La enseñanza de las ciencias en crisis en Cataluña
El cambio más importante afecta al primer curso de Bachillerato de la modalidad de ciencias y tecnología. © ADOBE STOCK
El pasado 17 de diciembre el Departamento de Educación y Formación Profesional (DdEFP) de la Generalidad de Cataluña confirmó que, en respuesta a un requerimiento del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes (MEFPD), iba a proceder a una modificación de la actual ordenación de las enseñanzas del Bachillerato en Cataluña, la que está recogida en el Decreto 171/2022, para así garantizar el cumplimiento de la normativa básica en toda España, establecida en el Real Decreto 243/2020, derivado de la LOMLOE. Este proyecto de modificación ha generado un gran revuelo entre los docentes por diferentes aspectos
Se pretende reducir el número de horas dedicadas a las ciencias experimentales
El cambio más importante afecta al primer curso de Bachillerato de la modalidad de ciencias y tecnología, y consiste en unir la materia “Biología I”, que ocupa 3 horas a la semana, con la materia “Geología y Ciencias Ambientales I” que también ocupa 3 horas a la semana, en una sola materia denominada “Biología, Geología y Ciencias Ambientales” que solo ocupa 3 horas a la semana. También implica unir la materia “Física I”, que ocupa 3 horas a la semana, con la materia “Química I”, que también ocupa 3 horas a la semana, en una sola materia denominada “Física y Química” que solo ocupa 3 horas a la semana. Así pues, este cambio comporta que el profesorado de estas cuatro ciencias pasaría de impartir 12 horas de clase a los alumnos de un grupo, si unos han escogido unas materias y otros han escogido otras y entre todos han escogido estas cuatro materias, a solo darles 6 horas de clase, como se puede ver en el siguiente cuadro:
Esto ha provocado la reacción del profesorado de ciencias experimentales, tanto de Bachillerato como de Universidad, de la mayoría de las asociaciones científicas de Cataluña, de los colegios profesionales y de los sindicatos de docentes. La realidad es que llueve sobre mojado, ya que hace tres años estas materias tenían 4 horas semanales y han pasado a 3 horas semanales y ahora se pretende que pasen a 1,5 horas semanales, ya que si, por ejemplo, a la “Física y Química” se le conceden 3h, esto significa que a la Física le corresponde 1,5 horas y a la Química le corresponde 1,5 horas. Además, conviene recordar que antes se hacía una materia denominada “Ciencias para el mundo contemporáneo” de 2 horas semanales, que cursaban todos los alumnos y que estaba pensada para que los alumnos de las otras modalidades de Bachillerato tuvieran unos mínimos conocimientos de la ciencia actual, una materia que desapareció al establecerse la actual ley de educación, la LOMLOE. Es como si hubiera una obsesión en reducir las clases de ciencias experimentales. El colectivo de profesores “Las ciencias en peligro” ha elaborado un interesante informe titulado “Informe sobre la situación de la educación científica en el Bachillerato en Cataluña” en el que se analiza detalladamente la situación.
En el proyecto de modificación ya se dice que esta reducción de horas se puede compensar con materias optativas, es decir materias que elige el alumno. Lamentablemente esto no asegura que todos los alumnos puedan recibir los conocimientos básicos imprescindibles, sea cual sea el centro en el que estudien, porque en los centros pequeños y medianos no se pueden ofrecer todas las materias optativas establecidas, por falta de alumnos interesados en cursarlas, porque en algunos centros grandes tampoco se ofrecen si los profesores de estas materias son menos reivindicativos que los de otras materias, porque al no especificarse los contenido de las dos materias llamadas «Retos científicos actuales» en el Decreto 171/2022, estas pueden no ser adecuados para compensar lo que no se ha podido enseñar por falta de horas en las materias de modalidad, porque lo mismo puede suceder con las materias propias del centro y porque en la materia «Biomedicina», de la cual si se citan sus contenidos en el Decreto, se observa que estos son repeticiones de los que ya aparecen en las materias de modalidad.
La solución a este problema para todos los centros de Cataluña, pasa por poner los contenidos fundamentales, los que no pueden faltar, en las dos futuras materias de modalidad (“Biología, Geología y Ciencias Ambientales” y “Física y Química”) y en darles más horas semanales, por ejemplo 5 horas semanales como mínimo a cada una, ya que actualmente suman 6 horas. Por ejemplo, entre “Física I” y “Química I” suman 6 horas. Evidentemente esto comporta reducir el número de horas dedicadas a las materias optativas, pero esto no es un problema. Hay que tener en cuenta que Cataluña es la Comunidad Autónoma que dedica más horas a las materias optativas.
Afortunadamente la consejera de educación está dispuesta a dialogar con los representantes del profesorado de ciencias experimentales. Esperemos que en beneficio de todos decida rectificar el proyecto actual.
Queda por arreglar otro tema y es que en muchos centros no se imparten todos los temas establecidos en primero de Bachillerato, porque como por ley no se pueden poner preguntas sobre ellos en las PAU, sino solo sobre los temas que entran en el segundo curso, gran parte del profesorado utiliza las horas del primer curso para enseñar solo los temas que están relacionados con los temas del segundo curso. Por ejemplo, en la Biología del primer curso hay que impartir la morfología de los principales grupos de organismos, la fisiología vegetal y la fisiología animal (esta última resulta fundamental para todos los alumnos que luego elegirán estudios de medicina, enfermería, veterinaria, farmacia, biología, etc.), pero en muchos centros no se imparten porque no entran en las PAU y porque falta tiempo. Esto provoca que a muchas Facultades lleguen alumnos sin los conocimientos previos imprescindibles. Es evidente que los contenidos del primer curso también deberían entrar en las PAU y que los coordinadores de las PAU no deberían excluir ningún tema. Para conseguirlo habría que modificar la ley de educación y establecer que en las PAU a lo largo de los años haya preguntas de todos los temas.
Se pretendía reducir el número de horas dedicadas a la literatura
Otro de los cambios que se pretendía y que más protestas ha levantado es que la materia “Literatura Catalana” y la materia “Literatura Castellana”, que son dos materias de modalidad de segundo curso de Bachillerato y que, por lo tanto, tienen asignadas 4 horas semanales y entran en las PAU, pasen a ser materias optativas de primer curso y, por lo tanto, sólo tendrían asignadas 3 horas semanales y dejarían de entrar en las PAU. No hay que olvidar que el profesorado que imparte estas materias ya está muy molesto con la eliminación de las lecturas obligatorias de Literatura en la selectividad de este año 2025, justamente en un momento en que en las pruebas internacionales se aprecia un bajo nivel de comprensión lectora en nuestros alumnos. En cuanto se produjo la filtración de lo que se pretendía hacer muchos profesores y muchas entidades protestaron y al día siguiente la Consejera de educación aseguró que estas dos asignaturas seguirían como están actualmente.
Hay otro cambio significativo que es que la materia “Matemáticas I” y la materia “Matemáticas II” dejan de ser materias obligatorias en la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales. Otros cambios de menor importancia son los cambios de nombres de algunas materias y que el trabajo de investigación solo tendrá el peso de una asignatura y no el 10% de la nota final como tiene ahora.
La conclusión general que se puede extraer de lo que ha pasado es que no podemos seguir dejando un tema tan importante como es el establecimiento del diseño curricular de un país, en manos de unos pocos técnicos, sino que este debe ser el fruto de un diálogo con un amplio número de profesores especialistas de cada materia, que puedan aportar sensibilidad y conocimientos prácticos del ejercicio de su profesión.
Antonio Jimeno es presidente de Acción por la Mejora de la Enseñanza Secundaria (AMES)