La Fundación Bofill alerta de que los resultados educativos de Cataluña sólo mejorarán si se reducen las desigualdades

El sistema educativo catalán arrastra desigualdades que se acumulan e impiden la mejora de los resultados educativos. Por eso, la Fundación Bofill pide al Departamento de Educación y Formación Profesional que sitúe la equidad educativa en el centro de las prioridades de la legislatura. Coincidiendo con el inicio de la elaboración del Plan de Gobierno del nuevo ejecutivo, la entidad destaca que sin una apuesta clara por la equidad no podrá existir excelencia educativa ni mejora de los actuales resultados de aprendizajes, y alerta de las consecuencias de desatender los entornos y centros educativos con mayor concentración de vulnerabilidad y con mayor segregación.

«Hay una falla sistémica de los resultados de aprendizaje», explica el jefe de proyectos de la Fundación Bofill Miquel Àngel Alegre, “a nivel general pero también por unos resultados desiguales que evidencian una polarización entre centros”. Por eso la organización pide a la nueva consejera de Educación, Esther Niubó, focalizar esfuerzos en los centros más complejos y en las
complejidades de cada centro, con mayor orientación, recursos y más becas. “Los resultados de PISA muestran que los países que destacan en excelencia y altos resultados también lo hacen en equidad”, añade Alegre. También argumenta que los cambios demográficos harán aún más necesario atender unas complejidades educativas variables que van más allá de la escuela, a partir de herramientas como los Planes Educativos de Entorno o Zonas Educativas.

“Todos los indicadores señalan que se están cronificando situaciones de segregación y abandono escolar en centros y zonas que concentran mucha complejidad y pobreza. Por esto, se necesitan planes intensivos educativos y sociales específicos para centros y entornos vulnerables con un enfoque comunitario”, apunta Mònica Nadal, directora de investigación de la Fundación.

La entidad urge también a impulsar políticas específicas y ambiciosas en dos ámbitos que limitan las oportunidades educativas de los niños y jóvenes: la segregación escolar, porque sigue siendo mucho más alta que la residencial y es imprescindible atender a los 410 centros más segregados del país, y el abandono escolar prematuro (AEP), que ha crecido hasta el 14,8%. En el caso de la AEP, la Fundación Bofill lamenta que a pesar de la dimensión de la problemática y el consenso político y social para hacerle frente, aún no se haya impulsado un plan de choque con medidas efectivas que permitan revertir el abandono, que sigue muy por encima del objetivo que fija la Unión Europea (9%).

En este sentido, señala que los dos acuerdos políticos que se han hecho públicos entre el PSC y ERC, y el PSC y los Comunes recogen algunas medidas por la equidad educativa, sobre todo en el segundo caso, pero lamenta que ninguno de los dos mencione ni contemple medidas para hacer frente a la elevada tasa de abandono escolar. También destaca que aborden la gratuidad del servicio de comedor escolar y de actividades de ocio, imprescindibles para garantizar oportunidades educativas, tal y como recogía el acuerdo parlamentario para la universalización de las extraescolares.

La entidad también insta a que el cambio de nombre del Departamento, con la inclusión de la Formación Profesional, se refleje en una apuesta real por la formación profesional de calidad, con orientación, planificación e incremento de plazas. “La Formación Profesional debe ser una política clave en la lucha contra la AEP y por la continuidad educativa efectiva, por eso es necesario un incremento de plazas, orientación y una formación de calidad y adaptada a las necesidades del territorio”, señala Elena Sintes , jefa de proyectos, “para garantizar que -a diferencia de lo que ocurre actualmente- ningún joven se quede sin estudiar por falta de plazas adecuadas”.

La entidad recuerda que la educación hace frente a múltiples retos muy relevantes y señala que “el nuevo ejecutivo debe impulsar ya desde el Plan de Gobierno políticas con una apuesta explícita por la equidad como base de un mejor sistema educativo ”. También concreta urgencias como la aprobación de un nuevo decreto de conciertos que obligue a todos los centros concertados a corresponsabilizarse en la escolarización equilibrada, una financiación más justa para los centros que más lo necesitan o la creación de zonas educativas con especial atención a los entornos más vulnerables.

Son algunas de la cuarentena de medidas recogidas en el documento La legislatura de la educación: retos y propuestas para mejorar la equidad educativa, que publicó la Fundación Bofill para las últimas elecciones, para responder a ocho urgencias educativas.

En un discurso de investidura de 4.838 palabras, el hoy 133 presidente de la Generalitat, Salvador Illa, mencionó la educación 9 veces y apeló a la educación como una de las prioridades para hacer posible “la tercera grande transformación de Cataluña desde 1980”. Sin embargo, ya pesar de que los actuales niveles de desigualdad educativa son el origen de los grandes retos que debe afrontar el sistema educativo del país, no hizo referencia alguna a objetivos concretos ni a una apuesta por la equidad.

Al asumir el cargo, la consellera Niubó señaló que era «consciente de los retos» que afronta la educación. La entidad recuerda que la “Cataluña que ofrece la mejor educación a nuestros hijos e hijas”, en palabras de Illa, sólo será posible si consigue reducir los actuales niveles de desigualdad y garantizar las mismas oportunidades educativas para todos.

De acuerdo con el comparador de programas electorales elaborado por la Fundación Bofill en el marco de las últimas elecciones, el actual Parlamento cuenta con grandes consensos para sacar adelante medidas que den respuesta a los grandes retos de equidad y por la igualdad de oportunidades educativas.

• 107 escaños contra el Abandono Escolar Prematuro: Prácticamente la mayoría de los 107 escaños de los partidos que se comprometieron a luchar contra el abandono en campaña explicitaban el objetivo de situar el 14,8% de AEP actual por debajo del límite de la Unión Europea (9%). Proponían reforzar la orientación (PSC, Junts, ERC, Comuns), coincidían en desplegar el Plan de choque (PSC, ERC), incrementar la oferta de postobligatoria (PSC, Comuns, CUP), actualizar centros de FP (PSC, Juntos) o la FP dual (PSC, Junts), al fortalecer centros de nuevas oportunidades (PSC, Junts, Comuns) o las becas y ayudas (PSC, Comuns).
• 107 escaños para una financiación más justa de los centros: Una amplísima mayoría de los partidos catalanes han obtenido representación en la cámara con el compromiso de financiar las escuelas e institutos de forma más equitativa. Los programas de PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP explicitaban que la complejidad de los centros debe determinar los recursos económicos y humanos que deben recibir, con diferencias y matices en relación a la titularidad.
• 107 escaños para garantizar la educación más allá de la escuela: Con medidas diversas, existen mayorías suficientes para garantizar actividades extraescolares o de verano para todos. La cobertura del comedor tiene también un fuerte soporte y aparece en un acuerdo de investidura. La mejora de la financiación de escuelas de música, teatro y danza también reúne consensos. El PSC se comprometió a mejorar el de conservatorios y escuelas de música y danza, Junts a garantizar la oferta y facilitar su acceso y Comunes a revertir los recortes.
• 122 escaños para ampliar la educación 0-3: Aparte de aparecer en los dos acuerdos de investidura, es el ámbito educativo que permite un consenso más amplio en la cámara catalana. A los escaños que suman la mayoría de propuestas por la equidad, se pueden añadir los 15 del PP que se presentó con un escueto «guarderías gratuitas de 0 a 3 años».