Los adolescentes utilizan internet para sentirse mejor
Hoy ha sido la presentación del I Estudio Sobre la Percepción de la Salud Mental de los Adolescentes realizado por DKV en colaboración con Educar es Todo en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid. DKV Instituto de la Vida Saludable es una iniciativa creada para promover la mejora de la salud y la vida de la población mediante la divulgación de información y la formación orientada a inculcar hábitos saludables.
El informe ha sido presentado por la Dra.Lucía Galán, pediatra,y ha contado con la intervención del Dr. Rafa Guerrero y la Dra.Silvia Álava, ambos psicólogos educativos.
Queríamos un estudio que hablase de la salud mental y el uso de la tecnología, pero del mal uso. Hay una diferencia entre usar y usar mal la tecnología
"La investigación cuantitativa tiene como objetivo conocer la opinión que tienen los progenitores, docentes y los propios adolescentes sobre su salud mental, hábitos y uso de pantallas e Internet en España. Analizando si existe una relación entre el uso problemático de las tecnologías y los trastornos del estado de ánimo en población adolescente.
Se ha contado con una muestra de 1.575 adolescentes de entre 10 y 17 años, otra de 1.630 padres, entre 30 y 65 años, y una última de 105 docentes.
De los progenitores y docentes participantes, el 51,6% son mujeres y el 48,4% hombres, situándose el 54,3% del total dentro de los 45 y 54 años. En el caso de los adolescentes el 55,5% pertenecen al sexo masculino, y el 35,5% al femenino. El grupo de edad predominante es el de 10 a 14 años, con un 55,3% de los participantes.
Cerca de 9 de cada 10 docentes consideran que los adolescentes tienen problemas para desconectarse de la tecnología, pero solo el 45% de los adolescentes afirma tenerlos. Es destacable como la preocupación por estar “conectados” afecta a su uso de la tecnología, demostrable en que casi el 30% de adolescentes prefiere tener interacciones sociales a través de Internet que cara a cara o en que 3 de cada 10 adolescentes admiten tener una obsesión con conectarse cuando no lo están.
También destaca que más de la mitad de adolescentes ha usado Internet para sentirse mejor cuando están solos, tristes o enfadados.
Hay que aprender a hacer una correcta gestión de las emociones, no taparlas, ocultarlas o ignorarlas.
El uso de la tecnología impacta en nuestro desarrollo y personalidad, por ello importa cómo y cuándo la usamos. Nuestros hábitos alimenticios, de sueño, y relaciones sociales también se ven afectados por el mal uso que se hace de ella.
El 35% de los adolescentes aseguran comer o cenar viendo la tele, la tablet o el móvil, la mitad afirma tener el móvil en su habitación por las noches, repercutiendo negativamente en las horas de sueño, y la mayoría afirma estar con el móvil la mayor parte del tiempo que pasa con sus amigos o con su familia.
La clave está en hacer un buen uso de la tecnología, y no sustituir nuestras necesidades afectivas por una relación tecnológica
"En lo relativo al estado emocional de los adolescentes, el estudio indica que un mal uso de la tecnología repercute en lo siguiente:
- Menor índice prosocial: menor empatía, amabilidad y cooperatividad.
- Mayor hiperactividad, inatención y desobediencia.
- Mayor probabilidad de padecer ansiedad y estrés
- Mayor índice de depresión
La tecnología tiene muchas cosas positivas. Existe una correlación entre su mal uso y el impacto que tiene en los adolescentes, pero el problema no es la tecnología en sí misma, sino el mal uso que se hace de ella
"La Dra. Silvia Álava y el Dr. Rafa Guerrero han elaborado una serie de recomendaciones para que tanto infancia como adolescencia hagan un uso saludable de las pantallas. Algunas de ellas son:
- Antes de los 3 años, 0 pantallas: tanto el cerebro como los ojos del niño son especialmente sensibles y necesitan madurar fuera de las pantallas.
- Establecer un contrato de uso del dispositivo.
- Instalar aplicaciones de control parental y supervisar el contenido que consumen mientras sean menores de edad.
- A partir de los 16 años el tiempo online no puede superar al offline.
Por último, el estudio también proporciona 10 señales de alarma que podrían indicar adicción a la tecnología. Rafa Guerrero indica que una de estas señales es que modifican su humor si saben que van a hacer uso de las tecnologías, y esto se debe a que las redes sociales, por ejemplo, actúan como una dosis de dopamina, al igual que recibir likes o jugar a su videojuego favorito, lo que hace que recurran a ellas como alivio emocional. El cero autocontrol ante su uso, también es un claro indicador de adicción.
Los participantes en la presentación coinciden en que se pueden poner en marcha rutinas amortiguadoras para evitar o disminuir esta adicción, como comer sin dispositivos en la mesa, proporcionar un espacio de comunicación y escucha, favorecer el deporte y el descanso, y trabajar el pensamiento crítico para aprender a discernir entre lo que es veraz y lo que no.