10 claves para garantizar el bienestar en la infancia
Sin duda, garantizar el bienestar en la infancia es un pilar fundamental en nuestra sociedad actual y está claro que para que esto se lleve a cabo de forma consolidad, es imprescindible la colaboración entre familias, docentes y gobiernos. Para ello, es clave crear un ambiente seguro y estable en el que los niños puedan crecer sintiéndose protegidos y cuidados, desde la familia ofreciendo un hogar estable y con rutinas establecidas, hasta el gobierno con políticas de protección infantil en todas las comunidades. Ahora bien, ¿qué podemos hacer desde nuestras casas o desde los colegios, incluso desde las instituciones gubernamentales, para garantizar el bienestar de los más pequeños?
A continuación, detallamos 10 claves que nos ayudarán a esta práctica de una forma eficaz y eficiente.
- La importancia del desarrollo emocional y mental: El desarrollo emocional y mental es clave para el bienestar de los pequeños. En casa, los padres deben escuchar y validar las emociones de sus hijos ayudándoles a expresarse, mientras en la escuela, los docentes pueden incorporar programas de educación emocional que enseñen a los niños a gestionar sus emociones. El gobierno, por su parte, debe invertir en servicios de salud mental accesibles para la infancia y en la formación de profesionales que puedan atender sus necesidades emocionales.
- Apostar por una educación inclusiva: La inclusión es esencial para asegurar el bienestar en la infancia, las familias juegan un papel fundamental en enseñar valores de respeto y empatía en casa, fomentando la aceptación de la diversidad y colaborando activamente con el colegio para entender y apoyar las necesidades específicas de sus hijos. Por otra parte, los docentes deben adaptar sus métodos de enseñanza, utilizando estrategias de adaptación que respondan a las distintas formas de aprender, ofreciendo una educación que valore las diferencias, percibiéndolas como una oportunidad para fomentar el desarrollo personal y social.
- Fomentar el tiempo de juego: El juego es fundamental para el desarrollo infantil, ya que permite que los pequeños aprendan mientras se divierten y trabajen aspectos fundamentales para su desarrollo motor, cognitivo, social y emocional. En casa, las familias pueden crear un entorno donde el juego grupal sea parte de la rutina diaria, permitiendo que los niños exploren, imaginen, y aprendan a su propio ritmo, lo que potencia los vínculos familiares y ayuda a los niños a que se expresen; además de que les ayuda a manejar la frustración en distintos contextos. También, en el colegio los docentes pueden realizar actividades lúdicas dentro de las sesiones de aprendizaje, siendo el juego una herramienta educativa muy válida para adaptarse a los intereses del niño. Asimismo, el gobierno puede implementar políticas y recursos que garanticen que todos los niños tengan acceso a espacios seguros y adecuados para jugar y desarrollarse. Por ejemplo, la construcción de parques, programas de juego en escuelas o campañas de concienciación sobre la importancia del juego en el desarrollo infantil.
- Fomentar la creatividad y el pensamiento crítico: Tanto las familias como los docentes deben explorar la creatividad y curiosidad de los niños, proporcionándoles materiales y actividades que estimulen su imaginación, además de diseñar actividades que promuevan el pensamiento crítico y la resolución de problemas. El gobierno puede apoyar programas educativos que fomenten la creatividad en las aulas y proporcionen acceso a herramientas que favorezcan la innovación.
- Proporcionar una alimentación equilibrada y garantizar el acceso a la salud: La familia y docentes deben promover una dieta que incluya todos los nutrientes esenciales para el desarrollo y crecimiento de los niños, asegurando que tengan una alimentación variada que favorezca su salud física y mental. El gobierno, por otro lado, debe garantizar que todos los niños tengan acceso a servicios médicos, implementando políticas de salud pública que incluyan campañas de prevención, vacunación y nutrición; así como potenciar las becas de escolarización para servicios de comedor de manera que se aporte al menos una comida completa.
- Fortalecer los lazos sociales: La familia debe enseñar valores como la empatía, cooperación y solidaridad para que los niños crezcan con un sentido de apoyo mutuo. Los docentes, además, deben organizar tareas que fomenten la integración y el trabajo en equipo en el aula, creando un ambiente de inclusión. Asimismo, el gobierno tiene que promover programas de participación comunitaria donde los niños y sus familias puedan colaborar.
- La protección de los derechos: La protección de los derechos de los niños es otro punto central. Las familias deben conocer y enseñar a sus hijos sus derechos, mientras que los docentes deben proteger estos derechos, teniendo la responsabilidad de prevenir situaciones de violencia, por lo que es muy importante construir un entorno que asegure protección. De igual manera, el gobierno debe garantizar el bienestar y desarrollo de los niños, estableciendo leyes públicas que aseguren el acceso a la educación, salud y protección contra abusos y garantizando el acceso a servicios básicos como la salud, educación y alimentación.
- Prevención de riesgos y violencia: Las familias y los docentes deben estar alerta ante cualquier signo de violencia o abuso y actuar de manera rápida y eficaz, además deben estar capacitados para identificar situaciones de riesgo y actuar con sensibilidad ante estos casos. El gobierno, por su parte, debe crear políticas de prevención de violencia contra el abuso infantil, estableciendo redes de apoyo para intervenir de forma efectiva.
- Fomentar la participación: Fomentar la participación es fundamental para que los niños se sientan escuchados, se les debe dar un espacio para que puedan expresar sus opiniones, valorando sus ideas. El gobierno puede fomentar la participación infantil involucrando a los niños en espacios de participación ciudadana donde reflejen sus consideraciones.
- Responsabilidad y autonomía: Potenciar la responsabilidad y la autonomía es esencial para el desarrollo infantil. La familia debe asignar tareas en casa que ayuden a los niños a desarrollar responsabilidades y confianza en sí mismos. Los docentes también pueden ofrecer oportunidades para que los niños tomen decisiones en su proceso de aprendizaje, promoviendo su independencia. El gobierno, además, debe diseñar programas que enseñen habilidades para la vida.
En conclusión, garantizar el bienestar infantil es una responsabilidad social que debe priorizarse en cualquier rincón del mundo. Además, está claro que esta debe ser compartida entre las familias, los docentes y las autoridades gubernamentales y, sobre todo, tenemos que tener en cuenta que esto requiere un enfoque integral que abarque seguridad, salud, educación y el desarrollo emocional de los niños, con el fin de garantizarles los derechos vitales que merecen.
Esmeralda Velasco es orientadora del Colegio Europeo de Madrid.