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LEDUCAS: tecnología e inclusión para transformar la comunicación en la educación

Tecnología e inclusión definen al proyecto LEDUCAS, destacado finalista en la XVIII Edición del Premio Espiral Internacional y Mención Especial en Inclusión en el mismo. Hablamos con sus creadores sobre este trabajo, creado para facilitar la comunicación de estudiantes con síndrome de Down.
Mireia PorteroJueves, 6 de marzo de 2025
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Marc Gudel Téllez posa con el diploma que acredita a LEDUCAS como ganador de la Mención Especial en Inclusión del Premio Espiral. ®MIREIA PORTERO.

Tecnología e inclusión. Estos son los ingredientes de LEDUCAS, proyecto que fue destacado como finalista en la XVIII Edición del Premio Espiral Internacional y que obtuvo, además, una Mención Especial en Inclusión.

Desarrollado por Marc Gudel Téllez y Marina Tudela Aparicio, este innovador trabajo ha demostrado cómo la tecnología puede ser una poderosa aliada en la educación inclusiva.

En esta Entrevista MAGISTERIO, Gudel y Tudela nos cuentan cómo surgió la idea de utilizar Micro:bit para facilitar la comunicación de Lucas, un estudiante con síndrome de Down que se expresa mediante pictogramas. A través del trabajo colaborativo, los alumnos programaron pictogramas digitales interactivos, convirtiéndose en agentes activos del cambio dentro del aula.

¿Cómo ha impactado LEDUCAS en la vida de Lucas y de sus compañeros? ¿Qué aprendizajes y retos encontraron en el camino?

Preparación y desarrollo del proyecto

¿Cómo surgió la idea de este proyecto ganador? ¿Qué os inspiró a desarrollarlo?
–En nuestra escuela realizamos talleres de temáticas variadas y con diferentes niveles. Uno de ellos, concretamente, está relacionado con la programación y la robótica educativa. Una vez iniciadas las sesiones y agrupamientos, presentamos el material al alumnado e hicimos una lluvia de ideas cuyo objetivo fue dar solución a un problema de nuestro entorno con la ayuda de un elemento tecnológico, en este caso, Micro:bit.

El proyecto LEDUCAS nace el curso pasado, 2023-2024, y parte de la necesidad de comunicarse con un alumno de la clase, Lucas: un niño con síndrome de Down que no tiene habla y se comunica mediante pictogramas. Sus compañeros y compañeras siempre han conocido sus limitaciones para comunicarse a nivel oral y la necesidad de utilizar un sistema aumentativo y alternativo a la comunicación. Conociendo la utilidad de la placa Micro:bit, con y sus ganas por ayudar a su compañero, empezaron un proceso de creación para mejorar la calidad de vida del alumno protagonista.

¿Cómo estructurasteis el proyecto desde su concepción hasta su implementación en el aula?
–El proyecto se realiza en formato taller. Trabajamos en pequeños grupos de ocho ó nueve alumnos, en sesiones de hora y media, durante cinco sesiones. Primero realizaron una actividad de reflexión previa sobre la importancia de la comunicación inclusiva y las barreras que pueden encontrar las personas sin habla. A partir de ahí, aprendieron sobre los distintos tipos de pictogramas utilizados para la comunicación. Después aprendieron a programar la micro:bit mediante la aplicación Microsoft Make Code para Micro:bit.

Los alumnos pusieron en práctica su planificación y construyeron los pictogramas interactivos para la comunicación inclusiva. Trabajaron en equipos, resolviendo los problemas que surgieron, y aplicaron sus habilidades de programación y expresión creativa con la micro:bit.

Finalmente, realizaron un análisis del éxito de sus pictogramas interactivos. Lucas probó los pictogramas dentro del aula, dando a los alumnos una perspectiva directa de la utilidad e impacto de sus trabajos.

¿Qué recursos y herramientas utilizasteis durante el proceso de desarrollo?
–Básicamente, papel y lápiz, la placa micro:bit, y un ordenador. A partir de una ficha en papel con una cuadrícula de 5×5 que representa las luces LED de la placa micro:bit, los alumnos recrean sus pictogramas, que posteriormente se programan y se transfieren a la placa. Cabe destacar que aquellos alumnos que tienen dificultades en el uso del ratón con los portátiles, usan las tablets táctiles para programar, como es el caso del propio Lucas. Aunque después, para transferir la programación a la placa, es necesario un ordenador.

Seguimiento de la rúbrica

¿Cómo utilizasteis la rúbrica del Premio Espiral para guiar el desarrollo de este proyecto?
–La rúbrica del premio y la nuestra no difiere en muchos aspectos. La utilizamos para matizar algunos temas metodológicos, pero en gran medida es bastante parecida. Está muy bien desarrollada y sirve para mejorar en futuros proyectos.

¿Hubo algún aspecto de la rúbrica que os resultara particularmente desafiante o motivador?
–La inclusión y la personalización. Era muy importante que tuviera un impacto en el protagonista, que todo el trabajo diera su fruto, y ver que Lucas puede usar elementos tecnológicos como parte de su aprendizaje y no solo como algo lúdico.

Detalles del proyecto

¿En qué consiste exactamente este proyecto? ¿Podéis describir sus objetivos y metodologías?
–El objetivo principal es potenciar la comunicación de nuestro alumno a partir de un recurso innovador y tecnológico con el que todo el grupo-clase pudiese hacer su aportación y fomentar la inclusión. A partir de ahí, teníamos los siguientes objetivos:

  • Programar la placa Micro:bit con pictogramas digitales mediante el trabajo cooperativo entre estudiantes.
  • Manejar la herramienta digital tomando conciencia de sus usos y limitaciones para poder comunicarse de manera fluida.
  • Promover conductas de concienciación e inclusión, tanto en entornos analógicos como digitales.
  • Comprobar la utilidad de los pictogramas digitales programados en la placa Micro:bit y su funcionalidad en el contexto escolar.

La metodología utilizada durante la ejecución de la propuesta y su intervención es muy activa y dinámica: con actividades prácticas por medio del aprendizaje basado en proyectos se trabaja en equipo de manera cooperativa, creándose pequeños grupos en los que se fomenta la adquisición de la competencia digital de manera más personalizada y directa. Existe un nivel más elevado de atención plena.

El docente encargado de impartir las actividades las presenta en formato taller, y en cada sesión se plantean distintas tareas con carácter inclusivo. Así, poco a poco se va evolucionando hasta descubrir y elaborar el producto final.

tecnología inclusión

¿De qué manera este proyecto pone en el centro al alumno y cómo promueve su participación activa?
–Aparte de que todo el proyecto se lleva a cabo en formato taller con ocho ó nueve alumnos y se trabaja de manera colaborativa, Lucas participa activamente en la elaboración de los diferentes pictogramas. Nos centramos en vocablos básicos, fáciles, y con un significado muy simple y a la vez significativo para el compañero protagonista. Entre ellos, destacamos el tiempo atmosférico, las emociones, las diferentes materias que Lucas hace con el resto del grupo y, sobre todo, las más usadas, como indicar que ha acabado una tarea, ir al baño o saber pedir perdón.

Impacto en el alumno

¿Qué cambios observasteis en los alumnos durante y después de la implementación del proyecto?
–Desde el principio los alumnos estuvieron muy motivados, ya que Lucas es un compañero muy importante para ellos. Ayudarlo en algo tan básico como es la comunicación ha sido un factor clave para el desarrollo de los objetivos de este proyecto. Al finalizarlo, podemos concluir que los objetivos fueron logrados porque Lucas utilizó satisfactoriamente la placa para comunicarse.

El hecho de ser el protagonista resultó muy placentero para él, se percibió una actitud más flexible cuando se le propusieron tareas de diversa índole, lo vivió con mucha ilusión y estaba motivado, aunque cabe destacar que en sus inicios era importante recordarle que el Micro:bit no era un juego,sino una herramienta para ayudarlo a comunicarse. Con el paso de las sesiones se denotó un buen progreso. Se le ofreció la posibilidad de explorar y manipular sin marcar ninguna pauta, y poco a poco se le empezaron a sugerir tareas de más dificultad hasta ser el máximo responsable de cuidar el Micro:bit y avisar al docente cuando se quedaba sin pilas.

¿Cómo creéis que ha influido en el desarrollo personal y académico de los alumnos?
–Los cambios más significativos los hemos encontrado en el alumnado protagonista del proyecto: al presentarlo ellos mismos en diferentes congresos, como el mSchools o en la UOC, tienen la motivación de seguir haciendo proyectos con la finalidad de ayudar al prójimo y poder presentarlo al mundo.

Experiencia de la gala

¿Cómo vivisteis la experiencia de participar en la gala de entrega del Premio Espiral?
–Es muy emocionante todo el despliegue tecnológico y humano que se vive en la gala. Conocer experiencias tan innovadoras y motivadoras de otros centros, de compañeros y compañeras que se desviven, como tú, por sus alumnos es muy gratificante.

¿Qué emociones y recuerdos os lleváis de ese día?
–Una mezcla entre nervios, ilusión y satisfacción por el reconocimiento de tu trabajo. Saber que formas parte de ese grupo selecto de personas que llevan a cabo experiencias tan magníficas como las mostradas durante la gala, te llena de orgullo. Y recibir un premio… ya es lo máximo.

Beneficios y aplicaciones en el día a día

¿De qué manera ha impactado este reconocimiento en vuestra práctica educativa diaria?
–Este premio es un reconocimiento donde se ve reflejada la participación y cohesión de un alumnado que es consciente de una realidad que conocen de cerca en su día a día.

Para una escuela como la nuestra, este premio nos ayuda a creer y confiar en que los cambios son posibles. Somos un centro de máxima complejidad con un alumnado de origen cultural muy diverso y cada vez más alumnos con Necesidades Educativas Especiales.

Por ello, es un triunfo para nuestra comunidad educativa, en la que la diversidad es la base y la inclusión nuestro máximo objetivo, independientemente de nacionalidad, procedencia o edad cronológica.

¿Habéis tenido la oportunidad de compartir vuestro proyecto con otros docentes o instituciones? ¿Cómo ha sido esa experiencia?
–Aparte de ser finalista en los premios Espiral, hemos sido galardonados con el premio al mejor proyecto TIC Educación Inclusiva, Igualdad y Diversidad en SIMO Educación 2024, participamos en el congreso de micro:bit Live 2024 en Madrid y en el Edtech Congress Barcelona, y en todos hemos presentado nuestro proyecto a un público muy variado. Hemos recibido un feedback muy interesante, y muchas personas están interesadas en reutilizar el proyecto en sus aulas, lo que nos satisface muchísimo porque de eso se trata: llegar a la gente para que tu trabajo sea útil y ayude a otros “Lucas”.

Innovación y futuro

¿Qué importancia tiene la innovación educativa para vosotros y cómo la aplicáis en vuestro trabajo diario?
–Como maestro, la innovación educativa implica salir de la zona de confort y estar dispuesto a experimentar, reflexionar y mejorar constantemente las estrategias pedagógicas. Esto no siempre significa reinventar la rueda: a veces, pequeños cambios pueden tener un gran impacto en el aprendizaje, como es el caso de nuestro proyecto.

¿Tenéis planes de desarrollar nuevos proyectos en el futuro? 
–El equipo impulsor sabe que es un proyecto mejorable y ampliable a otros alumnos con Necesidades Educativas Especiales. Por este motivo, ya hemos empezado a trabajar con una nueva idea, que se centrará en ayudar a menores con otro tipo de dificultades. Queremos experimentar con variedad de herramientas que fomenten de manera significativa las habilidades de nuestro alumnado.

En nuestro nuevo proyecto nos centramos en el alumnado TEA. Con el mismo grupo que realizó el proyecto LEDUCAS estamos desarrollando uno nuevo que tiene como objetivo mejorar la vida de los alumnos TEA utilizando las placas micro:bit, añadiendo sensores y luces LED, y con una programación más avanzada.

Consejos y recomendaciones

¿Qué consejo le daríais a otros docentes que desean participar en el Premio Espiral Internacional?
–Que se atrevan a crear y a experimentar con las herramientas, digitales o no, que tienen en su alrededor, que innoven, que se reciclen, que acudan a congresos y seminarios, que presenten sus proyectos y compartan experiencias y, especialmente, que hagan un cambio de mirada en su metodología educativa.

El camino no es fácil, pero aún tenemos mucho que desaprender para volver a aprender. La educación ha cambiado y la tipología del alumnado es muy exigente.

¿Qué creéis que es lo más importante para desarrollar un proyecto educativo innovador y exitoso?
–Perder el miedo, atreverse a innovar, empatizar con el alumnado, escuchar sus necesidades y definir desde el principio qué objetivo se busca alcanzar: ¿resolver una necesidad específica? ¿Fomentar nuevas formas de aprendizaje? ¿Mejorar la inclusión? Esta claridad ayuda a mantener el enfoque.

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