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¿Sabes enseñar a problematizar?

Problematizar es una competencia filosófica. Con los cuentos de Nasrudín podemos ayudarnos en esta tarea y construir el conocimiento desde el asombro. Aquí te comparto algunos para que puedas usarlos en tus situaciones de aprendizaje.
Ársel ÁlvarezJueves, 12 de septiembre de 2024
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© DOGANMESUT

¿Por qué el sufismo ayuda a problematizar?

El sufismo es una corriente dentro del islam que, a través de su mística, cuestiona su vertiente más dogmática y autoritaria. En ella encontramos algunos recursos que nos pueden servir para liberarnos de nuestros prejuicios.

Se fundamenta en el amor a Dios como experiencia interna, en la creencia de que Dios está presente en todos los seres, el desapego al propio ego, y el servicio a los demás. Pero seguramente conocerás ritos practicados por parte de algunas comunidades sufíes, como es la danza de los derviches.

Según nos explica el psiquiatra y estudioso del sufismo Javad Nurbakhsh, la corriente se dividió desde sus orígenes en el “sufismo amoroso” y el “sufismo racional”, y posteriormente en diferentes cofradías o taraq, como la muridista fundada por Amadú Bamba.

Dentro de su tradición encontramos multitud de textos que pueden ser muy sugerentes para renovar nuestra relación con el mundo y nosotros mismos sin dejarnos llevar por ideas preconcebidas. Y, en concreto, dentro del “sufismo racional” encontramos una idea que a los amantes de la filosofía os resultará familiar: “mi conocimiento solo alcanzó el punto donde descubrí que no sé nada”.

Si queréis saber un poco más acerca de la corriente del “sufismo amoroso” os comparto el artículo de Javad Nurbakhsh. Pero en esta ocasión, para trabajar en con nuestro grupo os propongo reflexionar las enseñanzas que giran entorno al personaje de Nasrudín.

Derviches

¿Qué problemas plantea Nasrudín?

Nasrudín es un personaje literario, que no existió nunca, ni podría hacerlo por este carácter contradictorio. Es la encarnación de la contradicción. Los cuentos le atribuyen todo tipo de méritos, desde el ser un sabio hasta el ser tonto, de ser generoso a egoísta y cruel, de hombre excepcional a vecino tan común como cualquier otro. Aspectos contradictorios por los se ven atraídos multitud de personajes que confrontan su propia ignorancia o sorpresa.. Un personaje completamente increíble por lo absurdo que resulta y que, sin embargo, transmite un tipo de sabiduría que pone en cuestión todo lo tomado por cierto.

Su fama hoy en día es especialmente reconocida en Turquía, sin embargo, sus historias se han extendido por buena parte del mundo. Son objeto de estudio de diversos autores, entre los que encontramos al que voy a utilizar hoy, Oscar Brenifier.

¿Por qué pensar a partir de la contradicción?

Aprende a filosofar con Nasreddin Hodja es un libro práctico para trabajar con nuestro grupo, pero que, al mismo tiempo, nos permite profundizar todo lo que nuestra respiración aguante. Siguiendo la línea de Brenifier propone el uso de las competencias filosóficas que él identifica: problematizar, profundizar y conceptualizar. Poniendo aquí el acento en la capacidad de problematizar, que es a lo que van los relatos de Nashrudín.

Problematizar nos permite abrir el espacio para adentrarnos en lo que nos resulta impensable. En lugar de partir de un conocimiento cierto, presenta algo que escapa de nuestra lógica y nos incomoda o nos hace reír por lo absurdo. En los relatos de Nasrudín encontraremos momentos en los que sintamos algo así como que tras semejante tontería hay una verdad extraña. Además, no habrá una explicación reconfortante, o una moraleja al final, solo eso: la sensación de que el relato nos transmite algo que no encaja dentro de nosotros.

Y este sentimiento ya merece la pena. Pero si queremos ir más allá, no nos quedará más remedio que salir un poco de nosotros mismos. Mirar desde fuera nuestras propias ideas para saber qué pone en cuestión el relato; ideas sobre la moral o sobre lo sabido, en definitiva, ideas sobre lo comúnmente aceptado.

A continuación, comparto algunos de sus relatos y algunas preguntas que podemos llevar a nuestro grupo para incentivar la reflexión. Pero ¿qué tal si proponemos que el grupo extraiga sus propias preguntas? A veces tendremos la impresión de que el relato no está del todo bien, que “yo cambiaría esta parte”, otras nos invitarán a juzgar a alguno de los personajes, incluso en algún caso nos recordarán momentos que hemos vivido nosotros mismos. Una buena idea sería trabajar con eso, tratar nosotros de modificar los relatos y justificar nuestros cambios, pensar ¿por qué sentimos que estaría mejor así?, o ¿por qué creo que eso no está bien?, ¿qué motivos tendría alguien para actuar de esa manera? En definitiva, ¿qué problemas encuentras en estos relatos?

Algunos de los relatos que comparto se encuentran en el libro de Brenifier, pero otros los puedes encontrar en las colecciones que ha publicado Idries Shah. En todo caso, se encuentran esparcidos por multitud de libros y páginas en internet, relatados de diferentes formas. Yo he elegido abreviarlos en su forma más esencial, por lo que si quieres presentarlos ante tu grupo, puedes desarrollarlos como gustes.

Buscando donde hay luz

Un vecino encontró a Nasrudín buscando algo bajo la farola que iluminaba frente a su casa. Detenido a su lado se afanó en mirar por el suelo, hasta que le preguntó.

– Nasrudín, ¿qué estás buscando?

– La llave de mi casa – le dijo.

Siguieron un rato bajo la farola buscando hasta que nuevamente le preguntó.

– Recuerdas dónde la has perdido.

– Sí – contestó el sabio, – dentro de mi casa.

– Pero entonces – se sorprendió el otro, – ¿por qué la buscamos aquí?

– Porque hay más luz

Algunas preguntas para reflexionar

¿Por qué nos empeñamos a veces en hacer algo que al mismo tiempo consideramos infructuoso?

¿Por qué nos aferramos a veces a “ayudas” que nos alejan de nuestro objetivo?

¿Se puede encontrar algo que no se busca?

¿Sirve de algo ayudar a alguien en una empresa que consideramos absurda?

¿Sirve de algo buscar las cosas donde pensamos que no están?

Sal no es lana

Nasrudín llevaba sal en su burra para vender al mercado. Al cruzar el río, la sal se diluyó en el agua, y al llegar al otro lado, la burra respiró aliviada del peso. Nasrudín en cambio se molestó mucho, y aun más con la satisfacción de su burra.

Al volver a cruzar en la siguiente ocasión, el sabio cargó su burra con lana. Por lo que, al pasar, la lana absorbió el agua y al otro lado el peso se multiplicó. La burra resoplaba de cansancio bajo el peso de la lana empapada.

– ¡Ja! – se rió Nasrudín – pensabas que siempre que pasaras por el río se te aliviaría la carga, ¿verdad?

Algunas preguntas para reflexionar

¿Hay cosas que nos hacen bien y creemos que será así por siempre?

¿Cómo afecta el contexto a lo que juzgamos que es bueno o malo para nosotros?

¿Puede una experiencia cruel transmitir una enseñanza?

¿Cómo podemos aprender de alguien que nos trata mal?

¿Puede una buena experiencia generar algo malo?

El fin del mundo

– ¿Crees en el fin del mundo Nasrudín?

– Por su puesto, creo en los dos.

– ¿Cómo? ¿acaso hay dos?

– Así es. Hay uno pequeño y otro grande.

– ¿Y cómo es eso?

– El pequeño será cuando muera mi esposa. El grande cuando yo mismo me muera.

Algunas preguntas para reflexionar

¿Podemos valorar el mundo si no lo conocemos por completo?

¿Puede ser la desaparición de lo que más valoramos el inicio de un nuevo mundo?

¿Podemos vivir varios mundos dentro de este?

¿Hay personas que dan sentido a nuestro mundo?

¿Desaparecemos del mundo por completo cuando nos morimos?

El traje de Nasrudín

Nasrudín había recibido la invitación para acudir a la cena de un grupo de alta sociedad. Como solía acostumbrar acudió a la cena vestido con su manto. Sin embargo al llegar a la casa donde se celebraba la cena nadie le prestaba mucha atención, ni siquiera le dirigían la palabra y no encontraba donde sentarse en la mesa. Así que se fue a su casa. Allí se cambió de ropa y eligió un traje más elegante para volver.

De nuevo en celebración los invitados sí le buscaban para charlar, y le abrían camino hacia las diferentes estancias para enseñarle la casa, e incluso le buscaron el mejor lugar en la mesa y le acercaron buenos manjares y un gran plato de sopa. En el centro de la atención de todos Nasrudín comenzó a meter las mangas de su traje en la sopa, y a restregar los manjares por su chaqueta y sus pantalones. Ante el asombro de todos decía

– Come traje, come, que has sido tratado con mucha atención y te lo has ganado.

Algunas preguntas para reflexionar

¿Dice algo de nosotros la forma de vestir que tenemos?

¿Las apariencias engañan?

¿Para qué sirven las normas sociales?

¿Por qué hay personas que pasan totalmente desapercibidas?

¿En que se diferencian la apariencia y la realidad?

El sermón de Nasrudín

Advertidos de que el Nasrudín se encontraba en la ciudad grupos de profesores y sabios de todas partes acudieron a pedirle que les ilumine con su sabiduría. Tras largas insistencias Nasrudín accede y se organiza una conferencia. Sin embargo, cuando se presenta ante su auditorio les pregunta

– ¿Sabéis lo que os voy a decir?

– No – contestan.

– ¡Ilumínanos, maestro! – decían algunos.

– Pues si no sabéis, no podré deciros nada. ¡Sois demasiado ignorantes para empezar a hablar! – Dijo Nasrudín y abandonó el lugar ante el asombro de todos.

Volvieron sin embargo al día siguiente a preguntarle. Y fue tanta su insistencia que no le quedó más remedio que volver a la sala de conferencias, donde de nuevo estaban todos reunidos.

– Y, ahora ¿sabéis lo que os voy a decir? – repitió desde lo alto en la sala de conferencias.

– ¡¡Sí sabemos!! – gritaron a coro.

– Pero, entonces, no es necesario que os entretenga más. Podéis marcharos.

Viendo que de nuevo Nasrudín les había dejado sin sus palabras acudieron por tercera vez a pedirle que se presentara ante el auditorio.

– ¿Sabéis o no sabéis? – comenzó él.

– Unos sabemos y otros no.

– Perfecto – dijo Nasrudín, – entonces, los que saben que les expliquen a los que no saben.

Algunas preguntas para reflexionar

¿Todo saber se puede transmitir?

¿Necesitamos un guía para aprender?

¿Hay siempre una sola verdad?

¿Podemos aprender todo por nosotros mismos?

¿Necesitamos que un sabio nos confirme lo que sabemos?

Mas relatos sobre Nasrudín

La última imagen de este artículo muestra a Nasrudin de una manera que se ha hecho famosa, montado al revés en su burra. Si buscas en internet encontrarás muchos más relatos sobre este excéntrico personaje, incluso la explicación de esta manera tan peculiar de montar en burro. ¿Lo conocías? ¿qué opinas sobre su sabiduría?

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