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Dibujos animados: tres series que nos inspiran

El análisis de series de dibujos animados producidas en el siglo pasado puede ser la base para la creación de unidades didácticas relacionadas con los grados de iconicidad.
Isabel Jiménez ArenasMiércoles, 26 de marzo de 2025
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© ADOBE STOCK

En la educación artística los profesores y profesoras tenemos a nuestro alcance una gran variedad de material audiovisual, que muchas veces nos pasa desapercibido, como el que encontramos en los dibujos animados.

Cuando planeamos qué enseñar y cómo, tendremos en cuenta los grados de iconicidad de las imágenes. Estos se clasifican básicamente en imagen realista, figurativa y abstracta. Dentro de las imágenes realistas están las que son totalmente fieles a la realidad. Las figurativas no se alejan mucho de lo real, pero pueden tener cierto grado de abstracción e interpretación personal. Y las imágenes abstractas son las que surgen a partir de un sentimiento, una idea o imagen, pero no se rinden a la forma.

Con el análisis de algunas series de dibujos animados podemos mostrar a nuestros alumnos y alumnas ejemplos de los distintos grados de iconicidad. No todas las series pero sí algunas, y muy significativas, pueden ayudarnos en la elaboración de unidades didácticas con las que, además, mostraremos modos en los que el dibujo y la pintura se han aplicado profesionalmente.

Concretamente nos fijaremos en los fondos, backgrounds, esos escenarios dónde se desarrollan las historias y se mueven los personajes. Aunque en ocasiones haya partes que también se animen, normalmente los fondos son estáticos y van cambiando según los diferentes planos.

La realización de estos fondos, que actualmente en su mayoría se producen digitalmente, correspondía a artistas que solían dibujar y pintar sobre papel para ilustración. Primero los dibujantes creaban diseños con todo detalle, layouts, que ayudaban a concretar qué acompañaría a los personajes y cómo, en qué lugar y momento. Luego se realizaban de nuevo los fondos definitivos pintándolos a color, una vez que la animación dejó de ser en blanco y negro.

Respecto al material con el que se pintaba, la acuarela o el gouache han sido muy comunes, pero también se ha utilizado pastel, acrílico e incluso óleo para definir los escenarios.

Los siguientes son algunos ejemplos de series conocidas, que sería interesante mostrar en clase.

Las aventuras de la abeja Maya

En 1975, Nippon Animation Co., Ltd  produjo «Las aventuras de la abeja Maya», en japonés “Mitsubachi Māya no bōken”, みつばちマーヤの冒険, con la colaboración de la compañía alemana Zweites Deutsches Fernsehen (ZDF), Segunda Televisión Alemana,  y de la Radiodifusión Austriaca ORF.

La serie está basada en el libro del escritor aleman Jakob Ernst Waldemar Bonsels titulado «La abeja Maya», publicado en 1912, el cual no tenía ilustraciones. Posteriormente, en los años 20 y 50 aparecieron otras ediciones que sí estaban ilustradas. Pero los personajes, tal y como los conocemos actualmente, fueron diseñados por los japoneses Nobe Toshio, 野部駿夫, y Shiraume Susumu,白梅進, para la serie.

Comenzó a emitirse en España en 1978 y llegó a tener mucha popularidad. En los colegios se intercambiaban cromos de la serie para el álbum, con gran entusiasmo.

Son muchos los momentos en los que podemos detener el vídeo y analizar las imágenes. Puede ser muy útil comentar con nuestros alumnos y alumnas cómo los artistas crearon los escenarios, esos fondos donde transcurre la vida de los personajes animados.

Para crear el ambiente donde viven los insectos, se representó la flora con realismo y detalle pero con gran naturalidad. En algunos capítulos cabe destacar los bellos contrastes de color, las sombras, la línea que define las plantas y flores, los reflejos en el agua, los degradados en los tonos de la tierra o el cielo o las transparencias. Se aprecia la mancha en el proceso de realización y esto es muy valioso desde el punto de vista artístico.

Podéis mostrar la serie a través del canal de You Tube @AbejaMayaOficial.

David el Gnomo

«David el Gnomo», que gira en torno a la vida de los gnomos, es otra serie en la que se ven fondos que recrean la naturaleza. Es obra de la productora española BRB Internacional y fue creada en colaboración con la productora canadiense CINAR y Wang Film Productions de Taiwán.

Estos dibujos animados tienen su origen en «El libro secreto de los gnomos», “Leven en werken van de Kabouter”, publicado en 1975. Fue escrito por Will Huygen e ilustrado por Rien Poortvliet, ambos neerlandeses.

Se emitió por primera vez en 1985, en España. Y posteriormente alcanzó difusión internacional, tanto en Europa como Estados Unidos y Latinoamérica.

Pronto comenzó a tener seguidores tanto por el argumento como por los valores que transmitía. La serie ensalza la justicia y la amistad, además de reflexionar sobre ecología y el cuidado de los animales. Y las historias enfatizan cómo los gnomos impactan positivamente en el medio ambiente y en la vida del ser humano.

Siguiendo los capítulos nos damos cuenta de que se hace presente con fuerza el trabajo de los ilustradores. El trabajo manual para recrear el entorno del bosque se percibe en muchas de las secuencias. Pero, a diferencia de «Las aventuras de la abeja Maya», aparecen menos líneas y predominan los planos difuminados. Esto acentúa la perspectiva en un intento de representar la frondosidad del bosque, donde conviven los trols, los gnomos y demás animales.

Suele aparecer la vegetación representada con tonos oscuros, frente a un cielo claro, aunque algunos degradados muestren una escala más gradual. Los azules y verdes se diluyen creando las nubes, las copas de los árboles o las sombras en la penumbra de la noche. Las hojas se definen con manchas y trazos irregulares, cada una en su forma. Esto hace que no parezca un fondo estático sino en movimiento. A  lo que podemos sumar el desvanecimiento de lo representado, con un nivel más o menos alto de saturación del color.

Volviendo a hacer referencia a la iconicidad, aparecen planos abstractos con texturas orgánicas en vez de superficies o elementos naturales muy detallados. Y gracias a algunas transparencias, se aprecia incluso el trabajo por capas de los pintores. Es más, ha quedado como una huella el recorrido de la brocha, por ejemplo, en la tierra.

Podéis ver la serie en el canal de You Tube @DavidelGnomoOficial.

Little Bear

“Little Bear” es una serie de dibujos animados canadiense, coproducida por Nelvana Limited y Canadian Broadcasting Corporation, que fue estrenada en 1995. Está basada en los cuentos de Else Holmelund Minarik, una autora americana de origen danés. Y fueron ilustrados por el artista y escritor Maurice Sendak. La primera edición es de 1957.

La serie se emitió principalmente en países de habla anglosajona, aunque podemos ver los capítulos traducidos a español en varias plataformas. Entre ellas en el canal de You Tube @TreehouseDirectLatAm

Por la década en la que fue producida, la animación ya tuvo apoyo digital. Aunque lo primero que llama la atención de estos dibujos animados es la presencia dominante del trazo a mano. Las líneas cortas verticales, horizontales o diagonales están presentes formando un grafismo. Y de esta forma se representan volúmenes y sombras.

Los grafismos parecen tanto en las superficies planas de las paredes o los muebles, así como en cualquier elemento del paisaje, creando una textura regular. Estas texturas son una característica del dibujo de Maurice Sendak, quien colaboró estrechamente con el equipo de producción de la serie.

Sendak había desarrollado este tipo de tramado llamado crosshatching en las ilustraciones originales del cuento “Little Bear”. Es muy curioso percibir cómo se ha trasladado el grafismo del papel a la pantalla.

Otra característica de la serie es que predominan los tonos suaves, con bonitas gamas de color que favorecen la tranquilidad del espectador. Las figuras y el fondo están totalmente integrados en un equilibrio cromático, con una gran variedad de medios tonos.

Además, llama la atención, como ocurre en las series que estamos analizando, que se aprecian manchas producidas por el pincel. Estas aparecen tanto en el mobiliario de las casas, en cajas, sillas o mesas, así como en el espacio exterior. Suelen verse claramente en las raíces y copas de los árboles, el cielo, la luna y las montañas, por nombrar algunas partes.

Después de analizar estas series de dibujos animados con tus alumnos y alumnas, ¿cómo continuarías? ¿qué actividades plantearías para que asimilaran los conocimientos? Sois bienvenidos a dejar comentarios con vuestras propuestas.

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