Ramón Pinna: “Achalay ha venido para cambiar la educación de las personas con discapacidad intelectual”
La Universidad Alonso X el Sabio y la ONG Achalay, por su contribución a la plena inclusión formativa y profesional del alumnado en riesgo de exclusión social ,serán uno de los premiados en la próxima edición de los Premios Magisterio a los Protagonistas de la Educación.
Con la creación de materiales didácticos adaptados, buscan facilitar ayudar a los jóvenes con discapacidad intelectual de la Comunidad de Madrid. Además de impulsar la educación inclusiva de estas personas en los ámbitos de Veterinaria y Odontología.
En la siguiente entrevista Ramón Pinna, el Director General de la Fundación Achalay, nos habla de los objetivos de proyecto, los cambios que buscan en la educación y cómo ha sido el camino para acercarse a ello.
¿Cómo habéis recibido este Premio Magisterio a los Protagonistas de la Educación?
–Creo que las palabras correctas serían, sorpresa e ilusión. La sorpresa, por lo inesperado y por lo que supone un reconocimiento de esta magnitud para una entidad sencilla como Achalay, con mucho más corazón que estructura. La ilusión va siempre a nuestro lado, desde el principio, y aunque quizás sea nuestro recurso más estable, también necesita su empujón, su mano en la espalda, su dosis de autoestima.
¿Qué cree que se ha valorado a la hora de seleccionaros?
–Quizás eso debería responderlo el jurado, porque si te hablaba de sorpresa hace un instante, imagínate las claves que puedo darte sobre los elementos de valoración. Pero si yo fuera jurado, te hablaría de innovación y te hablaría de cierta “ingenuidad”. Achalay ha venido para cambiar la educación de las personas con discapacidad intelectual, para romper un paradigma antiguo imperfectamente encajado en un tiempo nuevo, moderno. La formación post obligatoria, universitaria, centrada en la vocación de las personas con discapacidad intelectual, será sistémica en 20 años, no tengo la menor duda. Esa es la innovación. Y la sana “ingenuidad”, la nuestra al menos, es la de pensar en que una entidad como Achalay pueda ser capaz de provocar semejante cambio social.
¿Qué otros reconocimientos habéis recibido y por qué?
–En nuestro sistema, en el entorno en el que desarrollamos nuestra actividad, no se estilan los reconocimientos de este tipo, pero eso no quiere decir que no los sintamos. Comenzamos nuestra actividad con las personas con discapacidad intelectual hace 6 años, con un grupito de 5 alumnos durante un año. A día de hoy, tenemos 70 alumnos con discapacidad intelectual en 3 itinerarios universitarios diferentes, y otros cerca de 100 participando de proyectos formativos como los U-Labs de la UAX, como ante sala de nuevos itinerarios. Fíjate, para el curso 2025 / 2026, ya tenemos lista de espera. Es probable que en dos o tres años, Liceo de Achalay esté presente en tres de las Universidades más grandes de Madrid. A la confianza de la Juventud y de sus familias, tienes que sumarle la confianza de las empresas que hacen posible que todo el proyecto sea sostenible sin participación de recursos públicos.
Como ves, sí tenemos otros reconocimientos… los jóvenes, las familias, las empresas, las universidades y la sociedad. Y ahora, Los Premios Magisterio.
¿Cómo ha sido este 2024 para la Fundación Achalay?
–Si te hablo de nuestra misión, de lo que perseguimos y por lo que trabajamos, te puedo asegurar que ha sido apasionante, intenso y retador. Hemos entendido, y estamos trabajando en ello, que el camino para poder escalar nuestra propuesta y conseguir el propósito de manera global, pasa por la participación de terceros actores privados, que pueda asociarse a nuestra formar de hacer, para dotarnos de más recursos y aprovechar así las oportunidades que se nos abren cada día.
¿Cómo se presenta 2025, cuáles son los retos por delante?
–A una entidad como la nuestra, cada uno de enero se le pone el contador a cero a nivel económico. Si le sumas que no recibimos recursos públicos en este viaje al futuro, entenderás que el primer reto es hacer compatibles la sostenibilidad y la ambición sana. Sabemos bien lo que queremos hacer, y creo que muy bien cómo hacerlo, pero en Achalay trabajan 25 profesionales que necesitan saber que su futuro es cierto, que sus expectativas vitales y familiares va a estar cubiertas. Liceo de Achalay, la propia entidad, no es nada sin su Equipo de Profesionales. Ellos son los que merecen el premio, el respeto y la admiración de todos. Nuestro reto en 2025, como entidad, es que tengan todas las herramientas y la seguridad, para seguir transformando la vida de los jóvenes con discapacidad, la de sus familias, y la educación en nuestro país.
Este proyecto da un paso hacía la plena inclusión social y profesional de las personas con discapacidad intelectual para ayudarles a continuar su formación, ¿qué otros proyectos relacionados con el mismo objetivo hay para el futuro?
–Como te decía antes, tenemos un montón de ideas vinculadas a la propuesta educativa de Liceo. Ampliar universidades, ampliar itinerarios formativos nuevos, definir con las empresas los nuevos espacios de empleo para las personas con discapacidad, etc… Pero hay más… Queremos mirar hacia la ESO y hacia el Bachillerato, y proponer una transformación como la que ya estamos haciendo en la universidad. La Formación Profesional, las Certificaciones Profesionales…
¿Ves qué importante esa sana ingenuidad, que no te deja pensar en que todo este sea imposible?
Muchas gracias a todos los que nos dais este reconocimiento, al Equipo de la UAX y sobre todo, a los profesionales de Liceo Achalay por su entrega, su pasión y su Don.