fbpx

Andrés Garrigó: También para el cine Dios es lo más bello y una fuente de inspiración inagotable

El director de Goya Producciones, Andrés Garrigó, compara la oferta de las productoras audiovisuales cristianas con joyas modeladas a partir de un tesoro de belleza inagotable... Un filón frente al que palidece un género como el Western.
Santiago MataViernes, 7 de marzo de 2025
0

El director de Goya Producciones, Andrés Garrigó.

Goya Producciones cumple 25 años de singladura aportando material educativo y de entretenimiento en valores y difundiendo doctrina cristiana. Andrés Garrigó la fundó tras más de tres décadas de carrera como periodista, en la que destacó como corresponsal en Bruselas de La Vanguardia, ABC, y con su propia agencia, Europe Today. A sus 84 años, sigue en plena forma y tratamos de que nos revele las posibilidades que la producción audiovisual de este género ofrece al profesor de Religión y a los centros educativos en general, así como algunos secretos de su éxito.

Las vidas de los santos, ¿crees que tienen un valor pedagógico especial?
–Efectivamente, las vidas de los santos han sido, a lo largo de la historia, fuente de muchas conversiones. Por ejemplo, la de San Ignacio de Loyola: cuando estaba herido tras la batalla de Pamplona, buscaba libros de caballería, pero solo encontró vidas de santos, y de ahí surgió su conversión. Lo mismo ha sucedido en muchos otros casos a lo largo de la historia católica. La Iglesia se ha nutrido de estos ejemplos prácticos porque no hay nada mejor que un testimonio. Si es de alguien vivo, mejor; y si no, queda su legado escrito. Creo que llevar esas vidas a la pantalla es un gran beneficio y un servicio para la gente. A través del cine, se puede entretener y, al mismo tiempo, transmitir el mensaje del santo y sus virtudes, mostrándolas en la práctica.

¿Percibe más presencia de temática cristiana o religiosa en la producción audiovisual actual?
–Esto ha ido por etapas. Si nos remontamos a los últimos 50 o 60 años, hasta los años 60 o 70 había, de vez en cuando, películas religiosas o con inspiración cristiana, y muchas de ellas fueron muy exitosas. Un ejemplo clásico es Marcelino, pan y vino, que ganó muchos premios.

Después, este tipo de cine fue decayendo. Cuando yo empecé con Goya Producciones —ahora cumplimos 25 años, desde el año 2000— no existía una productora católica en España que se dedicara exclusivamente a esto. Con el tiempo, han surgido otras y, aunque no diría que hay una proliferación, sí ha habido un incremento notable de personas que se han animado a producir cine, televisión y documentales de temática católica. Es curioso porque, aunque el número de asistentes a misa ha caído, cada vez somos más los que nos dedicamos a la producción audiovisual católica. Algunos, como nosotros, hemos logrado consolidarnos y seguir adelante, superando este cuarto de siglo sin mayores incidentes y mejorando tanto en cantidad como en calidad.

Eso sí, no ha sido gracias al público español. Claramente, han sido los católicos del mundo hispano y de otros idiomas quienes han sostenido este esfuerzo. De hecho, esta misma mañana revisábamos noticias sobre un estreno nuestro en Rumanía, después de haber recorrido toda América y pasado por países católicos importantes como Polonia, Italia, Francia y Alemania.

¿Cómo se encuentra al público en este nicho?
–España representa ahora solo una pequeña parte del público, aunque hay un sector fiel y constante que acude a todos los estrenos. Antes compraban los DVD, ahora van al cine o utilizan plataformas digitales como Famiplay, que surgió de Goya Producciones y luego se asoció con otros socios. Aunque ahora funciona de forma más independiente, seguimos supervisando los contenidos. Famiplay es una plataforma online, una especie de mini Netflix católico, con contenido no solo religioso, sino también de inspiración cristiana, familiar y de entretenimiento. Allí se pueden encontrar tanto producciones de Goya como de otras productoras católicas españolas y extranjeras.

¿Qué recomendaría a colegios y familias para aprovechar este material en la educación?
–Nosotros ofrecemos la posibilidad de organizar pases privados, adaptados a diferentes entornos: parroquias, colegios u otras instituciones. Basta con escribirnos a info@goyaproducciones.com, y les proporcionaremos la mejor manera de adaptar el contenido a sus necesidades. Además, tenemos mucho material escolar. Durante un tiempo trabajamos con la editorial Casals, que hacía libros de texto, y nos encargaban documentales cortos sobre historia de la redención, historia de la Iglesia, sacramentos, el Credo… También tenemos contenidos sobre la familia, el noviazgo, el matrimonio y otros temas relevantes.

Mucho de este material sigue vigente. En algunos casos, se puede actualizar el formato o el estilo artístico, pero el contenido esencial permanece igual. También estamos explorando nuevas estrategias para redes sociales y produciendo mensajes más cortos para adaptarnos a los tiempos actuales. Nuestro catálogo es amplio y abarca desde series sobre doctrina social de la Iglesia hasta documentales sobre los primeros cristianos o los grandes cambios de la Reforma Protestante.

¿Cómo se puede usar en clase? Pues depende de cada profesor y de cómo quiera integrarlo. Eso tiene su nota de originalidad, pero creo que todavía está poco explotado. Es un campo muy amplio y la enseñanza con imágenes completa mucho mejor los contenidos. Se trata de tomarle el pulso y ver cuáles son las necesidades del profesor de la asignatura.

¿Cuál ha sido el material con más éxito que ha producido?
–Aparte de la televisión, donde nuestros contenidos han sido emitidos desde el principio y aún siguen en el canal católico EWTN, hemos tenido éxito en nuestra última etapa con largometrajes y documentales de ficción. Podría señalar tres títulos principales. A mí me gustó mucho Fátima, el último misterio; me parece que históricamente es muy profético. También tuvo una gran acogida Guadalupe, Madre de la Humanidad, prácticamente nuestra última producción, que ha dado la vuelta a toda América y parte de Europa. Es la mejor película sobre la Virgen de Guadalupe. Otra que sigue triunfando y ahora está en Austria y Alemania es San José, Corazón de Padre. Realmente está muy lograda. También Corazón de Jesús ha sido una película que toca el corazón, sobre todo por la parte emotiva, con testimonios de vida impactantes. Además, el arte de recrear escenas con actores le da mucha vida.

Tenemos otra sección de biopics, películas biográficas que iniciamos con Poveda, sobre San Pedro Poveda, mártir en la guerra civil. Luego seguimos con Soledad, sobre Santa Soledad Torres Acosta, y la última ha sido Petra de San José. Todas son películas de ficción con actores bastante relevantes, algunos realmente magistrales. Solemos trabajar con Pedro Delgado y Pablo Moreno, un excelente director especializado en estos temas. En ocasiones hemos contado con José Luis López-Linares y también con José María Zavala.

En cuanto a qué es más formativo o más necesario ahora mismo, depende. Hemos trabajado con la figura de los santos más populares, como el Padre Pío, pero hay muchos otros que no son tan conocidos. Por ejemplo, nos han pedido hacer la biografía de Santo Toribio de Mogrovejo, el gran obispo de América. Es un personaje fascinante, como tantos otros que merecen una película o un documental. El problema es la financiación. Mucha gente nos pide películas, pero si no se consigue el dinero, es imposible realizarlas. Ese es otro tema que no hemos mencionado: encontrar financiadores, inversores o donantes es una aventura en sí misma. Ha habido pequeños milagros en ese sentido, pero no es fácil.

¿Cuál ha sido su secreto para la financiación?
–Creo que, en primer lugar, la Providencia. Pero también hay que moverse, contar el proyecto de manera sugerente y plantear formas en las que la inversión pueda recuperarse, total o parcialmente. En España, la mayoría de las películas se financian con subvenciones, pero nosotros no solemos cumplir los requisitos que se exigen para acceder a ellas. Por ejemplo, el Ministerio de Cultura tiene la costumbre de clasificar nuestras películas como no recomendadas para menores de 18 años, solo porque en algún momento se dice que el aborto «no está bien». Eso ya les parece demasiado fuerte. Exagero un poco, pero es así.

Si no tuviera que preocuparse por la financiación, ¿qué proyecto le gustaría realizar?
–Tengo algunos proyectos en mente, pero prefiero no decirlos aún, para que no nos los copien. Son ideas muy buenas, de gran calibre. Cuando estén más desarrolladas, ya se podrá hablar de ellas. Lo que sí puedo decir es que me apasiona todo lo que lleve a la conversión, que dé esperanza a la gente. No tiene que ser siempre lo mismo, porque hay muchísimos tesoros en la historia de la Iglesia y en nuestro patrimonio que son desconocidos. Hay mucho material inédito, cosas deslumbrantes.

Al final, lo más sublime es lo más bello y lo más bueno, lo único que necesitas es al artista que modele eso, que les dé forma y que vayan saliendo esas joyas. Las películas del Oeste parecían una fuente de inspiración inagotable, y se han agotado, pero Dios es inagotable.

0
Comentarios