Infancia terapeutizada
En los últimos años asistimos a una forma de gestionar los problemas y conflictos de la crianza y la infancia de una forma peculiar. Desde el comienzo de la educación los niños a lo largo de su crecimiento, se enfrentan a retos y cuestiones propias de la evolución humana y de la psicología evolutiva propia de la infancia. Estos se han ido trabajando en las familias y por parte de los educadores en los colegios con sentido común, que en ocasiones es el menos común de los sentidos, y con doble ración de paciencia, como sabemos los padres y los maestros.
Hablamos de cuestiones menores que todas las familias tienen: celos, pequeñas envidias, protagonismos, cuestiones de madurez, problemas al compartir, egos, personalidad… Todo está en crecimiento y en formación en la infancia y todo es moldeable, por eso es tan importante y tan bonita esta etapa.
La tarea realizada por nuestras abuelas y madres es algo a reivindicar en estos tiempos. Sin másteres en formación, pero con grandes dosis de cariño y sentido común, han sacado adelante durante generaciones a familias, muchas de ellas de muchos hijos, con gran éxito como atestiguan múltiples generaciones que son adultos plenos en nuestra sociedad. Hoy nos encontramos que parte de esas cuestiones se han terapeutizado con la intervención de especialistas en cuestiones menores, que hace unos años eran impensables. Estamos como dice Gregorio Luri “ante la primera generación de niños con las rodillas involutas” y al a la vez o quizás por esto mismo, más terapeutizados. Encontramos niños de infantil de 3 a 5 años que van a dos o más psicólogos y terapeutas con diagnósticos dispares.
Debemos reivindicar la crianza natural y el tono hedónico positivo que nos haga ver los problemas de la infancia con perspectiva de ver al niño no como es si no como el adulto que llegará ser y apostar por el cariño y los valores, como las mejoras herramientas para el día a día con nuestros niños. Volver a la naturaleza, a los parques, al juego, ese máster en resolución de conflictos que tiene la infancia, al deporte y a la convivencia entre iguales como medicina frente a la solución profesionalizada de temas menores que se presentan día a día.
Importante en esta sociedad de cada vez menos niños y que quizás por eso acumulan más problemas per cápita.