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La manosfera, un peligro creciente para los adolescentes

La manosfera, ese concepto que la serie 'Adolescencia' ha introducido en nuestras conversaciones y en nuestras vidas, no es más que machismo organizado. Dicho de otra manera, una red de comunidades misóginas online que representa una amenaza creciente para el desarrollo saludable de la identidad de los adolescentes y su capacidad para establecer relaciones interpersonales equilibradas.
Nidia RepresaJueves, 24 de abril de 2025
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Imagen promocional de la serie 'Adolescencia'. © NETFLIX

El rostro más visible a nivel mundial de este movimiento es Andrew Tate un influencer con más de 11 millones de seguidores. Este personaje, mencionado en Adolescencia, está siendo juzgado actualmente por cuatro delitos de violación en Rumanía, mientras le llueven las demandas por agresión sexual en Reino Unido. En su flamante currículo figuran también causas abiertas por abuso sexual, tráfico de menores y blanqueo de capitales. Pero, ¿de dónde salió este “creador de contenido”? ¿Cómo consiguió hacerse conocido? Muy sencillo, su catapulta al estrellato fue la edición británica de Gran Hermano 2016, de la que fue expulsado tras difundirse un vídeo en el que golpeaba a una mujer.

Este es el gran referente de nuestros jóvenes, el autor de muchos de los vídeos violentos y misóginos que consumen en Internet y que constituyen la base de la creciente violencia juvenil contra las mujeres, una problemática que también está presente en España y que está siendo objeto de debate estos días gracias a la serie de Netflix, que ha servido como catalizador para visibilizar esta problemática, generando un necesario debate social e institucional.

Los datos disponibles revelan un panorama preocupante: millones de usuarios en estas comunidades, un aumento del 87,2% en denuncias por violencia de género entre adolescentes*,  y una normalización del discurso misógino en entornos educativos.

Pero, ¿cómo ha conseguido la manosfera hacerse tan omnipresente en las vidas de nuestros hijos? Fácil, aprovechando los mecanismos de amplificación de internet como los filtros burbuja y las cámaras de eco, dos conceptos que padres y educadores normalmente desconocen, pero que constituyen auténticas bombas de relojería para los adolescentes que siguen estas comunidades. Mientras que los filtros burbuja controlan qué información recibe el usuario, las cámaras de eco determinan con quién interactúa. De este modo, nuestros jóvenes se ven expuestos repetidamente a narrativas misóginas y de masculinidad tóxica, a la vez que refuerzan esta ideología mediante la validación social de grupos de referencia, normalizando estas percepciones.

La dinámica es especialmente peligrosa para adolescentes en formación, ya que los algoritmos de plataformas como YouTube, Instagram o Tik Tok recomiendan contenido cada vez más extremista para mantener la atención del usuario, creando una escalera de radicalización progresiva.

Ante este panorama, es imperativo desarrollar estrategias educativas en las aulas que promuevan el pensamiento crítico y las relaciones saludables, mejorando la supervisión del uso de internet por parte de los adolescentes.

La protección de nuestros menores y  adolescentes frente a la influencia de la manosfera y sus ideologías tóxicas (Incel 80-20)  requiere una respuesta coordinada que involucre a familias, escuelas, plataformas tecnológicas e instituciones públicas. Solo mediante un enfoque integral podremos garantizar que el entorno digital sea un espacio de crecimiento y no de radicalización para las futuras generaciones.

Padres y expertos coinciden en que la serie Adolescencia tiene un enorme potencial educativo para abrir debates sobre temas sensibles como la masculinidad tóxica, el acoso en redes sociales y las dinámicas grupales entre adolescentes. De hecho, en Reino Unido tienen previsto proyectar la serie en centros educativos. Sin embargo, desde Good Game Project consideramos importante avisar de que su inclusión en las escuelas requiere un enfoque cuidadoso para manejar las emociones intensas que genera y un acercamiento sostenible y pedagógico a estas temáticas, creando un espacio seguro para la reflexión y el aprendizaje colaborativo dentro de las aulas. La proyección de la serie, por si sola, no basta. Es más, puede producir un efecto contrario al esperado si no se refuerza su visualización con un enfoque multidisciplinar expresado en los mismos códigos lingüísticos y audiovisuales que los adolescentes de hoy utilizan. Hablemos con ellos directamente y en su propio idioma.

Nidia Represa, autora de Bajo mi piel y cofundadora de Good Game Project

*Estudio de la Fundación Anar “Evolución de la violencia contra las mujeres en la Infancia y la Adolescencia en España”.

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