrumados, especialmente si tienen unos horarios o responsabilidades muy exigentes.
- Un aprendizaje personalizado: cada uno tiene sus circunstancias. Por ello, es importante que las formaciones se ajusten a las necesidades, conocimientos y objetivos de cada trabajador. Esto, además de hacer que aprovechen más los cursos y sean más efectivos, mejora su compromiso y motivación.
- Flexibilidad en tiempo y recursos: ofrecer horas específicas dentro de la jornada laboral para hacer las formaciones o días de estudio puede aliviar la presión de los trabajadores. Además, proporcionarles recursos, como espacios o material adecuados, ayuda a crear un entorno propicio para el aprendizaje y aumenta su motivación.
- Estar presente: para que los empleados finalicen sus formaciones es fundamental que las empresas lleven a cabo un seguimiento regular de su progreso y les ofrezcan apoyo para resolver cualquier obstáculo que pueda surgir, ya sea mediante mentores y tutores o con otro tipo de recursos. Lo importante es que se sientan acompañados y encuentren la solución a cualquier problema que encuentren.
- Crear una comunidad de apoyo: el aprendizaje colaborativo, en el que los empleados se apoyan, puede ayudar a que no abandonen. Crear foros de discusión, grupos de estudio o comunidades de práctica hace que se sientan parte de una comunidad que valora el aprendizaje continuo, y les anima a terminar sus formaciones.