Un decano de la UCM denuncia presiones del Rectorado por pedir información sobre cátedras
El decano de Ciencias de la Información de la Complutense, Jorge Clemente Mediavilla, y el rector en una imagen de archivo.
“En los últimos meses me he significado por pedir insistentemente tanto en el Consejo de Gobierno como en el claustro de la universidad información sobre el funcionamiento de estas cátedras”, una conducta que parece haberse “considerado acoso laboral”, por lo que tuvo que «declarar ayer ante la Inspección de Servicios», ha dicho ante la comisión de la Asamblea que investiga las cátedras y posgrados de la Complutense con empresas.
Según el decano, hay seis cátedras extraordinarias en su facultad, aunque en el listado del Rectorado figuran cuatro, todas ellas dirigidas por profesorado especializado en la materia, y ha añadido que pidió varias veces la modificación del reglamento de la universidad para “limitar el número de cátedras que puede dirigir una misma persona”. También ha pedido que se cumpla la obligación de “publicar el estado de cuentas” de estas cátedras, ya que por parte de la Intervención “no se controlan todas las facturas porque no hay tiempo”, dado que el volumen “es tremendo”, ha dicho en respuesta a la diputada popular Mercedes Zarzalejo.
Además de reclamar “más transparencia”, ha denunciado “irregularidades” como no celebrar las comisiones mixtas de seguimiento, obligatorias una vez al año según Clemente, que se declara preocupado por el “daño reputacional” a la universidad por el caso del máster codirigido por Begoña Gómez. Dado que este decano tuvo una discusión con el rector de la UCM, Joaquín Goyache, en el Consejo de gobierno en junio pasado, y que en la comparecencia de hoy ha admitido que solo conoce por «los medios de comunicación» lo publicado sobre el máster de Begoña Gómez, la diputada socialista Marta Bernardo ha cuestionado si Clemente había sido llamado ante la comisión por ser «díscolo» con el rector y para «promocionarse» para suceder a Goyache.
La rectora de la Autónoma de Madrid (UAM), Amaya Mendikoetxea, ha defendido estas cátedras como un «espacio de colaboración con una entidad externa» con fines de formación y colaboración en proyectos de investigación. De las hay 35 cátedras extraordinarias vigentes en su universidad, solo cinco codirectores no son personal docente, pero todos son licenciados. Estas cátedras, ha recordado, están recogidas en el artículo 60 de la LOSU y se crean mediante «convenios muy específicos» que han permitido institucionalizar las relaciones con terceras partes, por ejemplo con laboratorios farmacéuticos en el caso de la Facultad de Medicina.
La rectora ha explicado que estas cátedras, inicialmente denominadas de «patrocinio» y actualmente «cátedra UAM-Entidad» suponen una aportación económica para la universidad, cuyo total de ingresos fue de 316 millones en 2023, de los cuales 158 millones proceden de la transferencia nominal de la Comunidad de Madrid.
El tercero en comparecer ante la comisión ha sido el rector de la Carlos III, Ángel Arias, en el cargo desde abril de 2023, y ha dicho que su universidad cuenta con 13 convenios con entidades y 10 cátedras extraordinarias, una fórmula que ha defendido por la «necesidad de institucionalizar la colaboración público-privada». Arias, que preside actualmente la Conferencia de Rectores de Universidades madrileñas (Cruma), ha afirmado que el asunto de la cátedra de Begoña Gómez en la Complutense no ha formado parte en ningún momento del orden del día de las reuniones de la Cruma.
Al igual que la rectora de la UAM, Arias ha declarado no haber mantenido contacto ni con Begoña Gómez, ni con Pedro Sánchez, ni con la asesora de La Moncloa, Cristina Álvarez. Tras indicar que todas las cátedras de la UC3M las dirigen profesores doctores a tiempo completo, ha explicado que el 20% de los alumnos de máster tienen becas cuya financiación procede de estos convenios con terceras partes que aportan 1,4 millones, según Arias para quien esta financiación es «absolutamente necesaria».