Violencia juvenil, segregación y bienestar emocional, entre los retos de la escuela pública vasca
La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, ha comparecido este lunes en comisión parlamentaria para presentar una «síntesis» del plan, después de que la semana pasada concluyera el proceso participativo para su elaboración, en el que han tomado parte todos los agentes del sistema educativo. Los partidos de la oposición (EH Bildu, PP y Sumar) han criticado precisamente la ausencia de un plan ya confeccionado y por escrito, y han censurado también que en la sesión de hoy no se hayan abordado otras cuestiones importantes como las inversiones en infraestructuras o la estabilización del profesorado.
Pedrosa ha puesto el foco en la importancia en el proceso participativo de este primer plan estratégico para la escuela pública porque ha contado con aportaciones de familias, alumnado, profesorado y agentes del tercer sector y porque ofrece un «diagnóstico» actual de la red pública. La consejera ha prometido que «en breve» entregará íntegro este «ambicioso» plan a los grupos parlamentarios y ha anunciado que en próximas comparecencias presentará tanto el plan de estabilización del profesorado como las inversiones. Y ha recalcado en todo caso la «apuesta clara» por la escuela pública, tal y como demuestra que para 2030 se habrán invertido 750 millones de euros en infraestructuras. También ha proclamado que su Departamento está «estabilizando a más profesores que nunca»: 5.300 profesores desde 2022, aunque ha admitido que en este terreno «aún se tiene que hacer un esfuerzo».
Principales retos del sistema
En el proceso participativo para elaborar el plan, ha señalado la consejera, se han identificado los «retos principales» de la escuela pública: lograr el mayor potencial de cada alumno, el aumento de estudiantes de origen extranjeros –que está en porcentajes «históricos»– riesgo de segregación, la igualdad de género y la presencia violencia entre los jóvenes, «que da mucho miedo». El bienestar emocional es otro de esos desafíos, ya que la pandemia ha creado alumnos «más vulnerables», así como la mejora en determinadas competencias. De hecho la consejera volverá la semana que viene al Parlamento para presentar la ‘Estrategia integral de mejora de resultados 2025-2028’.
Pedrosa ha dicho también que en los últimos años ha crecido un 13% el alumnado con necesidades especiales, lo que ha relacionado con la mejor detección de estos casos. Además, esa detección temprana da mejora las oportunidades de estos menores. La «misión» del plan presentado hoy es «lograr que todos los alumnos alcancen su máximo potencial con independencia de dónde vengan, de qué idioma hablen o de qué cultura tengan» y para ello debe ser «una hoja de ruta» que dé «orientaciones» a los centros educativos, aunque luego cada uno las adaptará a su contexto.
El plan, que servirá también para dotar a la red pública de «una identidad propia», se articula en diez ejes estratégicos, agrupados en cuatro grandes dimensiones. La primera es la corresponsabilidad de toda la comunidad educativa. La segunda es la excelencia «entendida como el éxito de cada alumno» educativa, que incluye el euskera, la innovación y el refuerzo del profesorado para convertir a los docentes en «líderes». El tercer apartado es la equidad y la cohesión social, con acciones centradas en inclusión, convivencia, coeducación y bienestar emocional. Y el cuarto se refiere a la mejora continua y la sostenibilidad, a través de la digitalización, la internacionalización –donde hay «proyectos cada vez más potentes»–, la cultura de la evaluación y la monitarización.