Introduciendo las técnicas con tinta
En la educación plástica-visual, ya desde Primaria, se busca que el alumnado se familiarice con la imagen bidimensional y la tridimensional, viendo sus diferencias. Para ello nuestros alumnos tienen que apreciar el entorno desde sus cualidades plásticas y estéticas. Así, se pretende generar el interés por el acto creativo, para lo cual, conocer las técnicas principales de pintura y dibujo es una prioridad.
Dentro de las técnicas al agua, pintar con tinta nos permite crear con espontaneidad a la vez que centrarnos en el detalle. Las tintas pueden ser de color negro, amarillo, rojo, azul prusia o color sepia. Tanto si se trabaja en color como en blanco y negro, se necesita haber aprendido el claroscuro previamente. Es decir, es aconsejable saber representar los distintos grados de iluminación en las formas. Por esta razón, sería adecuada su introducción en Secundaria.
Aunque no todos los alumnos y alumnas estarán igualmente preparados, podemos sentar las bases de su uso adaptándonos a los objetivos del área y nuestra propia metodología. Más tarde, es posible un mejor aprendizaje y su desarrollo en el Bachillerato Artístico.
Respecto a la bibliografía de apoyo lo ideal es poder consultar libros publicados en Japón o China, pero pueden presentar la dificultad de la traducción. Afortunadamente, hay manuales de reciente publicación en español sobre la aguada japonesa sumie, siendo su equivalente en chino shuĭmò. Pero quiero destacar un artículo anterior, La aguada, escrito por Robert Moran en la revista Tecniarte de la que fue redactor jefe. Moran hizo un excelente resumen, con muchos detalles, sobre la historia de la técnica de la aguada, los materiales, soportes y manejo de las herramientas. Lo publicó en el primer número de la revista, en octubre-noviembre de 1987. Si estáis interesados, aun se puede conseguir en plataformas que venden publicaciones de segunda mano.
También os recomiendo la lectura de un artículo escrito por Sun Hongwei para el Club de lectura del Instituto Confucio, en 2013. Se titula Pintura a la tinta china: historia y vocabulario. En él explica con detalle el tipo de material utilizado, cómo se llama cada utensilio y sus características. Además, nos habla del origen de la técnica y de algunos de los pintores más reconocidos, transmitiendo la filosofía principal que hay tras el ejercicio de este tipo de pintura.
Dicho esto, antes o durante la práctica, es interesante comentar, aparte de los orígenes chinos, que en las cuevas de Altamira y Lascaux se pueden encontrar ejemplos del dominio de la línea en equilibrio con la mancha. Pintaban con una especie de tinta que conseguían mezclando carbón o tierra con agua. Pero la tinta en sí se considera que fue creada por los chinos y egipcios casi al mismo tiempo, alrededor del año 2500 antes de Cristo, mezclando un aglutinante con el carbón.
Actualmente existen distintos tipos de tinta que se presentan en barritas para diluir en el agua. Son fabricadas en China, en Japón o India. Además, podemos encontrar la tinta en botes de tamaño mediano ya diluida, siendo esta utilizada a menudo para caligrafía. Aparte se venden botecitos pequeños de tinta diluida negra, para cómics. La que nosotros podemos utilizar en el aula es la que viene diluida, que no es difícil de conseguir en España. Más adelante, en las tiendas de Bellas Artes, será posible comprar las barras y una especie de bandejita de piedra para tinta donde las mezclamos con agua. En Japón recibe el nombre de Suzuri y en China Yàntai.
En cuanto a los pinceles, los más adecuados son los japoneses o los chinos, ya que están especialmente fabricados para retener mucho líquido. Y como su mango es largo permiten un trazo más preciso. Si no se dispone de pinceles orientales, se pueden utilizar los pinceles de acuarela más bien gruesos. Lo que habría que tener en cuenta es que para que sequen mejor y no se quede el agua en el mango, habría que ponerlos boca abajo, colgando de alguna estructura sencilla de madera. Para ello, Robert Moran recomienda hacer un agujero en la parte superior del pincel y pasar un cordón, al modo que se presentan los pinceles orientales. Y para lavarlos afirma que es mejor utilizar jabón de Marsella enjabonándolos en la palma de la mano. De este modo evitaremos que se estropeen.
Lo que sí es importante enseñarles es que el pincel no se coge como un lápiz, sino que se sujeta desde la parte media del mango hacia arriba inclinándolo un poco. Incluso a veces se coge desde un poco más arriba y se coloca casi verticalmente. Así se van haciendo ligeros movimientos con la muñeca para conseguir diferentes direcciones en el trazo. Poco a poco nuestros alumnos irán encontrando la manera cómoda y natural de girar, arrastrar o retorcer la brocha. De esta forma, son muchos los efectos que podrán conseguir.
Además del pincel, la técnica permite el uso de otros materiales como esponjas, palillos o rodillos.
Respecto al papel, se puede elegir uno para acuarela o tempera cuando estamos introduciendo la técnica. Más adelante ya se podrá trabajar sobre papeles japoneses o chinos, que son muy finos. En un principio esto puede ser complicado, pero es bueno que nuestros alumnos conozcan los distintos gramajes y grados de absorción del papel. A ser posible, llevaremos muestras a clase de papel chino, xuānzhĭ, o japonés, washi, que ya podemos conseguir online o en las tiendas de Bellas Artes.
A continuación, planteo una actividad que constará de dos partes.
Primera parte
Por la dificultad que puede encerrar dibujar o pintar con estos materiales, en un principio es necesario que utilicemos un referente. Incluso si no les gustan, nuestros alumnos y alumnas tendrán que aprender a apreciar otros estilos y modos de hacer. Así que la primera parte consistirá en realizar una copia, lo cual puede llevar de cuatro a seis horas lectivas de trabajo.
Durante este ejercicio, aprenderán a apreciar mejor la gradación, las luces, las sombras y los tonos intermedios o medios tonos. O sea que les ayudaremos a distinguir las zonas oscuras, semiclaras y claras. También tendrán que utilizar los pinceles ‘con gracia’, es decir, que crearán varios registros donde las líneas tendrán distintos grosores. Estas líneas se combinarán con las manchas y así conseguirán un equilibrio entre lo dibujado y lo pintado, característica intrínseca de la aguada.
Propongo como obras a copiar las siguientes, en el orden indicado por su nivel de complejidad o posibles diferencias a notar gradualmente.
- Animales que juegan, rollo horizontal con representaciones satíricas de animales, “chōjūjinbutsugiga”. Autor: Toba Sōjō (Kakujū), siglo XII. Se encuentra en el templo Kōsanji, Kioto.
- Pinos en la niebla, pareja de biombos de seis paneles cada uno. Autor: Hasegawa Tōhaku, siglo XVI. Se encuentra en el Museo Nacional de Tokio.
- Paisaje del Valle del Arno (la garganta de la Gonfolina), dentro de los bocetos y dibujos de paisajes toscanos. Autor: de Leonardo da Vinci, 1473, siglo XV. Se encuentra en el Opificio delle Pietre Dure, Florencia.
- Primavera temprana, pergamino colgante. Autor: Kuo Hsi (Guo Xi), 1072, siglo XI. Se encuentra en National Palace Museum de Taipei, Taiwan.
Estas cuatro obras pueden ayudar mucho a los chicos y chicas que se enfrentan por primera vez a este tipo de pintura. De hecho, la obra de Toba Sōjō es un referente en las universidades de Bellas Artes de Japón. Durante mi estancia en Okinawa, vi como los alumnos de los primeros cursos copiaban detenidamente el rollo de Kakujū para aprender la técnica. En él aparecen muchos tipos de líneas que interpretan la vegetación y el agua, aparte de la figura de animales en movimiento. En este caso trabajarían la línea más que la mancha, por lo que es aconsejable su copia como primera práctica.
La siguiente obra, el biombo de Hasegawa, con los árboles como protagonistas, es un precioso ejemplo de cómo el desvanecimiento en la mancha puede plasmar la sensación de distancia. El pintor representó la neblina casi sin pintar, lo cual aporta a su paisaje una atmósfera profunda y misteriosa.
Algo parecido sucede en algunos dibujos de Leonardo, pero con un ejercicio de la línea más preciso. En el paisaje del Valle del Arno se pueden apreciar la lejanía de las montañas y el valle. El artista representó sensiblemente las hojas de los árboles, integradas en el movimiento del agua, continuando hacia las montañas. Es una muestra del dominio del grafismo adaptado a los volúmenes de la naturaleza.
Por último, tratarían de copiar el paisaje montañoso de Guo Xi. Se trata de una bella representación del paisaje al final del invierno. Da la sensación de no terminar nunca y elevarse en el cielo. La catarata está perfectamente definida y las nubes están y no están, al modo de la pintura de Hasegawa.
Segunda parte
La segunda parte del ejercicio consiste en que cada uno de nuestros alumnos piense en un tema y lo proponga a otro estudiante destinado por suerte. Aquí estableceremos una estrategia de juego para que se relajen un poco después del tiempo en el que han estado copiando. Dejaremos unos minutos para que piensen el tema y lo comuniquen al otro compañero.
Una vez sepan lo que van a pintar, dejaremos que trabajen durante una sesión, es decir, unos 45 minutos máximo. La razón es que al pintar con la tinta la frescura e inmediatez del trazo es importante, por lo que limitar el tiempo nos permitirá valorar lo que han ganado en destreza.
Finalizada la sesión, cada alumno irá contando su experiencia. Si no es posible en el mismo día, recogeremos los trabajos y lo haremos en la siguiente hora de plástica, pero siempre dedicaremos el tiempo suficiente para que nuestros alumnos se expresen con tranquilidad y confianza.
En el tiempo establecido para su formación plástica, nuestros alumnos y alumnas valorarán los procesos de aprendizaje a medida que se sientan más seguros utilizando el material. Además, aprenderán a hablar sobre sus dibujos y a expresarse según los códigos del lenguaje plástico. Para conseguir esto último será muy importante que se relajen a través de puestas en común y trabajos realizados en grupos reducidos. A la vez, estaremos consiguiendo que su autoestima crezca positivamente.
Sois bienvenidos a aportar cualquier idea en los comentarios. ¿Has trabajado ya las técnicas al agua en tu clase? ¿Tienes alguna pregunta sobre este artículo?