Cuatro de cada 10 adolescentes manifiesta haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental

UNICEF España y la Universidad de Sevilla han llevado a cabo un estudio sobre la salud mental, con la participación de 168 centros educativos de toda España y de 4.740 adolescentes de 13 a 18 años, los resultados se ven reflejados en el informe La salud mental es cosa de niños, niñas y adolescentes. Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024 .

El 41% de los adolescentes en España asegura haber tenido o creer haber tenido un problema mental en los últimos doce meses. El informe muestra que, de ese porcentaje, más de 1 de cada 3 adolescentes no ha hablado con nadie sobre esos problemas, y más de la mitad no ha pedido ayuda.

Aunque los adolescentes cada vez normalizan más hablar sobre salud mental, sigue existiendo un cierto estigma en torno al tema. Por esto, es importante que instituciones, tanto públicas como privadas, promuevan acciones, campañas o iniciativas que contribuyan a erradicar el estigma y los prejuicios, a la vez que mejore el bienestar de los niños y adolescentes.

Los propios adolescentes identifican factores que favorecen a la salud mental, entre ellos se encuentran, de manera interna: hábitos de sueño (74,9%), el ejercicio físico (62,3%) y llevar una dieta equilibrada (50,6%); entre los externos, destacan la buena relación con sus progenitores (82,6%), el apoyo de personas cercanas (82%) y hacer las cosas que les gustan y hacen sentir bien (78,6%).

En cuantos a los factores que perjudican la salud mental, encontramos internamente la baja autoestima, el consumo de alcohol y otras drogas, sufrir problemas de salud física y tener dificultades económicas. Ser víctima de bullying o tener problemas familiares, son factores externos que también influyen negativamente en la salud mental de los adolescentes.

El uso de las redes sociales por parte de los adolescentes se ha generalizado, por ello merecen especial atención. A pesar de que haya personas que si enseñan sus realidades en redes, son más las que muestran tener vidas perfectas y una buena salud mental, lo que hace que los adolescentes las tomen como referencia, llevando a comparaciones. El 73,5% de los adolescentes asegura no haber sentido agobio por la cantidad de información acerca del tema en redes, el 32% manifiesta haber sentido la necesidad de mostrar al mundo online una vida perfecta y sin problemas.

José Ángel, de 17 años y miembro del Grupo Asesor de UNICEF España, cuenta que los estereotipos y prejuicios que existen en la adolescencia, hacen que los adolescentes se sientan inseguros y por lo tanto intenten mostrar un estilo de vida y personalidad totalmente distinto a la realidad, solo por parecer “mejor” ante los demás.

Alae, de 16 años, también miembro del Grupo Asesor de UNICEF España, añade que es importante recibir educación sobre la salud mental desde pequeños, pudiendo reducirse de esta manera los prejuicios y estigmas asociados a la misma.

Ambos coinciden en que el rol educativo es crítico, y dicen que es necesario que haya un orientador en los centros educativos en el que poder confiar y acudir si se tiene algún problema para buscar una solución. En el caso de José Ángel esto se complica, en su centro solo hay un orientador para 1650 alumnos. Esta persona debe ser capaz de entender los problemas por los que pasan los distintos niveles educativos y animar a los estudiantes a seguir adelante.

Esta claro que a la sociedad aún le queda mucho por aprender en cuanto a lo que la salud mental se refiere. Y es necesaria la contribución de toda la sociedad. Desde UNICEF España hacen las siguientes recomendaciones:

• Reforzar los programas y servicios de detección, prevención precoz y atención de la salud mental de la infancia y la adolescencia en la Atención Primaria y sistemas sanitarios autonómicos.
• Mejorar el conocimiento y comprensión, a través de datos fiables, del estado de la salud mental de la infancia y la adolescencia.
• Promover iniciativas en los centros escolares, entendidos como entornos protectores, para fomentar el bienestar del alumnado y el aprendizaje emocional, mediante concienciación o formación para poder detectar problemas y saber cómo abordarlos.
• Apoyar a las familias y cuidadores mediante formaciones, recursos específicos, recomendaciones y redes de apoyo para familias.
• Potenciar la escucha activa y participación de los propios niños, niñas y adolescentes.
• Concienciar a través de los medios de comunicación para contribuir a erradicar el estigma.
• Fomentar un espacio digital en clave de bienestar emocional.

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