Mayor Zaragoza, exministro de Educación y, sobre todo, un luchador por la paz
Nacido en Barcelona, el 27 de enero de 1934, se licenció y doctoró en Farmacia en la Universidad de Madrid, y pronto comenzó su actividad docente. En 1963 accedió a la cátedra de Bioquímica de la facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, de la que fue nombrado rector en 1968. Más tarde, obtuvo también la cátedra de Bioquímica y Biología Molecular (1973) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). En 1968, en calidad de rector de la Universidad de Granada, fue nombrado procurador en Cortes y entre 1969 y 1972 Consejero Nacional de Educación.
Vinculado al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dentro de ese organismo fue vicepresidente (1971) y presidente en funciones (1972-1973), entre otros cargos. Nombrado en 1973 subsecretario de Educación y Ciencia, en 1974 fue designado presidente de la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica de la Presidencia del Gobierno.
Diputado y ministro con la UCD
En 1977 inició su carrera política que compatibilizó con la docencia. Fue elegido diputado independiente por las listas de Unión de Centro Democrático (UCD) por la provincia de Granada. En esta época, Zaragoza fue también consejero del presidente del Gobierno Adolfo Suárez y en 1978 director general adjunto de la Unesco, con sede en París, por lo que renunció al puesto anterior, así como al de diputado. De regreso en España en 1981 fue nombrado ministro de Educación y Ciencia en el Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo y durante su mandato, hasta 1982, se vio obligado a retirar del Congreso la Ley de Autonomía Universitaria (LAU) por presiones políticas. Tras perder UCD las elecciones de octubre de 1982, Mayor Zaragoza cesó como ministro y retomó sus actividades científicas y universitarias.
El 10 junio de 1987 fue elegido eurodiputado por el Centro Democrático y Social (CDS) en las primeras elecciones al Parlamento de Estrasburgo, pero renunció a este puesto al ser elegido, el 7 de noviembre siguiente, director general de la Unesco en sustitución del senegalés Amadou Mahtar M’bow. Al frente de la Unesco fue reelegido el 6 de noviembre de 1993 y tras permanecer doce años –dos mandatos– en el cargo, fue sustituido en noviembre de 1999 por el japonés Koichiro Maturana.
Por la cultura de la paz desde Unesco
Como director del organismo mundial de la Ciencia y la Cultura promovió el Año Internacional de la Cultura y la Paz e impulsó la adopción de declaraciones y programas de Acción como los de Cultura de Paz, el Genoma Humano y los Derechos de las Generaciones Futuras, entre otros. Miembro de la Comisión Española de la Unesco, copresidió el Grupo de Alto Nivel de Naciones Unidas (GAN) para la Alianza de Civilizaciones, formó parte del Consejo Asesor para la creación del Instituto de Derechos Humanos de San Sebastián y en 2004 presidió el Comité de Expertos que recomendó la devolución a Cataluña de los documentos incautados durante la Guerra Civil a la Generalitat, que se custodiaban en el Archivo de Salamanca.
Además, fue presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, miembro del Club de Roma, doctor ‘honoris causa’ por diversas universidades nacionales e internacionales y académico de número de la Real de Farmacia (1976), la Real de Medicina de Sevilla (1975) y la Real Academia gallega de las Ciencias (1994).
Federico Mayor Zaragoza, que fue presidente de la Fundación Cultura de Paz, estaba en posesión de numerosas condecoraciones, como la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (1969) o la Orden de la Amistad de los Pueblos que en 1994 le otorgó el entonces presidente ruso, Boris Yeltsin. Infatigable en su trabajo por la paz, promovió en 1996 la creación en la Universidad Autónoma de Barcelona de la primera Cátedra sobre Paz y Derechos Humanos. Candidato a las elecciones generales de 2015 «Por la izquierda» (X la izquierda) que lideró Baltasar Garzón y de la que él fue vicepresidente, Mayor Zaragoza fue también articulista y autor de varios ensayos y poemarios.
Fue autor de Mañana siempre es tarde (1987), La nueva página (1994), y Un nuevo mundo, de 2000. Asimismo firmó los poemarios: El fuego y la esperanza, 1996; Aguafuertes, Terral 1990-1997, de 1998 y En pie de paz 2008. A él se debe el prólogo de la obra colectiva Memorias de la COVID-19 (Relatos de la FASE 1) publicada en 2020, y de 2021 es su libro Inventar el futuro.
Reconocido en varias ocasiones por su activismo por la paz, recibió en 2024 el Premio Mundial de la Paz por la Igualdad, que otorgan el Foro Mundial de la Paz, la fundación para la Paz Schengen, el Comité de la Paz y Su Alteza Real el Gran Duque de Luxemburgo.