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"El reto es luchar contra la frustración de aprender cuando te considerabas un experto"

En este primer episodio de "Orientación para el siglo XXI", el nuevo formato de la parrilla audiovisual de MAGISTERIO en colaboración con la plataforma de orientación vocacional Singularity Experts, su CEO, Elena Ibáñez, valora el presente del ámbito de la orientación y la situación actual del mercado laboral.
Marta Peiro del ValleViernes, 25 de octubre de 2024
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Elena Ibáñez (derecha), CEO de Singularity Experts, y Marta Peiro (izquierda), periodista de Magisterio, en un momento del primer episodio de "Orientación para el siglo XXI".

¿Cuántas veces habremos oído aquello de «los chicos de hoy en día tienen muchas más posibilidades de estudiar que hace 20 años»?

Muchísimas.

Sin embargo, ¿es esto realmente una ventaja… o un hándicap?

«Cuando tienes muchísima oferta necesitas una especie de sherpa que te ayude a elegir», apunta Elena Ibáñez en este primer episodio de Orientación para el siglo XXI, nuevo formato de la parrilla audiovisual de MAGISTERIO en colaboración con Singularity Experts.

La CEO de la plataforma de orientación, si bien destaca lo «maravilloso» de que la educación se ajuste cada vez «de manera más personalizada» a los gustos e intereses de los estudiantes, alerta de que, precisamente por eso, «la orientación es más importante que nunca». Pero no cualquier orientación académico-profesional: es imprescindible una que esté «actualizada al mercado laboral, a la realidad profesional».

Y es que, si bien aclara que no se trata de una crítica, Ibáñez señala que «la orientación sigue siendo bastante tradicional». «Si las recomendaciones que estamos haciendo son las mismas de siempre y las carreras y las FPs que estamos recomendando son las mismas de siempre, en realidad no estamos haciendo una orientación actualizada», explica. Según afirma, «la orientación que están haciendo la mayoría de colegios se parece bastante a la de la década de los 70».

Sí, la especialista apuesta firmemente por una orientación adaptada a los tiempos que corren. Pero, desde su punto de vista, hay algo aún más «retador». «Lo que parece más interesante no es que cambies muchas veces de empresa, es que vas a cambiar muy probablemente de rol, vas a tener que aprender cosas diferentes y aportar valores diferentes y adaptarte increíblemente«, declara. El mayor reto, dice, es «luchar contra esa frustración de estar continuamente aprendiendo cuando ya te considerabas un experto, y de repente sentir que eres un eterno principiante«.

En este sentido, Ibáñez destaca que la multidisciplinariedad, «tener muchos prismas», ya no va a ser algo opcional. «Ahora tus competencias van a ser diferentes aunque tu puesto sea el mismo, vas a tener que trabajar de una manera completamente diferente«, valora.

Ahí es donde entran en juego y cobran protagonismo las habilidades blandas. Y por eso insiste en la importancia de educar a los niños «en que sean flexibles de verdad y no se ofusquen fácilmente, porque el mercado laboral en el que van a tener que trabajar va a ser de constante cambio».

Pero no todo es urgencia, cambio y vértigo. Y estar desorientado, sin saber qué hacer, y sin las respuestas que, aparentemente, necesitamos, no debe verse como el fin del mundo. «Saber qué descartar, aunque no sepas qué escoger, ya es algo buenísimo», asegura Ibáñez, quien recuerda, además, que «lo fácil no es más bonito».

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