Vía Críminis: un viaje literario y gamificado por Salamanca
Roy Páramo de Llano, docente de Secundaria Obligatoria en Castilla-León, ha sido galardonado con la Peonza de Plata en la edición de 2023 del Premio Espiral por su innovador proyecto Vía Críminis. Este se presenta como un fascinante recorrido educativo que fusiona diversas metodologías de enseñanza, como el Aprendizaje Basado en Retos (ABR), el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), el Aprendizaje Servicio (APS) y la gamificación, integrando elementos de Escape Room para acercar a los estudiantes a la obra de destacados autores de la literatura española.
Vía Críminis invita a los alumnos a resolver enigmas y participar en aventuras literarias interactivas en la ciudad de Salamanca, utilizando su patrimonio como un tablero de juego. Cada capítulo se convierte en una pieza de un rompecabezas mayor, que no solo desafía el pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas, sino que también fomenta competencias clave como la comunicación lingüística, la iniciativa y la conciencia sobre el patrimonio local.
Conversamos con Roy Páramo sobre Vía Críminis, el impacto de esta metodología en sus estudiantes, y cómo ha sido recibido por la comunidad educativa y las instituciones locales de Salamanca.
¿Cómo surgió la idea de tu proyecto ganador? ¿Qué te inspiró a desarrollarlo?
–La idea de Vía Criminis ha buscado dar continuidad a un camino iniciado por un proyecto anterior, Via Litterae, en el que se había abordado el estudio de la Literatura desde un enfoque de ABP. Se recuperaron elementos del anterior proyecto como el uso de la gamificación, los grupos de trabajo cooperativo o la importancia de la dimensión tecnológica en el desarrollo del proyecto y la elaboración del producto final.
¿Cómo estructuraste el proyecto desde su concepción hasta su implementación en el aula? ¿Qué recursos y herramientas utilizaste durante el proceso de desarrollo?
–El entorno de Google Drive ha resultado fundamental para poder trabajar con un repositorio común. Del mismo modo, se utilizaron diferentes plataformas digitales de creación de contenido.
¿Cómo utilizaste la rúbrica del Premio Espiral para guiar el desarrollo de tu proyecto?
–La rúbrica que el Premio Espiral resulta muy útil a la hora de estructurar el proyecto y conseguir que resulte en una propuesta coherente y bien organizada. Contribuye a que no queden cabos sueltos y a no dejar de lado aspectos que tradicionalmente se descuidan como la visibilidad o el rigor de las herramientas de evaluación.
¿En qué consiste exactamente tu proyecto ganador? Describe sus objetivos y metodologías.
–Via Criminis es una propuesta de aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje servicio que emplea metodologías activas como el aprendizaje cooperativo o la gamificación. El objetivo general es abordar los bloques de comunicación oral y escrita, así como de educación literaria del currículo de Lengua Castellana y Literatura de 4º ESO mediante diversas actividades vertebradas por una narrativa argumental propia en las que el alumnado trabaja en grupos cooperativos, hace un uso proactivo de las TIC y desarrolla diversas competencias, habilidades sociales, el pensamiento crítico y la toma de decisiones.
El producto final es un conjunto de cinco juegos de escape por la ciudad de Salamanca navegables desde cualquier dispositivo móvil. El jugador deberá resolver in situ diferentes enigmas interactuando con edificios, calles y monumentos con el objetivo de resolver el misterio que encierran las distintas narrativas de ficción protagonizadas por cinco nombres capitales de nuestra literatura.
¿Cómo crees que tu proyecto ha influido en el desarrollo personal y académico de tus alumnos?
–A pesar de que la dinámica de trabajo resulta más exigente, activa y participativa la mayor parte del alumnado acoge esta manera de trabajar con una mayor motivación porque su rol deja de ser pasivo, debe enfrentarse a la toma de decisiones y su trabajo tiene una repercusión en su entorno. Conforme el proyecto avanzaba se iban sintiendo más cómodos y maduraban en el uso de las llamadas habilidades blandas y las destrezas sociales y comunicativas que el trabajo en equipo conlleva. Es decir, no solamente han trabajado sobre los contenidos y objetivos curriculares de la asignatura sino que lo han hecho de una manera mucho más rica para su persona.
¿Cómo viviste la experiencia de participar en la gala de entrega del Premio Espiral? ¿Qué emociones y recuerdos te llevas de ese día?
–Creo que siempre resulta muy alentador poder compartir con la comunidad docente las iniciativas que llevamos a cabo en el aula. El marco del Premio Espiral contribuye a dar difusión a ello en una jornada cargada de aprendizaje, celebración y desvirtualizaciones de colegas. Fue un día alegre, emotivo, lleno de sorpresas y del que me atrevería a decir que todos los participantes salimos con muchas ideas en el bolsillo e ideas renovadas.
¿De qué manera ha impactado este reconocimiento en tu práctica educativa diaria?
–Más que el reconocimiento, he encontrado muy útil la retroalimentación por parte del jurado en la que señalan aspectos que se pueden mejorar y apuntan algunas ideas y soluciones. Creo que no es algo habitual y que, sin embargo, es una muestra más de la apuesta por la educación de calidad que desde el Premio Espiral se propugna.
¿Has tenido la oportunidad de compartir tu proyecto con otros docentes o instituciones? ¿Cómo ha sido esa experiencia?
–Por mi parte, también he podido dar a conocer mi proyecto en otros eventos como SIMO Educación y publicarla como Experiencia Educativa Inspiradora en la página del INTEF.
¿Qué importancia tiene la innovación educativa para ti y cómo la aplicas en tu trabajo diario?
–Entiendo la innovación como la posibilidad de “mejorar lo mejorable”. En este sentido, creo que no se trata siempre de grandes cambios revolucionarios que renieguen de una tradición heredada sino más bien de buscar la manera en que nuestra práctica docente puede adecuarse más al momento en el que vivimos y que, evidentemente, está en constante cambio. Existen nuevos retos como la inclusión de la IA, los ODS o la dimensión de aprendizaje-servicio que son una invitación a repensar la labor docente.
¿Qué consejo le darías a otros docentes que desean participar en el Premio Espiral Internacional?
–Animo a todo docente que desee participar en el Premio Espiral Internacional a que lo haga sin preocuparse por el resultado. El hecho de sentarse a preparar la documentación es una oportunidad de repensar el propio trabajo y sirve como autoevaluación de la propia práctica docente.
¿Qué crees que es lo más importante para desarrollar un proyecto educativo innovador y exitoso?
–Creo que un proyecto innovador debe tener siempre el foco en el currículo, dar protagonismo y un papel activo al alumnado, incluir elementos tecnológicos y cuidar la documentación y difusión del trabajo. Otras capas, como la gamificación y una narrativa potente contribuyen indudablemente a reforzar la personalidad del proyecto.