STREXO, emprendimiento e innovación contra el riesgo de exclusión social
Las representantes del proyecto Emprende y Transforma: Innovación Social para el Bien Común, a la derecha, posan con algunos de los premiados en los Premios Espiral 2024. ®MIREIA PORTERO.
Miguel Martínez Martínez, Beatriz Devesa Martín-Arroyo, Rafaela Cardenete García, María del Carmen Tejero Guzmán, María Palma Contreras, María Villegas Monge y Gilberto Hernández Moreno son los ganadores de la Peonza de Bronce en la categoría Guía Docente del Premio Espiral 2024 con su proyecto Emprende y Transforma: Innovación Social para el Bien Común.
Este trabajo, nacido en la Residencia Escolar Campo de Gibraltar, destaca por su enfoque innovador al abordar las dificultades socioeconómicas y culturales del alumnado, transformando retos en oportunidades para su desarrollo personal y profesional. A través de una metodología centrada en el liderazgo estudiantil, el trabajo colaborativo y el aprovechamiento de competencias técnicas, este equipo ha demostrado cómo la educación puede ser un motor de cambio social.
En esta entrevista MAGISTERIO descubrimos con Miguel Martínez Martínez cómo surgió esta idea, cómo fue estructurada e implementada, y cómo lograron transformar un comedor en un espacio lleno de posibilidades y sueños cumplidos.
¿Cómo surgió la idea de este proyecto? ¿Qué os inspiró a desarrollarlo?
–El proyecto nace de la realidad del alumnado de la Residencia Escolar Campo de Gibraltar. Muchos de ellos enfrentan dificultades socioeconómicas y culturales que obstaculizan su progreso educativo, afectan a su autoestima y limitan sus expectativas de futuro.
Para empoderarles, aprovechamos sus estudios de Formación Profesional para diseñar un proyecto que les permitiera descubrir su potencial. Queríamos que se demostraran a sí mismos lo que son capaces de lograr con esfuerzo y trabajo en equipo.
¿Cómo estructurasteis el proyecto desde su concepción hasta su implementación en el aula?
–Se articula en torno a tres pilares: el liderazgo del alumnado, el trabajo colaborativo entre docentes, personal no docente y estudiantes, y el desarrollo de las competencias adquiridas en sus estudios de FP, principalmente en el área de Servicio y Restauración, pero también en ramas como Anatomía Patológica, Electromecánica de Vehículos Automóviles, Mecatrónica Industrial o Emergencias Sanitarias.
El rol del profesorado consistió en guiar y apoyar a los alumnos durante todo el proceso. Cabe destacar la implicación del equipo docente de la residencia, así como del personal de cocina, quienes compartieron sus conocimientos y experiencia con los estudiantes.
El punto de partida fue una pregunta que lanzamos a un grupo de alumnos: «¿Creéis que el comedor de la residencia se parece al de una casa, un hogar, o al de un colegio?». Se formó un equipo para transformar el comedor en un espacio más acogedor, su hogar de lunes a viernes. Para ello necesitaban organizarse y obtener recursos. Después les preguntamos qué sabían hacer, cuya respuesta fue «cocinar». Y comenzaron a elaborar y vender productos de pastelería para financiar su proyecto.
Necesitaban una identidad, una marca… Inspirados en la ubicación de la residencia (Estrecho de Gibraltar) y en el restaurante StreetXO de Dabiz Muñoz, crearon Strexo. Con los fondos recaudados transformaron el comedor en un espacio más agradable y familiar.
Después convirtieron el comedor en un restaurante abierto al público. Organizaron cenas con menús degustación para 50 comensales, demostrando sus habilidades culinarias con éxito. Y exploraron nuevos modelos de negocio: servicios de catering para eventos, participación en conferencias sobre emprendimiento, show cookings…
Finalmente, conscientes de la importancia del apoyo social y la autoestima, decidieron utilizar sus beneficios para ayudar a otros. Colaboraron con Cáritas y, motivados por sus propias dificultades con la comprensión lectora, crearon un equipo para fomentar la lectura entre los niños más pequeños de la localidad.
¿Qué recursos y herramientas utilizasteis durante el proceso de desarrollo?
–Cabe destacar la participación del alumnado, que aportó creatividad, esfuerzo y trabajo colaborativo. El profesorado les guió y apoyó durante el proceso de aprendizaje, realizando un seguimiento académico y personal constante y fomentando el emprendimiento y trabajo en equipo. El personal de cocina de la residencia compartió su experiencia con ellos, facilitando la adquisición de competencias profesionales en el ámbito culinario.
Se aprovecharon las instalaciones de la residencia escolar, incluyendo la cocina, el comedor y aulas que se adaptaron como espacios de trabajo. Además del equipamiento de cocina y las materias primas necesarias, se utilizaron recursos informáticos para el diseño gráfico, la gestión de redes sociales y la creación de la página web del proyecto.
Los alumnos, aplicando sus conocimientos de diseño e impresión 3D, crearon instrumentos y elementos de marketing para promocionar sus actividades. Esta iniciativa les permitió desarrollar habilidades en el uso de tecnologías digitales.
La financiación obtenida a través de la venta de productos de pastelería y la organización de eventos fue crucial. La colaboración con entidades externas, como Cáritas, enriqueció el proyecto con un componente social, mientras que el asesoramiento de profesionales en áreas como el emprendimiento y la gestión empresarial aportó una visión experta al proceso.
¿Cómo os ayudó la rúbrica del Premio Espiral a mejorar o guiar el proyecto?
–Nos ayudó a enfocar nuestras ideas, a cuestionarnos si estábamos promoviendo la participación y la creatividad de los estudiantes, y a utilizar la tecnología de forma más significativa.
Al analizar la rúbrica nos dimos cuenta de que podíamos profundizar en la documentación del proyecto. No se trataba sólo de registrar lo que hacíamos, sino de reflexionar sobre el proceso, los aprendizajes de los estudiantes y cómo podíamos mejorar. Nos impulsó a ser más conscientes de nuestra práctica con el alumnado.
También nos ayudó a pensar en la sostenibilidad del proyecto. ¿Qué pasaría con Strexo cuando esos estudiantes terminaran sus estudios? Nos animó a crear un modelo que pudiera replicarse en el futuro, a dejar un legado para las próximas generaciones de estudiantes, crear cultura de innovación en nuestra residencia escolar.
¿Hubo algún aspecto de la rúbrica que os resultara particularmente desafiante o motivador?
–Nos resultó particularmente motivador el énfasis en la evaluación del impacto del proyecto. Si bien Strexo tuvo un efecto visible en la motivación y el aprendizaje de los estudiantes, la rúbrica nos impulsó a ir más allá de la simple observación y a buscar evidencias concretas de ese impacto.
Nos planteamos cómo podíamos demostrar que el proyecto realmente había fortalecido la autoestima de los estudiantes o qué herramientas podíamos usar para medir el desarrollo de competencias como el trabajo en equipo, la comunicación o la resolución de problemas. Esto nos llevó a implementar estrategias de evaluación como registros de las interacciones de los estudiantes durante el proyecto; las fotos, vídeos, reflexiones y testimonios que recopilaban y que demostraban su progreso; y su propia percepción sobre su experiencia a través de entrevistas y cuestionarios.
Este proceso de evaluación no solo nos permitió obtener evidencias del impacto de Strexo, sino que también nos ayudó a mejorar el proyecto. Pudimos identificar fortalezas y debilidades, y realizar ajustes para optimizar el aprendizaje de los estudiantes.
En conclusión, la rúbrica del Premio Espiral nos desafió a ser más rigurosos en la evaluación del impacto de Strexo. Nos motivó a buscar evidencias concretas del aprendizaje de los estudiantes y a utilizar la evaluación como una herramienta para la mejora continua del proyecto.
¿En qué consiste exactamente este proyecto? ¿Cuáles son sus objetivos y metodologías?
Strexo es un proyecto educativo que nace en la Residencia Escolar Campo de Gibraltar para empoderar a los estudiantes a través de la creación y gestión de un restaurante real. Muchos de estos jóvenes enfrentan dificultades socioeconómicas y culturales que afectan su autoestima y limitan sus expectativas de futuro. Strexo busca romper esas barreras, brindándoles la oportunidad de descubrir su potencial y desarrollar competencias clave para la vida.
Los objetivos son motivar su desarrollo personal y social (mejorando su autoestima, motivación y confianza), que desarrollen competencias y habilidades en hostelería y turismo, que aprendan a trabajar de forma cooperativa y colaborativa, impulsar el emprendimiento y las capacidades de gestión de un proyecto, y fomentar la responsabilidad social contribuyendo a la comunidad a través de acciones solidarias.
En cuanto a las metodologías, el proyecto se estructura en torno a la creación y gestión de un restaurante real, lo que permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en un contexto auténtico. Está basado en el aprendizaje colaborativo, pues los alumnos trabajan en equipo compartiendo responsabilidades y tomando decisiones de forma conjunta. Incluye un componente social, ya que parte de los beneficios se destinan a causas solidarias. Y en él se utilizan herramientas digitales para el diseño gráfico, la gestión de redes sociales, la creación de la página web y la comunicación con los clientes.
El proyecto se inició con la transformación del comedor de la residencia en un espacio más acogedor. Los estudiantes elaboraron y vendieron productos de pastelería para financiar la reforma y crearon la marca Strexo. Posteriormente, empezaron a ofrecer cenas con menús degustación y servicios de catering. Se encargaron de todas las fases, desde la planificación y la preparación de los alimentos hasta la atención al cliente y la gestión de las cuentas.
Strexo no solo les ha permitido desarrollar competencias profesionales y personales, sino que también ha tenido un impacto positivo en la comunidad, pues han colaborado con entidades sociales y promovido la lectura entre los niños de la localidad. En definitiva, es un ejemplo de cómo la educación puede transformar la vida de los jóvenes, brindándoles oportunidades para crecer, aprender y contribuir a la sociedad.
¿De qué manera Strexo pone al alumno en el centro y promueve su participación activa?
–El alumno es el eje central. El proyecto se diseñó para que el aprendizaje se genere a través de la experiencia y la participación activa. Buscamos romper con la pasividad del modelo tradicional y convertir a los estudiantes en protagonistas de su propio proceso formativo.
Esto se logra a través de varios mecanismos. En primer lugar, los estudiantes participan activamente en la planificación, organización y gestión del restaurante. Definen los menús, establecen los precios, gestionan las compras, atienden a los clientes… Asumen roles de responsabilidad que les permiten desarrollar habilidades de liderazgo, negociación y resolución de problemas.
En segundo lugar, Strexo se basa en el aprendizaje experiencial. Los estudiantes aprenden haciendo, aplicando sus conocimientos en un contexto real. Esto les permite comprender los conceptos de forma más profunda y desarrollar competencias profesionales de forma más efectiva. Se trata de vivir la experiencia de gestionar un negocio de hostelería.
Además, el hecho de que ellos creen y gestionen el restaurante genera una fuerte motivación intrínseca. Se sienten implicados, orgullosos de sus logros y comprometidos con su éxito. Esta motivación es esencial para el aprendizaje significativo y el desarrollo personal.
Finalmente, Strexo promueve el trabajo colaborativo y la conexión con la comunidad. Los estudiantes aprenden a trabajar en equipo, a comunicarse, a resolver conflictos y a valorar la diversidad. Y al interactuar con clientes, proveedores y otros miembros de la comunidad, desarrollan un sentido de pertenencia y contribuyen al bienestar social.
¿Qué otros cambios experimentaron los alumnos a raíz del proyecto?
–Tuvo un impacto muy positivo en la dimensión social de los estudiantes. Incorporó un componente de aprendizaje-servicio que les permitió conectar con su comunidad y contribuir a su bienestar.
Por un lado, los estudiantes destinan parte de los beneficios del restaurante a entidades sociales como Cáritas. Esta experiencia les sensibilizó sobre las necesidades de los demás y les permitió desarrollar valores como la solidaridad y la empatía. Se dieron cuenta de que podían utilizar sus habilidades y esfuerzos para generar un impacto positivo en su entorno.
Por otro lado, conscientes de sus propias dificultades con la comprensión lectora, visitaron los centros educativos de Primaria de San Roque para contar cuentos a los niños. Con ello, compartieron su pasión por los cuentos y desarrollaron habilidades de comunicación, creatividad y trabajo en equipo. Y los niños de Primaria disfrutaron de un acercamiento a la lectura de forma divertida y motivadora.
La incorporación de estas acciones sociales permitió a los estudiantes desarrollar una mayor conciencia social, un sentido de responsabilidad y un compromiso con su comunidad. Se convirtieron en agentes de cambio, capaces de utilizar sus aprendizajes y habilidades para generar un impacto positivo en el mundo que les rodea.
¿Cómo ha influido Strexo en el desarrollo personal y académico de los alumnos?
–Hemos visto cómo jóvenes que llegaron a la residencia con inseguridad y baja autoestima han florecido a través del proyecto. Strexo les ha brindado un espacio para descubrir sus capacidades, superar sus miedos y creer en sí mismos. Han aprendido a tomar decisiones, a trabajar en equipo, a comunicarse… a desarrollar habilidades esenciales para la vida.
Además, ha fomentado valores como la responsabilidad, la solidaridad y el compromiso social. Los estudiantes han comprendido que sus acciones tienen consecuencias y que pueden utilizar sus habilidades para contribuir al bienestar de su comunidad. Esto les ha permitido desarrollar una mayor conciencia social y un sentido de pertenencia.
En el ámbito académico, ha tenido un efecto motivador en ellos. Al conectar los contenidos de aprendizaje con una experiencia real y significativa, hemos logrado que se interesaran más por sus estudios y mejoraran su rendimiento académico. Han comprendido la importancia de la formación para alcanzar sus metas y se han esforzado por adquirir nuevos conocimientos y habilidades.
Además, Strexo ha complementado su formación profesional en servicio y restauración. Han podido aplicar los conocimientos adquiridos en un contexto real, desarrollando competencias específicas del sector y adquiriendo experiencia práctica. Esto les ha permitido mejorar su empleabilidad y ampliar sus oportunidades de futuro.
Creo que es mucho más que un proyecto educativo. Ha sido una experiencia de crecimiento personal y académico que ha transformado la vida de nuestros estudiantes, brindándoles herramientas y oportunidades para construir un futuro más prometedor.
¿Cómo viviste la experiencia de recibir la mención en la gala del Premio Espiral?
–En streaming, por desgracia. ¡Qué lástima haberme perdido la gala de forma presencial! Estaba entusiasmado con la idea de asistir. Me hubiera encantado conocer a otros docentes innovadores, compartir experiencias y aprender de sus proyectos.
Por suerte, tres compañeras de la residencia pudieron asistir en mi lugar, Rafi, Palma y Beatriz. ¡Y volvieron encantadas! Me contaron que fue un evento muy inspirador, lleno de energía y con un ambiente muy positivo. Les impresionó la calidad de los proyectos presentados, la pasión de los docentes y el enfoque en la transformación de la educación.
Mencionaron especialmente la ponencia de Susan Rivera, ganadora de la Peonza de Oro 2023 con su proyecto IRPA, déjalos crear, sobre cómo impulsar la creatividad de los alumnos a través de la tecnología.
También me comentaron que fue una gran oportunidad para conocer a otros profesionales de la educación y establecer contactos para futuras colaboraciones. ¡Quién sabe! Quizás en la próxima edición podamos presentar Strexo y compartir nuestra experiencia con el resto de la comunidad educativa.
Aunque lamento no haber podido asistir en persona, me alegra que mis compañeras hayan tenido la oportunidad de vivir esa experiencia. Su entusiasmo es contagioso y me motiva a seguir trabajando en proyectos innovadores que transformen la educación y empoderen a nuestros alumnos.
¿Qué emociones y recuerdos te llevas de ese día?
–Fue una experiencia realmente emocionante ver a mis compañeras subir al escenario para recibir el premio. ¡Se emocionaron muchísimo! Y no es para menos, era el reconocimiento a un gran trabajo en equipo. Se me pusieron los pelos de punta al verlas representando a nuestro proyecto con tanta pasión. Me sentí muy orgulloso de ellas y de todo lo que hemos logrado con Strexo. Es un proyecto que ha transformado la vida de nuestros estudiantes y que nos ha demostrado el poder de la educación para generar cambio social.
Me contaron que fue una experiencia inolvidable. Disfrutaron mucho del ambiente festivo, de la conexión con otros docentes innovadores y de la oportunidad de compartir Strexo con un público más amplio. Sin duda, esto nos anima a seguir trabajando en proyectos que pongan al alumno en el centro del aprendizaje y que promuevan su desarrollo integral.
¿De qué manera ha impactado esta mención en tu práctica educativa diaria?
–Ver cómo nuestro proyectoera reconocido a nivel nacional e internacional fue algo indescriptible. Nos demostró que el trabajo en equipo, la innovación y la pasión por la educación pueden lograr grandes cosas.
Nos ha dado un impulso enorme para seguir trabajando en proyectos que transformen la educación y empoderen a nuestros alumnos. Nos ha demostrado que vamos por el buen camino, y que con esfuerzo, creatividad y colaboración podemos lograr nuestros sueños.
La mención en los Premios Espiral ha sido un hito importante en la historia de Strexo, un recuerdo que guardaremos con cariño y que nos inspirará a seguir innovando y creciendo como equipo.
¿Has tenido la oportunidad de compartir tu proyecto con otros docentes o instituciones? ¿Cómo ha sido esa experiencia?
–Es algo que nos ilusiona muchísimo. Estamos trabajando con muchas ganas para que la jornada de celebración sea un evento memorable donde podamos compartir con toda la comunidad educativa la experiencia. Tenemos pensado organizar diferentes actividades para que todos puedan participar y disfrutar, como una exposición con fotos y vídeos del proyecto, una degustación de los platos que elaboran los alumnos, y dedicar un espacio para que ellos puedan compartir sus experiencias y aprendizajes.
También queremos invitar a representantes de la administración educativa andaluza y de otras residencias escolares para que conozcan Strexo y se inspiren con nuestro proyecto. Creemos que puede ser un modelo a seguir para otros centros que buscan innovar y mejorar la calidad de vida de sus alumnos.
Estamos seguros de que será un gran éxito. Es una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la dedicación de toda la comunidad educativa, y para celebrar el impacto positivo que ha tenido en nuestros alumnos.
¿Qué importancia tiene la innovación educativa para ti y cómo la aplicas en tu trabajo diario?
–Es fundamental. Es lo que nos permite adaptarnos a las necesidades de nuestros alumnos, que cambian constantemente, y a las demandas de la sociedad actual. Es la clave para crear proyectos y experiencias más relevantes y motivadoras.
En mi día a día, se traduce en una búsqueda constante de nuevas formas de organizar los proyectos con mi equipo. No me conformo con repetir las mismas fórmulas de siempre. Me gusta experimentar, probar cosas nuevas, integrar la tecnología… Un ejemplo claro es Strexo. Con este proyecto salimos de la zona de confort. Y los resultados han sido increíbles. Los chicos han aprendido un montón, han crecido como personas… ¡y además se lo han pasado genial!
Pero la innovación no solo se ve en estos grandes proyectos. También está en los pequeños detalles: en cómo organizamos las tareas, en las herramientas que utilizamos, en la forma de comunicarnos… Siempre estoy buscando la manera de hacer las cosas un poco mejor, de generar un impacto positivo en mi equipo y, por supuesto, en nuestros alumnos.
Innovar es como respirar. Es necesario para mantener viva la llama de la motivación, para que nuestro equipo se sienta implicado y para que, entre todos, podamos ayudar a nuestros alumnos a desarrollar todo su potencial.
¿Tienes planes de desarrollar nuevos proyectos en el futuro? Si es así, ¿puedes adelantarnos algo sobre ellos?
–¡Claro que sí! Este equipo docente no para, ¡y el alumnado menos! Ya tenemos un proyecto de intercambio cultural entre residencias andaluzas en marcha, ¡y está siendo todo un éxito!
Nos gustaría ampliar este proyecto a nivel nacional o, incluso, internacional. Sería una oportunidad increíble para que nuestros alumnos conozcan otras culturas, practiquen idiomas y amplíen sus horizontes. Imaginamos a nuestros chicos colaborando en proyectos con estudiantes de otras regiones de España o de otros países, compartiendo experiencias y aprendiendo unos de otros.
Y aquí es donde entra el equipo de trabajo Espiral. Esperamos que nos puedan ayudar a contactar y crear proyectos con otros centros de España y del mundo. Su experiencia en innovación educativa y su red de contactos serían de gran ayuda para hacer realidad este sueño.
Tenemos claro que nuestros futuros proyectos seguirán teniendo como eje central al alumno, fomentando su participación activa, su creatividad y su desarrollo integral. Y, por supuesto, seguiremos apostando por la innovación como motor de transformación educativa.
¿Qué consejo le darías a otros docentes que desean participar en el Premio Espiral Internacional?
–¡Anímense a participar! Es una oportunidad fantástica para compartir vuestras experiencias innovadoras, conectar con otros docentes apasionados por la educación y contribuir a la transformación de las aulas.
Les recomiendo que elijan un proyecto que realmente les apasione, pues si los alumnos realmente creen en lo que hacen se notará en los resultados; que fomenten la participación, creatividad y autonomía de los alumnos; que no tengan miedo a salir de su zona de confort y experimentar con nuevas metodologías; que recopilen evidencias del proceso, los resultados y el impacto del proyecto; que preparen una buena presentación con un lenguaje claro, imágenes y vídeos, para captar la atención del jurado; y que conecten con otros docentes… ¡la colaboración y el intercambio de experiencias son fundamentales!
Y sobre todo, que disfruten del proceso. Es una oportunidad única para crecer como docentes, para inspirar a otros y para contribuir a la mejora de la educación.
¿Qué crees que es lo más importante para desarrollar un proyecto educativo innovador y exitoso?
–La combinación de varios factores.
Pasión por la educación y un compromiso real con la mejora del aprendizaje de los alumnos. Eso es lo que impulsa a los docentes a salir de su zona de confort, explorar nuevas ideas y superar los obstáculos que se presenten.
Un enfoque centrado en el alumno, sus necesidades, sus intereses y sus potencialidades. Un proyecto innovador busca transformar la experiencia de aprendizaje, fomentando la participación activa, la creatividad y la autonomía de los estudiantes.
Creatividad y apertura al cambio: innovar implica pensar de forma diferente, atreverse a experimentar y estar abiertos al cambio. No hay fórmulas mágicas, cada contexto educativo es único y requiere soluciones creativas adaptadas a sus necesidades.
Trabajo en un equipo multidisciplinar, formado por docentes, alumnos, familias y otros miembros de la comunidad educativa, lo que puede generar soluciones más ricas e innovadoras.
Evaluación y mejora continua, para analizar el impacto de las acciones, identificar las fortalezas y debilidades, y realizar ajustes para mejorar el proceso de aprendizaje. La innovación es un proceso cíclico de reflexión, acción y mejora continua.
Pasión, compromiso, un enfoque centrado en el alumno, creatividad, trabajo en equipo y una apuesta por la evaluación y la mejora continua. Es un reto apasionante que requiere esfuerzo y dedicación, pero que tiene el potencial de transformar la educación y la vida de nuestros alumnos.