La CUP propone una prueba para acreditar el nivel de catalán en el último curso de la ESO
El sistema actual otorga el título de C1 de catalán a todos los alumnos que aprueben la ESO en Cataluña, sin necesidad de una prueba, desde el curso 2007-08.
Lo ha explicado en rueda de prensa en la sede de la CUP en Barcelona la portavoz de su Secretariado Nacional, Susanna Moreno, quien ha definido la propuesta como «un sistema de acreditación» que a la vez funcione como «diagnóstico sociolingüístico». «El objetivo de la propuesta es que todo el alumnado que pasa por la educación obligatoria acabe con un nivel C1 de catalán», ha añadido.
El sistema actual otorga el título de C1 de catalán a todos los alumnos que aprueben la ESO en Cataluña, sin necesidad de una prueba, desde el curso 2007-08. Moreno ha sostenido que este sistema no funciona porque «hoy en día la inmersión lingüística no se está aplicando». Por ello, la medida planteada por la CUP prevé abarcar, al menos, los niveles B1, B2 y C1 del Marco Común Europeo de Referencia, y que las pruebas sean de gestión «externa a los centros educativos» para «garantizar la profesionalidad» del proceso.
La implementación se produciría en dos fases: en primer lugar, con un periodo en el que «aún fuera posible» acreditar el nivel de catalán «a partir del sistema actual», y, posteriormente, «sustituir» este modelo en su totalidad.
Una situación «de emergencia»
El plan de choque en el que se incluye esta medida, titulado «Garanticemos el derecho al catalán, apliquemos la inmersión de verdad», se ha concebido, según la diputada de la CUP en el Parlament Pilar Castillejo, como un conjunto de medidas «amplias» y «complementarias» con las que «fortalecer el sistema educativo». Entre ellas, destacan la propuesta de «volver a las tres horas lectivas de lengua catalana en la ESO y Bachillerato», la reducción de «ratios» profesor-alumnos, la creación de un «sistema de becas» para «fomentar los estudios de Filología Catalana» y la «catalanización de la Formación Profesional» mediante la «formación y sensibilización» del profesorado. Además, el texto insta al Govern a «no acatar» la orden del Tribunal Supremo que fija que al menos un 25% de las horas lectivas sean en lengua castellana, ya que la CUP la considera «profundamente antidemocrática».
La formación anticapitalista ha justificado estas medidas por la «situación de emergencia lingüística» en la que se encuentra la lengua catalana y que, según esta organización, se debe a las «ofensivas judiciales y políticas» del Estado y a la «negligencia e inoperancia de los gobiernos autonómicos».