Potenciando el aprendizaje: 'Peer tutoring', neuroaprendizaje y 'soft skills' en el sistema educativo superior del siglo XXI
La integración de la estrategia de peer tutoring y el enfoque del neuroaprendizaje no solo optimiza la eficiencia del proceso de enseñanza-aprendizaje en estudiantes del sistema educativo superior, sino que también puede potenciar el desarrollo de sus competencias pedagógicas. © ADOBE STOCK
La tutoría entre iguales (del inglés, peer tutoring) es una estrategia educativa que permite a los estudiantes aprender de sus compañeros, mejorando tanto el rendimiento académico como las habilidades sociales y la autoestima. Esta metodología se basa en que los estudiantes pueden beneficiarse al enseñar y ser enseñados por otros, lo que fomenta un aprendizaje activo y personalizado. Por otro lado, el neuroaprendizaje combina conocimientos de neurociencia con teorías educativas para optimizar los procesos de aprendizaje, proporcionando una comprensión más profunda de cómo el cerebro retiene información. De este modo, la implantación de los principios del neuroaprendizaje en programas de peer tutoring puede crear experiencias educativas más efectivas y alineadas con las necesidades individuales de los estudiantes.
Las habilidades blandas o soft skills son atributos interpersonales y cualidades personales vinculadas a características de la personalidad. Las habilidades blandas se estructuran en dos bloques: las relacionadas con rasgos de la personalidad, como el liderazgo, las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo, la gestión del cambio, la creatividad y la gestión del estrés, y las relacionadas con aspectos intelectuales como el pensamiento crítico, la flexibilidad cognitiva y el razonamiento analítico.
En la educación superior, el desarrollo de habilidades blandas o soft skills juega un papel crucial en el éxito académico de los estudiantes y en su futura trayectoria profesional. Las soft skills, como la comunicación, el pensamiento crítico, la capacidad de resolver problemas complejos, el liderazgo y la colaboración, son indispensables, ya que complementan el conocimiento específico y facilitan el trabajo en equipo, la adaptación a entornos cambiantes y la gestión de relaciones interpersonales. Muchos estudiantes de educación superior presentan carencias en habilidades blandas o soft skills, competencias muy demandadas en el sector laboral para complementar su perfil técnico y facilitar su adaptación a roles que requieren comunicación, trabajo en equipo y liderazgo.
En la educación superior, el desarrollo de habilidades blandas o 'soft skills' juega un papel crucial en el éxito académico de los estudiantes y en su futura trayectoria profesional
La incorporación de la tutoría entre iguales como estrategia educativa en la educación superior puede favorecer en los estudiantes habilidades complementarias que enriquecen su perfil, como la comunicación efectiva, la capacidad de liderazgo y las habilidades de enseñanza. Por lo tanto, el modelo de peer tutoring proporciona beneficios para los actores involucrados en el proceso.
La integración de la estrategia de peer tutoring y el enfoque del neuroaprendizaje no solo optimiza la eficiencia del proceso de enseñanza-aprendizaje en estudiantes del sistema educativo superior, sino que también puede potenciar el desarrollo de sus competencias pedagógicas. Al aplicar principios de neuroaprendizaje en las sesiones de tutoría, se optimiza la enseñanza mediante técnicas como el repaso espaciado, que mejora la retención a largo plazo; la intercalación de conceptos, que facilita la comprensión de temas complejos; y la estimulación multisensorial, que refuerza el aprendizaje al activar diferentes áreas del cerebro.
La interacción entre la tutoría entre pares y las técnicas de neuroaprendizaje aspira a potenciar el rendimiento académico de los estudiantes. Esta combinación de estrategias educativas en el sistema educativo superior se proyecta como una experiencia educativa integral que fomente la colaboración, el respeto y el aprendizaje mutuo entre distintas titulaciones. Los estudiantes del sistema educativo superior experimentarán un proceso de desarrollo personal y profesional al enfrentarse al desafío de enseñar a otros, fortaleciendo así su empatía y comprensión hacia compañeros de otras disciplinas. Es clave integrar las soft skills en los planes curriculares del sistema educativo superior para preparar a los estudiantes de acuerdo con las demandas profesionales actuales. Este modelo de trabajo interdisciplinario, centrado en el apoyo académico y en el crecimiento conjunto, puede convertirse en una herramienta valiosa para el éxito académico y profesional de los estudiantes del sistema educativo superior, contribuyendo a la formación de profesionales competentes, adaptables y con un enfoque holístico de la enseñanza y el aprendizaje.
- Diego Vergara, Antonio del Bosque y Pablo Fernández Arias / Universidad Católica de Ávila