Beatriz Martínez de la Riva: "No creo que haya una sola Formación Profesional"

Quedamos con la directora del Centro de Excelencia metrodora FP–Cámara de Madrid, Beatriz Martínez de la Riva, en la antesala de los Premios Magisterio, en los que el Premio metrodora a la Innovación en Formación Profesional recaerá en la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid. Se cumple poco más de un año desde que este centro especializado, fruto de la colaboración de metrodora con la Cámara de Comercio de Madrid, echara a andar, para ofrecer los ciclos oficiales sanitarios con mayor empleabilidad –Radioterapia y Dosimetría, Higiene Bucodental, Dietética, Cuidados Auxiliares de Enfermería, Laboratorio Clínico y Biomédico, Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear.

Las modernas instalaciones de metrodora FP –perteneciente a la vertical de Formación Profesional del Grupo metrodora– que nos acogen, situadas en el emblemático edificio de Formación de la Cámara, en Pedro Salinas, 11 (Arturo Soria), recrean un entorno hospitalario real con tecnología sanitaria de última generación y con capacidad para acoger a 840 alumnos presenciales, en sus 2.400 m². Gracias a este proyecto, que permite que el alumno se forme en un entorno muy similar al hospitalario y con profesionales en activo que lo preparan tanto en lo técnico como en lo humano, el grupo educativo metrodora ha sido merecedor del Premio Cámaras 2023.

En esta entrevista, Martínez de la Riva nos habla del proyecto de voluntariado responsable que han pilotado junto a la AECC en Madrid, con el objetivo de mejorar la cualificación técnica y humana de los futuros profesionales sanitarios a los que forman. Una humanización de la sanidad, nos explica, que está presente en todos los centros de metrodora, tanto de Formación Profesional, como de Educación Superior y de Formación Continua. «Tenemos tres pilares fundamentales para los profesionales que formamos: saber hacer, saber estar y saber ser en un entorno funcional real. Y ese saber ser tiene que ver con el compromiso de mirar con empatía y de tener siempre como referencia al paciente, seas auxiliar de enfermería o técnico de laboratorio», asevera. metrodora y la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid comparten esa mirada, como muestra la sintonía entre ambas entidades.

Es usted una firme defensora de la Formación Profesional, así como de todo lo bueno que nos va a traer la FP Dual y nos está trayendo ya.
–Llevo 35 años dedicada a la Formación Profesional, he vivido muchos cambios legislativos y veo que esta es una ley muy ambiciosa, que requiere del esfuerzo de todos. No se trata de cumplir la norma por cumplirla, pero si quienes somos protagonistas en su desarrollo –centros de formación, administraciones públicas, empresas privadas, cámaras de comercio, tercer sector, organismos equiparados, organizaciones sindicales, organizaciones empresariales…– nos unimos y ponemos en común los recursos que podemos aportar para el cumplimiento de esta ley, formaremos a los mejores profesionales de Formación Profesional bajo la rigurosidad que requiere esta formación.

Un término, el de Formación Profesional, que engloba realidades muy diversas… 
–No podemos hablar de una única Formación Profesional, sino que tendríamos que especializarla o individualizarla en función de la actividad económica, y del entorno funcional y productivo al que el alumno va a incorporarse. Hay que tener en cuenta que el objetivo de la Formación Profesional es la incorporación de los mejores profesionales al mercado laboral. Si eso lo hacemos en departamentos estanco –o sea, si no participamos de manera conjunta centros, consejerías, ministerios, el sector sanitario público y el privado…–, la ley se queda en papel mojado.

Pero los inicios nunca son fáciles. 
–Estamos todos inmersos en la implantación de la nueva ley para lo que se necesitan soluciones imaginativas, responsables y con propósito. Por eso creo que la AECC en Madrid merece este reconocimiento [el premio metrodora a la Innovación en Formación Profesional, dentro de los Premios Magisterio 2024], porque han sido pioneros en ese voluntariado responsable con el que nuestros estudiantes han podido acercarse a lo que hacen -en investigación, prevención y divulgación-; y a cómo viven, desde las unidades de radioterapia oncológica, el acompañamiento a los pacientes oncológicos y a sus familias.

¿Cómo surgió esa colaboración?
–Cuando les hablamos de metrodora y de nuestro objetivo de humanizar la sanidad desde las aulas, cosa que llevamos en nuestro ADN, enseguida se identificaron y surgió nuestra colaboración en el ámbito del voluntariado. Hablamos de una asociación que está al servicio de los demás, con un ejército de voluntarios que desinteresadamente escuchan y acompañan al paciente de cáncer y a su familia. Desarrollan esta labor tan delicada como necesaria en distintos entornos incluido el hospitalario, en las unidades de radioterapia oncológica, donde está el futuro profesional de nuestros alumnos, quienes desde 1º empatizan con las personas que reciben un tratamiento que ellos darán en breve. Ahí está nuestra esencia: en la humanización de la sanidad, impulsando esa mirada empática y la vocación de servicio del paciente, a través de la formación.

Los pilares de metrodora son la excelencia académica, la humanización de la sanidad y la conexión con el entorno.
–Esas son algunas de las claves. Tenemos que formar con rigurosidad y estar cerca de los grupos sanitarios, públicos y privados, que van a recibir a los nuevos profesionales. La ley y los reales decretos se redactan en un momento determinado, pero desde 2014 ha pasado mucho tiempo; y, por ejemplo, en radioterapia hay nuevos tratamientos, como los protones, que no están en el currículo. Nosotros vamos más allá, de la mano de los principales actores del sector sanitario, para formar al profesional y persona que necesita la sociedad actual.

Hace falta más flexibilidad. 
–Es algo que los centros educativos siempre reclamamos y que la ley nos está dando ahora a través de los proyectos propios y de las actualizaciones curriculares. Lo que nos piden es que pongamos en común los resultados de aprendizaje para formar al profesional que requiere el momento actual, presidido por una tecnología que está modificando sustancialmente el ámbito sanitario.

¿Se refiere, por ejemplo, a la Inteligencia Artificial?
–Sí, o también a un programa que tenemos con Quirón Salud, que son unos revolucionarios en telemedicina. La tecnología impacta en la sanidad y modifica las tareas de los técnicos. Por ejemplo, la posición de auxiliar de enfermería está experimentando una modernización que tiene que ver con cómo acercamos la tecnología al paciente, adaptándola a sus necesidades, edades…

Gracias a la flexibilidad de la nueva ley, hay vida más allá de esos reales decretos. 
–Sí, estamos en una fase de ordenación de un plan de formación en empresas o en organismos equiparados, analizando con ellos cuáles son los resultados de aprendizaje que podemos llevar a cabo de manera coordinada en los procesos de inmersión de estos alumnos desde 1º. Mientras otros centros ven esto excesivamente complicado y parecen estar a la espera de que la administración amplie sus plazos, yo creo que tenemos recursos a nuestra disposición para, de manera responsable, ponerlo en marcha.

Por ejemplo, en un ciclo formativo de FP de grado superior, como el de Radioterapia y Dosimetría, la nueva ley elimina del currículo académico el Módulo Profesional de Formación en Centros de Trabajo y establece que esa formación en empresas esté vinculada a más de un módulo, de manera que se traduzca en resultados de aprendizaje ya desde 1º. Por eso, desde metrodora FP estamos analizando, junto a la AECC en Madrid y a otras entidades, cómo hacerlo. Estamos en mesas de trabajo, en una labor coordinada, para dotar a esta formación de contenidos que se traduzcan en resultados de aprendizaje que curricularmente queden reflejados en las notas de los alumnos. No es sencillo, pero estamos afrontando el reto.

Otro aspecto que tiene que ver con el desarrollo de la ley, y que también estamos trabajando con la AECC en Madrid, es que la FP debe acercarse a los procesos de investigación. La asociación nos facilita el acceso a las investigaciones más punteras que están realizándose en este momento en España. Gracias a eso tenemos el privilegio de que investigadores de renombre visiten nuestras aulas magnas para, desde la mayor humildad, contar a nuestros alumnos los proyectos en los que están involucrados y cómo esas investigaciones van a mejorar los tratamientos.

Es mucho lo que les aporta a ustedes la Asociación Española contra el Cáncer en Madrid, ¿qué les aportan ustedes a ellos?
–Nosotros les aportamos voluntarios jóvenes y de base sanitaria, que no es el perfil habitual del voluntario, que tradicionalmente son personas maduras o que han vivido el cáncer de cerca. Juntos hemos dado vida a un proyecto pionero en la Comunidad de Madrid, que permite que nuestros alumnos de FP conozcan al paciente y se involucren en la labor de la asociación en 44 hospitales públicos y privados de Madrid. Este voluntariado formativo se ajusta al plan de formación en organismo equiparado que contempla la ley, porque hay un equipo de psicólogos, pedagogos y de otros profesionales, voluntarios de la asociación, que está guiando -de manera coordinada con nosotros- el aprendizaje del alumno voluntario. Realmente este voluntariado formativo con la AECC es un ejemplo de buena práctica y funciona tan bien que ya lo hemos extendido a Cantabria, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Insiste en la idea de la colaboración. 
–Sí, es fundamental que quienes intervenimos en la formación y en la inserción laboral de los futuros profesionales sanitarios estemos coordinados y nos traslademos las necesidades, educativas y sanitarias, para que el currículo se mantenga en continuo avance, como la sociedad. Aunando esfuerzos podemos satisfacer la demanda de profesionales sanitarios, que es un clamor en España y en toda Europa, para hacer frente a las necesidades de una población cada vez más longeva y envejecida.

Usted es una convencida del aprendizaje a lo largo de la vida. 
–Sí, y en sanidad todavía más. De hecho, la nueva ley habla de desarrollo de trayectorias profesionales. Nosotros en metrodora a esto lo llamamos itinerarios formativos con los que acompañamos a nuestros alumnos a lo largo de toda su vida profesional, a través de nuestros centros de FP, Educación Superior y Formación Continua.

Esta formación a lo largo de la vida se da mucho en sanidad. El alumno empieza en nuestros centros de FP, donde puede pasar de un Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales a ser Auxiliar de Enfermería. Posteriormente, incluso cuando el profesional ya está incorporado al mercado laboral, sigue formándose como Técnico en Radioterapia o hace Imagen para el Diagnóstico. Tras la FP, pasa a Educación Superior para formarse como enfermero, médico, odontólogo… De ahí sigue especializándose a través de la formación de posgrado, con másteres, cursos de especialización o a través de estancias como Internos Residentes; y finalmente a la Formación Continua.

Quizá en el ámbito sanitario tiene más sentido todavía el acercamiento a entornos funcionales desde el principio. 
–Es fundamental. Tanto para formarse como para confirmar su vocación el alumno necesita entrar en entornos reales y experimentar en primera persona lo que allí se vive, de la mano de los equipos multidisciplinarios que le ayudan en su proceso de aprendizaje. Nosotros ya en nuestras propias instalaciones reproducimos espacios hospitalarios y todos nuestros profesores son profesionales sanitarios en activo, para empezar a familiarizar al alumno -desde el primer día- con lo que será su vida laboral. Además de enseñarles a “hacer” y a “ser”, en metrodora también les enseñamos a “estar” familiarizados con cómo es el entorno sanitario.

Por otra parte, en Formación Profesional sanitaria somos unos privilegiados porque cuando nuestros alumnos completan su aprendizaje en organizaciones sanitarias, públicas y privadas, se encuentran con profesionales que llevan la docencia dentro de sus competencias profesionales. Esta implicación, de quienes conocen en profundidad cada una de las actividades, es de vital importancia y no se da en todos los sectores.

El año pasado hubo polémica porque los alumnos de la privada tenían más fácil conseguir las prácticas sanitarias.
–La formación sanitaria no debe entrar en este tipo de debate porque estamos hablando de profesionales críticos para el bienestar de las personas, que ya están por debajo de lo que la sociedad necesita y que cada día son más escasos debido a factores como el envejecimiento de la población o el aumento de la esperanza de vida y de la cronicidad.

Este no es un tema de público o privado, sino de lo que más valor aporta a la sociedad, que, en este caso, es la calidad de la formación. Por ejemplo, aunque nuestro grupo es nuevo, metrodora FP aglutina a los centros de FP sanitaria referentes en el sector, algunos con más de 40 años de experiencia. Esto, unido a los elevados estándares de calidad de nuestra formación, hace posible tengamos convenios con los mejores hospitales, públicos y privados, de la Comunidad de Madrid (La Paz, Fundación Jiménez Díaz, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, Hospital del Niño Jesús, Sanitas, Quirónsalud, Ruber, CEMTRO, Vithas, Hospital Clínica de Navarra…); así como con institutos de investigación y sociedades médicas líderes.

En definitiva, cuando hablamos de centros autorizados por la Comunidad de Madrid, como el nuestro, tanto si son públicos como privados, los alumnos tienen los mismos derechos, deberes y obligaciones; obtienen el mismo título; y un porcentaje elevadísimo de quienes estudian sanidad lo hacen con becas. La diferencia está en la organización y orientación de cada centro, y en lo que cada uno aporta al alumno. Nosotros respondemos con rigurosidad académica, con esa dimensión humana y con ese estar cerca del tejido productivo y de las necesidades reales de la sociedad.

metrodora es un grupo educativo que nace a finales de 2021 con el propósito de ser referente en la formación especializada para profesionales de la salud, el bienestar y el deporte en habla hispana, comprometido en el acompañamiento a las personas que quieren dedicarse profesionalmente a cuidar a los demás.

Hoy cuenta con 22 centros especializados que abarcan todos los niveles de formación y las principales especialidades sanitarias, permitiendo cubrir todas las necesidades de formación de los profesionales de la salud durante toda su vida:

• Formación Profesional, metrodora FP, que forma parte de la vertical de Formación Profesional de metrodora, aglutina a centros de FP líderes en salud y deporte, algunos de ellos con hasta 40 años de historia. Ofrece los ciclos oficiales de formación profesional de grado medio y superior con mayor empleabilidad, y con prácticas garantizadas. metrodora cuenta con centros presenciales de FP en Madrid, Santander, Albacete, Valladolid, Logroño, Gijón, Zaragoza, Huesca y Vigo; y también ofrece formación online y semipresencial.
• Educación Superior: metrodora cuenta con centros universitarios y escuelas de posgrado.
• Formación Continua.

metrodora ofrece itinerarios formativos para que los profesionales de la salud puedan iniciarse en el mundo laboral sanitario, crecer, especializarse y mantenerse actualizados durante toda su vida profesional. Sus formaciones abarcan ciclos oficiales de FP, certificados de profesionalidad, grados, posgrados, cursos de especialista, cursos de experto, micro acreditaciones, másteres, preparación del EIR y de OPES, entre otros.

metrodora apuesta por un nuevo modelo de formación, que pone al alumno en el centro, cuyos ejes estratégicos son:

• Excelencia académica
• Innovación permanente
• Conexión con la industria y empleabilidad
• Internacionalización
• Transformación digital
• Humanización

metrodora en cifras:

• 22 centros
• +26.000 alumnos
• +600 empleados
• 31 sedes (España e Hispanoamérica)