Educo: Los centros educativos no están preparados para las próximas crisis climáticas
Educo alerta de la falta de preparación de los centros educativos de España frente a nuevas crisis climáticas, como las lluvias e inundaciones causadas por la DANA del pasado mes de octubre. © ADOBE STOCK
La ONG Educo alerta de la falta de preparación de los centros educativos de España frente a nuevas crisis climáticas, como las lluvias e inundaciones causadas por la DANA del pasado mes de octubre.
Los expertos advierten que las fuertes lluvias de un día de duración son un 12% más intensas y el doble de probables que antes de que se produjera el calentamiento global, según la organización World Weather Attribution. Algo a tener muy en cuenta cuando en España hay 985 colegios que están ubicados en zonas inundables, tal como recoge el Ministerio para la Transición Ecológica. No solo se prevé un aumento de las lluvias torrenciales, sino también de otros fenómenos como incendios, que cada vez serán más agresivos y más complicados de extinguir como los de California, tal como ha alertado la Universidad de Santiago de Compostela, y con olas de calor más largas e intensas, según los datos de la AEMET.
Educo ve adecuadas las últimas acciones que el Gobierno está llevando a cabo para asegurar la educación y la protección de la infancia en caso de que ocurran nuevas crisis climáticas. La organización valora positivamente el plan que se está preparando para garantizar la continuidad educativa en contextos de emergencia, como fueron la DANA o la pandemia de la COVID de 2020. “Ya que los fenómenos meteorológicos extremos van a ser cada vez más habituales e intensos, es urgente que haya políticas que garanticen el derecho a la educación en emergencias y que los niños y niñas estén preparados para hacerles frente. Creemos que, para garantizar el derecho a la educación en España, si se produjera una emergencia, hay aspectos esenciales que no están incluidos”, afirma la directora general de Educo, Pilar Orenes.
Desde la ONG, experta en llevar a cabo proyectos de educación en emergencias en crisis humanitarias, piden que se incluyan otros aspectos esenciales. Para empezar, planes de rehabilitación específicos para los centros educativos afectados por crisis climáticas, así como acompañamiento, apoyo y orientaciones claras para las escuelas que acojan a los niños y niñas afectados por una emergencia. En segundo lugar, la organización pide formación específica del profesorado para dar apoyo emocional al alumnado. También hay que establecer protocolos que aseguren la protección de la infancia en este tipo de situaciones y su participación en todas las fases (emergencia, reconstrucción y rehabilitación, sin olvidar la prevención) y finalmente es importante adaptar las infraestructuras educativas que ya existen para que sean resistentes y resilientes.
Por otro lado, sobre la formación que se impartirá el próximo curso al alumnado en prevención y mitigación de desastres, anunciada por el Gobierno en pasado mes de noviembre, Educo pide un paso más allá. En este sentido, la ONG considera que esta formación sea parte de una visión más amplia del rol que deben jugar los centros educativos como espacios seguros ante catástrofes. Una visión que debería ser recogida a nivel estatal, autonómico y local.
En el mundo, hay 224 millones de niños, niñas y adolescentes que ven afectada su educación por culpa de una emergencia, de los cuales 72 millones no están escolarizados, según Education Cannot Wait.
“Sea cual sea el contexto en el que vive la infancia, la educación es un derecho y, además, una de las claves para salir del círculo de la pobreza. Cuando se interrumpe, ya sea a causa de guerras, inundaciones o hambrunas, las consecuencias no son solo para la infancia. Afectan a toda la sociedad, al presente y al futuro de los países”, explica Orenes. Educo es experta en garantizar el derecho a la educación en zonas afectadas por ataques recurrentes, como Gaza, Ucrania o la región africana del Sahel, o fenómenos meteorológicos extremos como en Filipinas, los países de Centroamérica o España, donde ofrece apoyo psicosocial a la infancia afectada por la DANA desde hace tres meses y trabaja para que el alumnado pueda volver a la escuela en condiciones.
“En Educo sabemos que cuando se produce una emergencia humanitaria, solo 1 de cada 10 alumnos y alumnas consigue acabar la primaria. Hay que conseguir que los niños y niñas que viven estas situaciones puedan volver a la escuela. No solo para seguir aprendiendo. Garantizar el acceso a la educación es también asegurar la protección de la infancia en contextos especialmente hostiles. En la escuela están en un lugar seguro, protegidos, mientras que fuera de ella los riesgos de ser víctimas de trata, trabajo infantil u otros tipos de violencia se multiplican. Además, están con otros niños y niñas, pueden jugar, compartir sus experiencias y, de alguna manera, recuperar un poco de esa normalidad que vivían antes de que llegara la crisis”, asegura la directora general de Educo. En el caso de las niñas, la situación es mucho peor. Tienen menos posibilidades tanto de ir a la escuela como de acabar la primaria. La Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE) estima que, si todo sigue igual, las niñas que viven en conflictos no podrán completar la educación secundaria hasta 2036.
Ante estas realidades, Educo exige un compromiso a todos los países para garantizar el derecho a la educación de la infancia, sea cual sea el contexto. “Esto no será posible si no hay una apuesta clara que implique una inversión económica importante. Por eso, los países que sufren estas crisis humanitarias deberían aumentar el gasto en educación entre el 4% y el 6% del PIB. Por su parte, los países donantes deberían incrementar la inversión en educación en emergencias al 10% de la ayuda humanitaria y el 20% de la ayuda oficial al desarrollo al sector educativo”, exigen desde la organización.
Estos días, para concienciar a la ciudadanía de la importancia que tiene la educación en contextos de emergencias, la ONG Educo ha lanzado una campaña en redes sociales titulada Sí quiero ir a la escuela. La propuesta también se llevará a cabo en escuelas de España y El Salvador.