Nidia Represa: "Mi forma de luchar contra el bullying es no mirar nunca para otro lado"

Nidia Represa es CEO de Good Game Project, una herramienta educativa que proporciona nuevas soluciones a problemas de salud y convivencia infanto-juvenil.

«Al final, todo lo que estoy haciendo ahora está basado en mi adolescencia», reconoce. Nidia Represa, creadora de Good Game Project junto a su hermana Ainoa Represa, sufrió bullying a partir de 2º de la ESO en su centro educativo. Cuando tocó elegir, se decantó por la carrera de Psicología, «aunque en ese momento no estaba muy segura de por qué».

‘Bajo mi piel’

Entonces, ya estudiando Psicología, empezó a escribir una novela. «La escritura la utilizaba como mecanismo de defensa ya de antes. Yo me refugiaba en la literatura a nivel de lectura y de escritura». Pero un día cambió el chip: «¿Y si en vez de para escapar utilizo el libro para explicar lo que me ha pasado?». De ahí nació Bajo mi piel (2015) que, 10 años después, se va a reeditar.

Este fue el primer paso, y la evolución natural fue Good Game Project. «Cuando yo iba a los centros educativos a hablar sobre acoso y ciberacoso, sobre las consecuencias, había un problema muy gordo, y era que yo no me quedaba en el centro educativo: los menores hablaban conmigo sobre sus casos, pero al final yo acababa yéndome. Entonces nos dimos cuenta de que necesitábamos crear algo que se quedase en las aulas».

Así surgió Good Game, que no se queda solo en el acoso, sino en todos los problemas asociados (trastornos de conducta alimentaria, autolesiones, adicción a videojuegos, apatía o aplanamiento emocional, etc.), muchas veces provocados por el sentimiento de culpabilidad que embarga a las víctimas. Una herramienta educativa audiovisual, transmedia -que utiliza libros, podcasts y canciones-, creada por las hermanas Represa para «meterla dentro del aula», para que los centros educativos trabajen con los alumnos, con el profesor como guía de la actividad pero el alumno como protagonista.

Más recursos para un problema cada vez más visible

Han cambiado los tiempos desde que Nidia sufrió bullying, y hoy se habla mucho más y se conoce mejor el problema, «pero todavía tenemos mucho camino: Hay muchas cosas que cambiar a nivel de educativo y a nivel de familias, porque al final esto es un trabajo en equipo». La cada vez mayor visibilidad del bullying, insiste Represa, no puede quedarse ahí, y debe ir acompañada de más herramientas para los centros educativos. Ella, al menos, siente que tiene una responsabilidad, que no puede mirar para otro lado y que le corresponde intentar buscar una solución dentro de sus posibilidades.

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