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Matemáticas: el futuro de la investigación, en números rojos por la precariedad e inestabilidad laboral

El VII Congreso de Jóvenes de la Real Sociedad Matemática Española, celebrado la semana pasada en Bilbao, puso de manifiesto los problemas a los que se enfrentan los profesionales especializados en la investigación matemática.
RedacciónMartes, 21 de enero de 2025
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Una mujer, de espaldas, hace operaciones matemáticas en una pizarra interactiva.® PEXELS.

La investigación en el campo de las Matemáticas está en número rojos.

Conseguir una plaza permanente en el ámbito de la investigación matemática, que es cada vez más exigente, se ha convertido en una misión extremadamente compleja. Un camino largo en el que los investigadores encuentran salarios poco competitivos en un clima de inestabilidad laboral y geográfica; presión por la alta productividad científica; una gran exigencia de combinar investigación, docencia, gestión, divulgación y liderazgo; y con gran dificultad para conciliar, además de los problemas de salud mental que se derivan de este conjunto de circunstancias.

Así lo expusieron la semana pasada los investigadores que se reunieron en el VII Congreso de Jóvenes de la Real Sociedad Matemática Española, celebrado en Bilbao. En la cita, Eva Gallardo, presidenta de la sociedad científico, advirtió de las posibles consecuencias de que el mundo empresarial demande más matemáticos y matemáticas, lo que resta profesionales especializados al ámbito académico y el investigador. Esta situación, según valoró, se ha vuelto palpable tanto en centros de Educación Secundaria como en universidades y centros de investigación, donde cada vez tienen mayores problemas para encontrar profesores.

En el marco del congreso tuvo lugar una mesa redonda en la que la investigadora Érika Diz Pita, de la Universidade de Santiago de Compostela, explicó que «los salarios son muy poco competitivos en comparación con empresas privadas y otros sectores públicos como la sanidad, o con otros países». También criticó que las plazas de sustitución tienen peores salarios que no corresponden a la carga de trabajo. Por su parte, Carlos Esteve Yagüe, de la Universitat d’Alacant, precisó que «en Matemáticas se gana mucho dinero fuera de la academia, y esto es un problema».

“No tenemos expectativas porque desde hace años nos acompañan estereotipos a los que contribuimos con el mito de que somos genios locos que hacemos lo que nos gusta”, añadió María Cumplido, de la Universidad de Sevilla. Jone López de Gamiz Zearra, de la Universidad del País Vasco, apuntó que puede suponer mayor inconveniente que ventaja irse al extranjero a realizar estudios y estancias con becas por retrasarse la edad a la que se empieza a cotizar al volver a España.

En la mesa, los investigadores coincidieron en la importancia de la internacionalización, tanto por la propia experiencia como por la creación de una red de contactos global y el reconocimiento que supone en las convocatorias de programas. Sin embargo, destacaron las dificultades para la vuelta y las consecuencias que tiene en el sistema de acreditaciones español la posibilidad de que esa estancia se haya centrado en la investigación y no tanto en la docencia.

Vanesa Guerrero, de la Universidad Carlos III de Madrid, subrayó la calidad de los centros de investigación en España y consideró más importante la red de contactos en este mundo hiperconectado y digital que la movilidad. También habló de la importante labor de gestión y «multitarea»: «Hicimos la tesis porque alguien hizo lo propio, nos toca devolver a la sociedad el esfuerzo que se ha hecho con nosotros», apuntó.

Todos estos problemas conducen a un aumento de enfermedades de salud mental entre los jóvenes, cuestión que centró parte de la mesa. Tal y como resumió Carlos Esteve, «no tener estabilidad es una tortura».

Por todo ello, los jóvenes matemáticos aprovecharon la ocasión para reclamar una mejora de las condiciones de la carrera investigadora, que es imprescindible para la evolución de la ciencia y el propio desarrollo de la sociedad. “Los matemáticos pensamos y qué puede haber más importante para la sociedad que pensar. Podemos ser un ejemplo e inspirar a personas para que razonen. Si los deportistas olímpicos son tan importantes para la sociedad, por qué no nosotros”, cuestionó María Cumplido.

Un total de 487 investigadores se reunieron la semana pasada en Bilbao para compartir los últimos resultados de investigación, establecer lazos y sentar las bases de la futura comunidad matemática española. La organización estima que en torno a un 25% son estudiantes de doctorado, un 65% tienen puestos de transición (como profesor ayudante doctor o postdoc) y un 10% tienen posiciones ya estabilizadas como profesores titulares.

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