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Uno de cada tres docentes catalanes están dispuestos a dejar la profesión

Un 36% de los docentes catalanes está dispuesto a dejar la profesión y un 45% de ellos valora su salud psicológica como "mala" o "muy mala", según revela el último estudio sobre el estado de la docencia en Cataluña elaborado por el sindicato Ustec.
EfeJueves, 24 de octubre de 2024
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El president catalán, Salvador Illa, vista el aula de un centro.

El trabajo se inició en mayo de 2024 y, elaborado con el asesoramiento de la doctoranda de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) Irene Rodríguez, ha obtenido 10.414 respuestas completas y más de 14.000 si contamos con las respuestas parciales, teniendo en cuenta que en Cataluña hay 90.000 docentes activos en el sistema público. El sindicato Ustec ha valorado como «crítica» la situación de voluntad de abandono de los docentes catalanes, unas circunstancias que se dan mayormente en hombres (42%) respecto a las mujeres (34%) y, en términos de edad, la cifra es más grave en los que tienen entre 31 y 40 años (44%) en comparación con los mayores de 50 (25%).

Por etapas educativas, los más dispuestos a marchar son quienes llevan entre cinco y diez años en el sistema (43%), el triple más que los mayores de 50 años (16%). Asimismo, los docentes de los institutos-escuela y de los centros de adultos son quienes tienen mayor voluntad de dejar la docencia (41%), y los que menos, los maestros de las Zonas de Escuela Rural (ZER), con un 33%.

Según los docentes encuestados, los factores que hacen menos atractiva una profesión son los conflictos con personas (43%), la carga mental (25%) y la burocracia (19%), mientras que los que la hacen más motivadora son el ambiente de trabajo (36%) y una flexibilidad horaria favorable (19 %). Ante esta situación, desde Ustec han elaborado una batería de medidas para cambiar un escenario que consideran «crítico, pero reversible si hay voluntad política», entre las que se encuentran la reducción de ratios y de burocracia, revertir los recortes y un incremento salarial (mínimo de 2.500 euros).

En esta línea, entre los años 2020 y 2023 se contabilizaron hasta 240.343 sustituciones de docentes, por las que la Generalitat asumió un sobrecoste de 1.121 millones para cubrir bajas de profesores por cuestiones médicas, permisos familiares o excedencias laborales, entre otros motivos.

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