Ciberbullying con inteligencia artificial: En el 20,2% de las situaciones de acoso en la red los alumnos utilizan la IA
Si le pides a Chat GPT que te ayude a crear una canción para reírte de tu compañero de al lado te contestará que “hacer bromas entre amigos puede ser divertido siempre y cuando ambos sepan que es en tono amistoso y no se sientan heridos”, pero, en cuestión de 2 segundos, te sugerirá una canción con estrofa 1, coro, estrofa 2, puente y coro final para poder reírte de tu compañero de la manera más original posible.
La existencia de la inteligencia artificial ha transformado la forma en la que se manifiesta el bullying y en la que los agresores eligen hacer daño a sus víctimas. A esto se suma el poder de las plataformas digitales, que amplifican el alcance del acoso, permitiendo que comentarios hirientes y contenido dañino se propaguen de manera instantánea y masiva, lo cual puede intensificar el impacto emocional en las víctimas al trascender los límites del espacio físico.
Según el VI Informe de Prevención del Acoso Escolar de las Fundaciones Mutua Madrileña y Fundación ANAR, realizado a 18.006 alumnos y 454 docentes durante el curso 2023-2024, en el 20,2% de las situaciones de ciberbullying los alumnos han utilizado la Inteligencia Artificial. Si se atiende al curso, el alumnado de Primaria ha utilizado esta herramienta en mayor medida, en el 26,3% de los casos, mientras que los de Secundaria lo han hecho en el 20,9%.
“En muchas ocasiones el ciberbullying es más difícil de identificar que el acoso escolar porque,normalmente, es el alumno quien ha de dar el paso y contártelo”, asegura Zaida López, docente en el IES Doctor Peset Aleixandre de Paterna, Valencia, y finalista en años anteriores de los Premios Educa Abanca a mejor Docente de España en la categoría Secundaria y Bachillerato, que recalca que, aunque el ciberbullying se ha abierto paso en las aulas, “el acoso tradicional sigue también muy presente”.
De los encuestados, el 9,4% del alumnado aseguró haber recibido acoso escolar y/o ciberbullying. De este total, un 6,5% corresponde al acoso escolar presencial, un 1,1% al ciberbullying y un 1,8% a ambas formas combinadas.
El informe de la Fundación revela que los chicos sufren acoso escolar de manera individual con mayor frecuencia (80%), mientras que ellas suelen enfrentarse al acoso grupal. Además, aproximadamente el 26,6% de los estudiantes afectados ha soportado el acoso durante más de un año. La forma más habitual de agresión sigue siendo el uso de insultos, motes y burlas (87,6%).
“Muchas alumnas me enseñan conversaciones y me muestran cómo reciben insultos, vejaciones por la ropa que llevan, chantajes e, incluso, comentarios diciéndoles lo que van a hacer con ellas desde cuentas falsas”, detalla Zaida, que además asegura que las chicas son mucho más capaces de abrirse y contar sus emociones y que a los chicos “les da más vergüenza”. “Se les educa con la idea de esa figura de hombre fuerte, que influye negativamente a la hora de contar si están siendo acosados”.
En cuanto a las plataformas utilizadas para acosar a las víctimas destacan WhatsApp (71,9%), Instagram (44,8%) y TikTok (41,7%), lo que subraya la necesidad de una regulación y educación digital más robusta. “Si las redes sociales se utilizan de manera negativa, pueden ser muy peligrosas”, añade Zaida.
De hecho, entre los aspectos más cruciales para que se den situaciones de acoso, los profesores señalan, en el 87,4% de los casos, “el uso indebido de las nuevas tecnologías/redes sociales” y proponen el “hacer un buen uso de las tecnologías” (88,7%) como una de las principales acciones para que las familias contribuyan a prevenir el acoso escolar, por detrás de educar en valores (96%) y prestar atención a sus hijos/as (93,1%).
Para siete de cada diez alumnos (71,4%) el profesor sí que interviene ante una situación de acoso escolar. Las respuestas más mencionadas al preguntar cómo lo hacen son: ayudan, apoyan e intentan solucionar el problema (75,1%) y vigilan (51,6%). El papel del profesor es imprescindible para reducir el acoso escolar: “En mis clases yo siempre aviso de que si algún alumno dice o hace algo que infrinja los valores básicos de comportamiento se va fuera del aula”, comenta Zaida, que asegura que ha vivido situaciones en las que ha regañado a un alumno y le ha respondido que no entiende su reacción porque “el resto de profesores no le ha dicho o ha hecho nada al respecto”.
Para conseguir reducir el acoso “en casa debería de reinar una educación impregnada por valores como el respeto hacia el otro, la tolerancia o la empatía”. “Si los niños no son educados en este tipo de valores, es muy complicado que puedan tener relaciones o vínculos socio afectivos con el otro sanos”.
Leer historias que ayuden a los niños a entender estos valores -Zaida ahora está leyendo con su clase “Invisible” de Eloy Moreno- reflexionar en familia o preguntar a los más pequeños por sus emociones es importante y “la mejor manera de que los niños no practiquen bullying o acosen a otro niño”. “Al final, los alumnos replican lo que ven en casa”.
Las recomendaciones de prevención proporcionadas por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR enfatizan la necesidad de un enfoque colaborativo entre alumnado, profesorado y familias para fortalecer la convivencia y prevenir el acoso escolar y el ciberbullying. Antes del inicio del curso escolar, se sugiere organizar visitas previas a los centros para que los estudiantes puedan conocer y confiar en el profesorado. Al comienzo del curso, se recomienda que el profesor introduzca al alumnado el tema del acoso, detallando qué lo constituye, cómo detectarlo y qué medidas se toman en el centro.
A lo largo del curso, es crucial fomentar la participación activa de los estudiantes, “trabajar en la educación emocional” (resolución de conflictos, responsabilidad social y respeto a las diferencias), y capacitar a los centros con los recursos necesarios, además de implementar mecanismos accesibles de denuncia, realizar pruebas de convivencia para detección temprana y llevar a cabo actividades de sensibilización con especialistas. “Nuestra misión como docentes es acompañar a los alumnos a través de las aulas. Con nuestra manera de hacerles ver el mundo, cambiamos vidas”, sentencia emocionada Zaida.
El objetivo de la Fundación ANAR es que los niños, niñas y adolescentes tengan derecho a que su voz sea escuchada sobre las situaciones de vida que les afecten, y siempre que se vulneren sus derechos. Por eso, consolida su presencia en el ámbito escolar para que alumnos y familias puedan recibir ayuda cuando tengan algún problema:
- Prevención del acoso escolar-bullying. Es una de las acciones formativas que ofrece la Fundación ANAR. Tiene como objetivo identificar y prevenir la violencia entre iguales en las aulas.
- Escuela de Padres. Programa de acciones formativas para madres y padres.
- Programa de inserción laboral. Un programa dirigido a adolescentes conflictivos y familias en riesgo de exclusión.
- Proyecto ‘Buentrato’. Iniciativa que convierte a los adolescentes en agentes activos de cambio en su comunidad educativa. Esto se consigue a través del empoderamiento de un pequeño grupo de alumnos que, apoyado por ANAR, se encarga de formar a sus iguales en el buen trato y de evitar conflictos en el aula.
Cualquier niño o joven puede marcar el 900 20 20 10, el teléfono de ANAR que es gratuito y confidencial, y encontrar al otro lado un psicólogo que le va a escuchar el tiempo necesario, orientar en su problema y ayudar a encontrar una solución.
- ¿Eres docente y te preocupa el acoso escolar? Accede a este breve cuestionario. ¡Solo te llevará 2 minutos!