Los editores piden un sistema de ayudas para libros de texto homogéneo, sostenible y planificado
Solo en las comunidades de Andalucía, Murcia, La Rioja, Madrid y Comunidad Valenciana, alrededor de 2,1 millones de alumnos de enseñanzas obligatorias se benefician del sistema de préstamos de libros. © ADOBE STOCK
La Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE) pide la implantación de un sistema de ayudas a las familias para los libros de texto homogéneo, sostenible y planificado que dé acceso al alumnado a los libros de texto en igualdad de condiciones en todas las Comunidades Autónomas al tiempo que contribuya a facilitar la actividad de las empresas. Así lo expone en su informe El libro educativo en España. Curso 2024-2025, en el que la entidad analiza la actividad del sector cada comienzo de curso.
En este documento, ANELE apuesta por el liderazgo del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, para que, bien a través de la legislación o de la conferencia sectorial, se consiga homogeneizar y organizar la diversidad de modelos de ayudas a las familias existente en España para el acceso a los libros y materiales editoriales educativos. Como se explica en el informe, en la actualidad, aunque una mayoría de Comunidades Autónomas están optando por modelos de préstamo, existen grandes diferencias entre los programas de cada región tanto en lo relativo al alcance de los sistemas (desde universal a acceso por nivel de renta, pasando por los que establecen copago o los que requieren la adhesión de los alumnos o de los centros concertados), los calendarios de renovación, los periodos de vigencia, las formas de adquisición o el presupuesto destinado a la adquisición y reposición de los libros de texto.
Estas diferencias son las que llevan a ANELE a plantear el establecimiento de un modelo de ayuda a las familias homogéneo, que, al menos, fije criterios comunes en cuestiones como un periodo de vigencia de cuatro años como marca la normativa, calendarios de renovación homogéneos o una adecuación presupuestaria a las circunstancias inflacionarias. “De esta manera se contribuye a asegurar su viabilidad, equidad y sostenibilidad, colaborando en la consolidación de un modelo de educación inclusivo que permita a los más de 8,3 millones de alumnos desarrollar las competencias, habilidades y capacidades necesarias para hacer frente a las oportunidades y desafíos del mundo real. Por no hablar de que contribuiría a un normal desarrollo y a una adecuada planificación de la actividad empresarial de un sector tan importante tanto en España como fuera de nuestras fronteras del sector editorial, lo que redundaría en la calidad de los recursos y en el precio de estos”.
Más allá de la diferencia existente en los programas y políticas de ayudas a las familias, el informe expone que, según los datos proporcionados por las propias Consejerías de las Comunidades Autónomas, este curso 2024-2025, aproximadamente el 70% de los alumnos cuentan con algún tipo de ayuda, bien total o parcial, para los libros de texto. Es decir, estas ayudas llegan a más de 3,5 millones de alumnos, de un total de 4,8 millones de la educación obligatoria. Solo en las comunidades de Andalucía, Murcia, La Rioja, Madrid y Comunidad Valenciana, donde existen sistemas de préstamo, un total de 2,1 millones de alumnos participan de estas ayudas y, por tanto, las familias no han de desembolsar ninguna cantidad económica por los libros de texto.
En conjunto, según los datos obtenidos por ANELE las Consejerías de Educación, para el curso 2024-2025, destinarán algo más de 290 millones de euros en ayudas a las familias para el acceso a los libros de texto. Esta cantidad es inferior a los 366 millones de euros que destinaron el pasado curso, si bien esta reducción se explica porque el curso pasado aquellas comunidades que tienen sistema de préstamo tuvieron que hacer una inversión mayor para la renovación de los materiales para su adaptación a los nuevos currículos LOMLOE.
Este contexto de programas y sistemas de ayudas hizo que, el pasado curso, la inversión media en libros de texto de las familias fuera de 95,54 euros por alumno, 3,7 euros más que en el curso 2022-2023. Hay que tener en cuenta que los sistemas de préstamo existentes en buena parte de las comunidades hacen que las familias beneficiarias de estos no tengan que desembolsar ninguna cantidad directamente o que tengan que invertir una cantidad mínima por libros de texto. Esta cifra sigue siendo inferior a la registrada en el periodo 2014-2017, cuando el promedio anual estaba en torno a los 103,4 euros, 7,86 euros por sobre los 95,54 euros registrados el año 2023. Este dato sale de dividir la facturación en libros de texto y material complementario en 2023 entre el número de alumnos.
En cuanto al precio medio de los libros de texto no universitario, se puede concluir que su comportamiento fue mucho mejor que otros productos y bienes de consumo. El precio medio del ejemplar creció un 1,89 %, hasta los 19,42 euros, por debajo de la tasa de inflación de 3,1 % al cierre de diciembre de 2023. Incluso, se detalla en el documento, “si tenemos en cuenta que la mayor parte de las compras de libros de texto no universitario se realizan durante el mes de septiembre, el crecimiento fue mucho menor a la inflación general de dicho mes, la que alcanzó el 3,5 %. Esta situación sigue reflejando el continuo esfuerzo que realizan año a año las empresas editoras por ajustar al máximo los precios a pesar de los incrementos de los costes de producción e insumos”. Este precio medio se halla al dividir la facturación entre el número de ejemplares vendidos. En la tabla se puede observar el precio medio según el nivel educativo.
Con esto, la facturación de los libros de texto en papel durante 2023 alcanzó los 772,83 millones de euros, un 2,02 % más que en 2022. Esta cifra se incrementa hasta los 796,57 millones de euros (5,2 % por sobre el año anterior) si incluimos los 20,61 millones correspondientes a las licencias digitales y los 3,13 millones provenientes de otros formatos. No obstante, la suma total se sitúa aún por debajo del máximo histórico registrado por el sector en 2008, cuando las ventas llegaron a los 898,28 millones de euros.
El informe también aborda el debate abierto sobre el uso o no de la tecnología en las aulas, no hay que olvidar que “sus empresas se encargan de elaborar libros y materiales en todos los soportes (para apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje), convencidas de que, si la tecnología ha llegado a nuestras vidas la educación también ha de incorporarla. El uso de las herramientas digitales en las aulas ha de formar parte de la normalidad. Lo que hay que plantearse es cómo hacer esta integración”.
El uso de las herramientas digitales en las aulas ha de formar parte de la normalidad. Lo que hay que plantearse es cómo hacer esta integración
"En este sentido, el sector ha apostado desde hace más de una década por una educación híbrida que permita que los alumnos puedan utilizar todas las alternativas tecnológicas disponibles, sin descartar ninguna, de manera que sean competentes con todas las herramientas disponibles (digitales y analógicas). De hecho, hoy, la mayoría de los libros en papel da acceso a las versiones digitales y a contenidos adicionales para su uso en las aulas o en los hogares. Para ello, las editoriales españolas han puesto a disposición de profesorado y alumnado para el curso 2024-2025 un total de 61.967 libros y otros contenidos editoriales (32.640 en formato digital y 29.327 en papel). Un material que permite un trabajo personalizado en el aula y que dan respuestas a los retos pedagógicos actuales. Es importante señalar que este modelo se presenta como el más efectivo para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Toda esta labor editorial puede resultar de gran ayuda para mejorar competencias como la lectura, las matemáticas y las ciencias que han registrado resultados mejorables en las pruebas de PISA. En este sentido, las empresas editoriales ofrecen su colaboración y materiales para contribuir a su refuerzo.