fbpx

Pedro Huerta: “Las escuelas católicas no son sólo para católicos. Es una escuela para el mundo”

Cinco años después de su primera entrevista con MAGISTERIO, Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Católicas, repasa los grandes desafíos de la educación católica en España: salud mental, identidad educativa, espiritualidad y nuevas tecnologías.
José Mª de MoyaMartes, 8 de abril de 2025
0

Pedro Huerta lleva desde 2020 al frente de Escuelas Católicas, una red que agrupa a cerca de 2.000 colegios, 85.000 docentes y 1,2 millones de alumnos. En la conversación, pone el foco sobre el impacto duradero de la pandemia en los jóvenes: “Aunque para mucha gente pueda parecer algo melancólico, realmente ha dejado muchas heridas”, afirma.

“Estamos todavía, digamos, somos herederos de todas esas situaciones que generó no solo el confinamiento, sino también la falta de explicación a lo que estaba pasando”, señala. En su diagnóstico, el daño emocional no afecta solo a los alumnos, sino a toda la comunidad educativa: “Me preocupan también mucho las situaciones de los docentes y las familias. Si ellos no están en condiciones de acompañar, esto se complica bastante más”.

La solución, asegura, pasa por “un cuidado integral” que alcance a todos los actores: “No es solo lineal hacia el alumno”.

“Hay que visibilizar la dimensión espiritual”

En un momento en el que la secularización crece, Pedro Huerta insiste en que la identidad católica no puede quedar diluida. Pero también rechaza el exclusivismo religioso: “El perfil del educador en una escuela de ideario católico no es ser católico, apostólico, romano, practicante”, afirma tajante. Lo mismo ocurre con el alumnado.

“El Papa Francisco lo dice muchas veces: la escuela católica no es una escuela para católicos, es una escuela para el mundo”, recuerda Huerta. Esa apertura, sin embargo, no implica perder el rumbo: “La identidad no puede estar disimulada, disuelta o camuflada”.

Para él, el desafío consiste en “no entrar en un conflicto de identidades”, sino en “evangelizar con lo que tenemos y desde lo que tenemos”. Y define la evangelización no como catequesis, sino como “crear espacios de justicia, de encuentro, de cuidado, de calidad en las relaciones humanas”.

Insiste, además, en que la espiritualidad no puede quedar relegada a la pastoral: “Es indispensable visibilizar, cuidar, acompañar esa dimensión trascendental que nos hace al menos intentar encontrar un sentido a la existencia”.

“Nuestra tarea no es prohibir”

Huerta muestra sus reservas sobre las medidas restrictivas en el uso de tecnología en los colegios, como las que promueve la Comunidad de Madrid: “A mí la palabra prohibir no me gusta para casi nada”, dice. “Prohibir es facilísimo, pero nuestra tarea no es prohibir, es educar”.

Aunque reconoce el riesgo que suponen los dispositivos móviles y las redes sociales, apuesta por una integración educativa: “La tecnología forma parte de la cultura sintética del mundo. Tenemos todas las herramientas para poderla educar”.

Y es tajante sobre los riesgos reales: “Lo que más me preocupa no es la tecnología, sino el sinsentido. Ese sí que es el gran enemigo: vidas sin sentido, sin motivación última o trascendente”.

“Hay una amenaza constante a la concertada”

El secretario general de Escuelas Católicas denuncia que muchas decisiones políticas siguen dificultando la vida a los centros concertados: “Estoy cada vez más convencido de que una gran parte de las medidas que genera la administración educativa buscan, si no perjudicar, al menos poner tropiezos a la educación privada concertada”.

Huerta reclama que las administraciones asuman su papel institucional con imparcialidad: “Cuando el secretario de Estado me dice que tiene que cuidar de sus colegios, le contesto que sus colegios somos todos: los públicos, los concertados y los privados”.

Sobre la decisión de trasladar el primer ciclo de secundaria a los centros de primaria, plantea dos críticas: que no se ha consultado a toda la comunidad educativa y que “se hace solo para la pública, sin resolver cómo afectará a los centros concertados que no tienen secundaria”.

0
Comentarios