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Una solución para los alumnos de FP de Cataluña que todavía no tienen plaza

Antonio JimenoLunes, 9 de septiembre de 2024
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El problema en números

En Cataluña para estudiar algún curso de FP en el año académico 2024/2025 han habido 100.472 solicitudes, más que en el curso 2023/2024 en el que hubieron 95.828. El orden en la asignación de plazas se ha cambiado, en lugar de ser por orden de petición, ha sido por la nota media del 3º y 4º de ESO. A mediados de julio el Departamento de Educación dio 45.168 plazas a los alumnos que la habían solicitado en la primera opción. A partir de las vacantes resultantes, el 31 de julio el Departamento dio 23.900 plazas más, los cuales la han de confirmar entre el 2 y el 6 de septiembre. Quedan pues 31.404 (100.472 – 45.168 – 23.900 = 31.404) solicitudes por atender, es decir el 31% de los solicitantes.

El próximo 12 de septiembre, justo el día en el que empiezan las clases de FP, estas personas deberán hacer una nueva solicitud para intentar ser admitidos en algunos de los ciclos en los que haya vacantes. El Departamento ha informado que de momento dispone de 10.384 plazas (4.838 en ciclos de grado medio y 5.546 en ciclos de grado superior), por lo que si no hay nadie que renuncie a su solicitud, se quedarán sin plaza para estudiar FP unas 21.020 personas (31.404 – 10.384 = 21.020), es decir dos de cada diez. El 25 de septiembre saldrá la lista de asignaciones del proceso extraordinario, después habrá unos días para matricularse y el 30 de septiembre se publicarán las vacantes que queden, es decir que hasta octubre miles de alumnos no sabrán si tienen una plaza en la enseñanza gratuita.

La reacción de la sociedad

  • Los alumnos y sus familias. Muchos de los 31.404 solicitantes que no han obtenido plaza en ninguna de las diez opciones que han solicitado, viendo que el curso empieza el 12 de septiembre, no quieren arriesgarse a quedarse sin plaza en ningún sitio, por lo que ya están buscando plaza en centros de FP privados no concertados, es decir en los que se ha de pagar entre 300 y 400 euros mensuales. Esto muchas veces sí les permitirá estudiar la especialidad que desean y cerca de sus casas, pero el problema es que esta solución no está al acceso de todas las economías familiares.
  • Los centros privados no subvencionados. Como la falta de plazas de FP en la enseñanza pública y en la concertada ya lleva muchos años sucediendo, los centros privados no concertados se han multiplicado. Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en España, en la última década, si bien el número de alumnos en la enseñanza pública ha aumentado en un 31% y en la privada concertada lo ha hecho en un 23%, en la privada no concertada lo ha hecho en un 468%. Ello lo han conseguido básicamente mediante el ofrecimiento de la enseñanza a distancia. Concretamente, en Cataluña, el curso pasado hubo 113.072 alumnos de FP en centros públicos y 84.298 en centros privados no concertados, de los cuales 66.270 alumnos lo hacían en la modalidad de enseñanza a distancia. Esta modalidad es cinco veces más utilizada en los centros privados no subvencionados que en el denominado “Institut Obert de Catalunya (IOC)”, que es el único centro público que ofrece enseñanza a distancia. Para más datos se recomienda consultar los informes anuales del Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank.
  • Los sindicatos de la enseñanza pública. Estos sindicatos han hecho la petición a la Comisión Rectora del Sistema de Formación y Cualificación Profesionales (FPCAT) que cree un “Institut Obert de Catalunya” dedicado exclusivamente a la FP, con el objetivo de aumentar la oferta de plazas de FP y en el menor tiempo posible, y de que se aumente la oferta en los formatos semipresenciales y a distancia, aprovechando que la actual ley de FP establece un incremento de las horas que los alumnos han de estar en las empresas, así como el crecimiento de la llamada FP Dual.
  • El sindic de greuges y las patronales. En Cataluña la Síndica de Greuges o defensora del pueblo, Esther Giménez-Salinas, ha dicho que estudiará de oficio la situación de los 31.404 alumnos sin plaza y ya ha pedido información al Departamento de Educación y ha solicitado a las personas afectadas que envíen su queja por correo electrónico a su institución. Por otro lado, las patronales Foment del Treball y PIMEC han expresado públicamente su preocupación y han pedido que no se vuelva a repetir esta situación. Para ello han solicitado que se haga una buena orientación profesional durante la ESO que permita prever las futuras solicitudes del alumnado. También han anunciado que revisarán que haya suficiente plazas de las especialidades más solicitadas por el mundo laboral.

Hablemos de las soluciones

Es evidente que no se puede dejar a decenas de miles de alumnos sin plaza o con una plaza de una especialidad que no quieren estudiar o que está muy alejada de donde viven. Por otro lado, nuestro país necesita urgentemente gente joven formada en la formación profesional de grado medio y de grado superior, porque sin estas personas nuestras empresas no pueden subsistir ni desarrollarse. La actual falta de eficacia en la asignación de plazas no puede perjudicar ni a los alumnos ni a las empresas.

Para crear en unos pocas semanas miles de plazas de un elevado número de especialidades, hay que recurrir a la enseñanza semipresencial y a la enseñanza a distancia y hay que contar con todos los centros educativos de FP del país, sean públicos, privados concertados o privados no concertados. Esto último implica facilitar becas a todo el alumnado sin recursos que no tenga una plaza en la enseñanza pública o en la enseñanza concertada y que, por lo tanto, precisa pagar una mensualidad en un centro privado no concertado.

Esta solución de máxima urgencia implica establecer pruebas externas con valor académico al final de la FP de grado medio y al final de la FP de grado superior, para evitar los posibles fraudes educativos, es decir que los centros regalen aprobados a alumnos a los que en realidad no les han enseñado lo establecido. Además, para titular ha de ser inexcusable haber superado las prácticas de la formación dual en una empresa. Por otro lado, en el caso de los alumnos becados, el abandono de los estudios a medio curso, debe comportar la pérdida de la beca, porque no se puede dejar de subvencionar otras necesidades sociales para potenciar la FP y que esos recursos no sean aprovechados.

Además, hay que establecer un sistema de orientación profesional desde el primer curso de la ESO para ayudar al alumnado a determinar con suficiente tiempo, qué tipo de estudios quiere realizar después de la ESO y, en algunos casos, a partir del segundo curso de la ESO.

Antonio Jimeno es el presidente del sindicato AMES

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