Un año fuera del nido: Una experiencia que ronda entre los 10.000 y los 65.000 euros
Las madres y padres creen que enviar a sus hijos al extranjero les vuelve más independientes y flexibles. © ADOBE STOCK
“Quien bien te quiere, te hará viajar”, este es el lema de Ad Astra, una agencia que nació en 1996 en Seattle, Estados Unidos, enfocada en organizar programas de verano para jóvenes y, desde el 2022, años académicos en el extranjero.
“Hemos enviado a más de 5.000 alumnos”, dice Pablo Martínez de Velasco, CEO y fundador de la agencia y fiel defensor de las ventajas de estudiar en el extranjero durante un año escolar. “La madurez, conocimiento de otras culturas y la forma de pensar que se adquieren cuando se vive una experiencia educativa en el extranjero no tienen precio”.
Ad Astra tiene acuerdos educativos con Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido, la mayor parte de países de la Unión Europea, Dubái, Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, los grandes favoritos de las familias para enviar a sus hijos durante un año académico son, en orden: Estados Unidos, Canadá, Irlanda e Inglaterra. Durante el verano, el orden varía y triunfan los países más cercanos a España: Irlanda e Inglaterra.
La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha impactado en diversos aspectos, entre los que destaca el educativo. Ha habido modificaciones en el sistema académico que aún no se han incorporado a la normativa española sobre convalidaciones, por lo que es una opción menos elegida por las familias.
Aún así, “existen muchos factores” a la hora de elegir destino para estudiar fuera, ya que cada alumno “tiene circunstancias diferentes”. “Hay quienes quieren vivir la experiencia completa de inmersión en el continente americano y en cambio otros padres prefieren tener a los hijos más cerca de casa”, señala Pablo.
En todos los destinos facilitados por Ad Astra, los alumnos están acompañados de un coordinador local, que actúa como figura de apoyo ante cualquier problema o necesidad del estudiante.
Silvia Fernández ha enviado este año a su hija Carlota, de 15 años, a estudiar un año académico a Canadá con Ad Astra, a la que llegó por “una recomendación personal”. Eligió Canadá porque “los canadienses son más abiertos que los americanos” y “para que la experiencia sea más intensa e inusual” y por la belleza del país.
Carlota estudia lo que en España equivaldría a 4° de ESO en Vancouver, donde apenas lleva un mes. Lo que más le está llamando la atención del sistema educativo canadiense es que “las asignaturas son mucho más prácticas” y que “la gente viste como le da la gana”.
Aunque asegura que no está siendo fácil adaptarse al idioma ni a los horarios, y que echa de menos a su familia, Carlota dice que “sin duda” recomendaría la experiencia. “Al principio hay que intentar estar entretenido para no pensar mucho y, sobre todo, quitarse la vergüenza”, aconseja.
“Cada alumno tiene su momento, pero desde los 11 años para verano y los 13 para año escolar consideramos que empieza a ser una buena edad para embarcarse en esta aventura”, señalan desde Ad Astra.
En esta etapa, los niños alcanzan un nivel de madurez y responsabilidad que les permite enfrentar esta vivencia. Sin embargo, en España, la mayoría de las familias ha optado tradicionalmente por posponer esta decisión, esperando hasta 4º de la ESO o Bachillerato, es decir, a partir de los 15 años.
Silvia, como muchas otras madres y padres, decidió enviar a su hija al extranjero durante el último curso de la ESO “para que abriese su mente y se volviera más independiente y flexible”. “Nos pareció el más conveniente para que no le costará incorporarse luego tanto en Bachillerato”, aclara.
“En nuestro caso, que pudimos elegir destino y escuela, asciende a 25.000 euros, más gastos mensuales”, dice Silvia.
El gasto medio de enviar a un alumno a estudiar un año en el extranjero varía considerablemente según el país y el tipo de programa elegido.
- Colegio público subvencionado (visa J1): Desde 9.795 €. Es una de las opciones más económicas porque la familia anfitriona no recibe compensación económica.
- Colegio público seleccionado (visa F1): Varía entre 19.000 € y 64.000 €, dependiendo de la ubicación y el prestigio del colegio.
- Colegio privado (visa F1): Oscila entre 21.000 € y 65.000 €.
- Colegios públicos seleccionados: El costo va de 16.800 € a 28.160 €.
- Colegios privados residenciales: Pueden alcanzar hasta 36.000 €.
Los programas en estos países parten de 14.595 €, siendo una opción atractiva por la proximidad geográfica.
Estos precios suelen incluir la matrícula en el colegio, seguro médico, gestión del visado y alojamiento. “Familias, residencias, internados y campamentos son los alojamientos más habituales entre los estudiantes”, señala Pablo, que destaca que “en caso de ser adultos, hoteles o apartamentos también son una opción”.