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Recursos educativos

Cómo cambiar el transporte… empezando por la educación

¿Y si enseñamos a las nuevas generaciones que moverse no tiene que costarle al planeta? La movilidad sostenible no es solo una tendencia, es el futuro, y la educación tiene un papel clave en este cambio a la hora de concebir el transporte.
Yurena AfonsoLunes, 24 de marzo de 2025
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© ADOBE STOCK

Seguro que últimamente has escuchado mucho sobre sostenibilidad. Cada vez las personas son más conscientes de que nuestras decisiones diarias tienen un impacto enorme sobre el planeta. Entre ellas una de las que más influye es la manera en que nos desplazamos cada día. Los vehículos que utilizamos habitualmente, especialmente los de combustibles fósiles, generan una gran cantidad de emisiones. Esto afecta negativamente al medio ambiente, causando problemas como el cambio climático o el deterioro de la calidad del aire. También tiene efectos directos sobre nuestra salud, provocando enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Por suerte, existen alternativas mucho más amigables con el planeta, como los vehículos eléctricos o híbridos y, especialmente, el transporte público. Precisamente por eso es fundamental que en nuestras aulas fomentemos una conciencia crítica sobre todas estas alternativas.

¿Por qué llevar el tema de la movilidad sostenible al aula?

Imagina poder influir positivamente en cómo se mueven las futuras generaciones. Desde el aula, especialmente desde asignaturas prácticas como Tecnología o Cultura y Ciudadanía Digital, tenemos una oportunidad fantástica para sensibilizar al alumnado. No se trata solo de aprender qué es un vehículo eléctrico o híbrido, sino de fomentar un pensamiento crítico, responsable y reflexivo acerca de las decisiones cotidianas.

Además, trabajar sobre movilidad sostenible ayuda al alumnado a desarrollar habilidades valiosas (investigar por su cuenta, comparar información, comunicar sus conclusiones de manera efectiva,…). Aprenderán a valorar las ventajas y los desafíos que suponen las nuevas tecnologías, y descubrirán cómo pequeños cambios, como utilizar el transporte público con mayor frecuencia, pueden marcar una gran diferencia.

¿Cómo lo llevamos al aula?

Sesión 1 – ¡Nos ponemos en marcha!

  • Comenzamos mostrando el vídeo Cúrate la adicción al automóvil facilitado por la DGT, un recurso dinámico y muy útil para reflexionar sobre nuestros hábitos de transporte y su impacto.
  • Tras el visionado, invita al alumnado a compartir sus opiniones iniciales: ¿Qué les ha llamado la atención del vídeo? ¿Con qué situaciones se han sentido más identificados? ¿Qué alternativas al uso frecuente del coche ven más viables?
  • Presenta de manera breve y dinámica distintos tipos de vehículos: eléctricos, híbridos, tradicionales y alternativos, sin olvidar las ventajas del transporte público.

Sesión 2 – ¡A investigar!

  • Forma pequeños grupos y reparte a cada uno un tipo diferente de transporte o vehículo para investigar.
  • Pide que investiguen las ventajas ambientales, económicas, técnicas o posibles desafíos e inconveniente (autonomía, reciclaje de baterías, infraestructura, disponibilidad del transporte público,…).

Sesión 3 – Compartimos y debatimos

  • Cada grupo prepara una infografía o presentación creativa.
  • Los grupos exponen brevemente lo que han descubierto, destacando lo más interesante y sorprendente.
  • Debate final en clase, guiado por preguntas abiertas: ¿Cuál creen que es la mejor alternativa según los diferentes contextos (ciudad, campo, isla,…)? ¿Qué ventajas tiene realmente el transporte público frente al transporte privado?
  • Extrae conclusiones de forma colectiva sobre la importancia de apostar por una movilidad sostenible, y los pequeños pasos que podemos dar desde hoy.

Instrumentos de evaluación

  • Infografía o presentación creativa que haya elaborado cada grupo.
  • Exposición oral apoyada por tecnología.
  • Pequeño informe personal que recoja lo aprendido, así como sus propias reflexiones y conclusiones sobre la movilidad sostenible.

Hablar sobre movilidad sostenible en clase, no solo ayuda al alumnado a entender cómo sus acciones influyen directamente al entorno. También les ofrece herramientas para convertirse en personas conscientes, responsables y críticas. Además, les abre la puerta a descubrir alternativas prácticas y sencillas, como utilizar más el transporte público, que pueden implementar fácilmente en su día a día.

Esta es solo una propuesta de actividad, y puedes adaptarla para que encaje mejor con la realidad de tu alumnado. Esperamos que te resulte útil y nos encantaría conocer tu opinión o experiencia al ponerla en práctica. ¡Comparte con nosotros cómo te ha funcionado!

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