Pedro Barahona (EFAS): "Ha habido empresas que nos han pedido dinero por coger alumnos de FP en prácticas"
Aunque no se puede ser más de ciudad que del barrio de Chamberí donde nació, Pedro Barahona se considera de pueblo porque lleva décadas pateando Castilla-La Mancha buscando prácticas en empresas para los alumnos de sus siete centros de Formación Profesional. La España vaciada, la formación profesional y el auge del entorno rural se entrelazan en la labor de las Escuelas Familiares Agrarias (EFAS). Barahona, director general de EFAS Madrid y Castilla-La Mancha, lidera esta misión con una visión clara: “Hay que estar allí donde la Educación es más necesaria, aunque pocos quieran apostar por ello”. Eso sí, desmitifica lo rural, no cree que el ambiente sea más sano que el de la ciudad: «En los pueblos tenemos los mismos problemas».
Desde hace más de medio siglo, las EFAS se han consolidado como centros de referencia en la Formación Profesional en el ámbito rural. Con 24 centros repartidos por España, su modelo de alternancia (lo que ahora se llama formación dual, el «gran descubrimiento» de la nueva ley de FP) entre aula y empresa ha permitido a miles de jóvenes formarse sin necesidad de migrar a las grandes ciudades. “Ofrecemos formación de calidad donde la gente vive, ajustada a las necesidades del tejido empresarial local”, destaca Barahona.
En Madrid y Castilla-La Mancha, Barahona gestiona siete centros en localidades como Manzanares, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana y Bolaños de Calatrava, entre otras. En estos centros, se imparten 32 ciclos formativos en niveles básico, medio y superior, abarcando 12 familias profesionales.
La FP Dual: un modelo pionero en las EFAS
Aunque la FP Dual parece una innovación reciente en España, las EFAS llevan décadas implementando el modelo de alternancia: “Nosotros lo trajimos de Francia hace años y llevamos aplicándolo desde el inicio. Ahora, con la nueva ley de FP, todos deben hacerlo, pero para nosotros no ha supuesto un cambio”, dice Barahona con toda la ironía.
Este sistema permite que el alumnado combine formación teórica con prácticas en empresas durante gran parte de su formación. Según Barahona, esta conexión directa con el entorno laboral potencia la empleabilidad y facilita la adaptación a las demandas del mercado.
Desafíos de la nueva ley de FP y su implementación
La reforma de la FP ha supuesto un cambio estructural profundo. Barahona valora positivamente la ley, otorgándole un 8,5 de nota, pero también advierte de sus debilidades. “Es una ley ambiciosa y necesaria, pero carece de una planificación presupuestaria sólida. Además, la transición ha sido demasiado rápida, generando problemas en la búsqueda de empresas para las prácticas”.
Uno de los retos más significativos ha sido la competencia por las plazas de prácticas en sectores saturados, como el sanitario. “Nos hemos visto desplazados de hospitales públicos donde históricamente nuestros alumnos hacían prácticas”, lamenta. Barahona nos confiesa que algunas empresas les han llegado a pedir dinero por incorporar alumnos en prácticas, cosa que es absolutamente ilegal.
El papel de las EFAS en el tejido empresarial rural
Más allá de la educación, las EFAS actúan como un puente entre el alumnado y el tejido empresarial local. Con más de mil empresas colaboradoras, adaptan su oferta educativa a las necesidades del entorno. “Las demandas cambian. Antes era formación agraria, ahora también es logística, mecánica o atención a personas mayores”, comenta Barahona.
Además, están apostando por nuevos ciclos como el de Procesos y Calidad de la Industria Alimentaria, poco implantado en España, pero altamente demandado por las empresas agroalimentarias.
Desafíos sociales y educativos en el medio rural
El entorno rural no está exento de los problemas educativos actuales. “Los alumnos llegan con un bajo nivel educativo y muchas veces arrastran problemas familiares o emocionales. Las adicciones digitales, la desmotivación o la salud mental son retos diarios”, subraya Barahona.
Las EFAS trabajan estos aspectos con un modelo educativo centrado en la persona, ofreciendo tutorías individuales y formación en habilidades blandas. Además, fomentan la formación continua de su profesorado para detectar y abordar problemas psicológicos entre el alumnado.
Tecnología e innovación en la FP
Las EFAS no se han quedado atrás en la era digital. Actualmente, el 40% de su plantilla se está formando en inteligencia artificial para mejorar la planificación y evaluación educativa. “Hay que aprovechar las nuevas herramientas. La IA bien utilizada puede ser un gran aliado en la educación”, señala Barahona.
A pesar de la expansión de la IA, las EFAS mantienen el foco en formar profesionales con una base sólida en sectores tradicionales como la informática o la industria agroalimentaria, adaptándose a las demandas reales del mercado laboral.
Mirando al futuro: expansión y nuevas oportunidades
Las EFAS están en plena fase de expansión, tanto en número de centros como en oferta formativa. “Estamos creciendo en todas las líneas: FP básica, media, superior y certificados profesionales. Las necesidades son enormes y queremos dar respuesta a ellas”, afirma Barahona.
El compromiso con el entorno rural sigue siendo el motor de su labor. “La España vaciada necesita oportunidades reales. La formación profesional es una herramienta clave para fijar población y generar empleo”, concluye.
En un contexto donde la FP gana terreno frente a las titulaciones universitarias tradicionales, las EFAS se consolidan como un modelo educativo eficaz y cercano a las necesidades sociales y empresariales. Su apuesta por la formación práctica y su arraigo en el entorno rural las convierten en un referente en la lucha contra el despoblamiento y la mejora de la empleabilidad juvenil en España.
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