Becas: un derecho que no siempre llega a los alumnos más desfavorecidos
La crisis económica azotó con extrema virulencia a toda la estructura del país. La Educación no se vio exenta y, por tanto, las becas y ayudas que el Estado dispensa para facilitar la coyuntura económica de las familias se vieron mermadas excesivamente, reportando que muchas de ellas transcurriesen por un camino complejo en el que el cinturón apretaba demasiado; en muchos casos, esta medida no logró alcanzar unos mínimos que posibilitaran acceder a los estudios pretendidos.
El pasado mes de noviembre se celebró en el Ateneo de Madrid la jornada Reformas en becas y ayudas al estudio: propuesta para la equidad y contra el abandono escolar. El objetivo del evento era presentar el informe Becas para que nadie se quede atrás, y sobre él analizar las diferentes propuestas existentes para crear un mejor plan de becas y proponer ayudas eficaces contra el abandono escolar; particular que carcome al sistema educativo español.
Las becas están para fortalecer la equidad educativa
"No se debe olvidar, por tanto, que el tema que se aborda, el de becas y ayudas, debe propulsar a los alumnos a poder proseguir en su formación, es decir, el capital existente bajo el techo de cada familia no debería plantear problema alguno para cumplir este fin; pululando, en el umbral de preocupación del alumno, únicamente las diferentes dificultades que los propios contenidos y exámenes ofrecen.
“Las becas están para fortalecer la equidad educativa”, expone Ana Sastre, directora de políticas de infancia y sensibilización, instantes antes de presentar a los ponentes allí citados.
Y, es que, según Save the Children, uno de cada cuatro estudiantes que conforman el 20% de la población más pobre no son destinatarios de ayuda o beca alguna, aun cumpliendo los requisitos económicos.
La organización sin ánimo de lucro considera que puede deberse a la complejidad que reviste la hora de encarar la solicitud y la carencia de información suficiente, pilar clave este último punto si los conocimientos al respecto son ínfimos, como suele suceder en la mayoría de los casos, pues la gente de a pie debería disponer de la máxima transparencia en estas lides y no verse obligada a transcurrir por los diferentes problemas que la burocracia ofrece.
María Gil, profesora de la Universidad Autónoma y experta en gasto educativo, es clara al respecto: “Otros países, como Italia, por ejemplo, tienen facilitadores para ver si tienen o no derecho a beca, y no estar pendiente de si me la conceden o no”.
Que los gobiernos ayuden es algo básico, vital para una sociedad, y más si se trata de algo tan crucial como la Educación.
Por otro lado, Álvaro Ferrer, técnico de Save the Children y autor del informe, aclaró diferentes elementos que suelen confundirse, eliminando de raíz la situación en que los límites de varios términos no son claros, lindan y, por tanto, se difuminan, hecho que perfila una idea confusa y poco veraz.
Según Save the Children, uno de cada cuatro estudiantes que conforman el 20% de la población más necesitada no son los destinatarios de ayuda o beca alguna, aun cumpliendo los requisitos económicos establecidos.
Por ejemplo, en el imaginario colectivo de la mayoría de las personas se dibuja el significado de beca como “el pago exclusivo de la matrícula”, pero recalca que no solo se supedita a esto, sino que existen también, entre otras, las “ayudas en comedor o libros”.
Asimismo, tanto el término beca como el de ayuda difieren en su significado, aunque la mayoría de las veces suelen ir ambas al interior del mismo saco. El informe es meridiano al respecto. Las becas atienden al “aprovechamiento académico del solicitante y se ofrecen en los niveles postobligatorios”. Las ayudas, por otro lado, “atienden a las circunstancias exclusivamente socioeconómicas y se ofrecen en las etapas de Educación Infantil y Educación Obligatoria”, es decir, en las primeras etapas, vitales sin excepción.
Otro tema que requiere cierta aclaración es con respecto de la financiación en la Educación, que se efectúa de forma dual. Esto es que, por un lado, se encuentra la financiación vía oferta, cuyas modalidades son la gratuidad y la subvención parcial o total de servicios; y la financiación vía demanda, cuyas modalidades están conformadas por las becas y ayudas, subvención de libros de texto, desgravaciones fiscales, cheques y prestaciones familiares.
En cuanto a los costes se refiere existen “varios tipos” como Álvaro Ferrer explica: “Los costes directos se aplican para el pago de matrículas, libros y recursos específicos. Los indirectos, por su parte, financian el comedor, transporte o residencia”
El informe de la OCDE afirma que España es de los países que menos transfieren y, cuando lo hacen, es para favorecer a familias más ricas de las que suelen ser el público objetivo de estas becas. Por otro lado, el propio sistema de becas es heterogéneo, es decir, el Estado sigue una serie de pautas, por ejemplo, y las comunidades autónomas otras, que son las encargadas de conceder las ayudas para las enseñanzas de la Educación Obligatoria y becas para Bachillerato.
A su vez aparece un tercer actor, las corporaciones locales. Estas dos últimas, tanto las comunidades autónomas como las corporaciones locales, ofrecen diferentes becas y complementan en algunos elementos al propio Estado. Es decir, no existe una homogenización, algo que resultaría más sencillo: un capital cerrado y centralizado que alimente el sistema de becas de todo el país, no que cada actor cuente con un capital diferente, ya que puede ofrecer problemas de desigualdad.
“Considero al respecto que debe haber una mayor coordinación y equilibrio entre las comunidades autónomas y el Estado”, argumenta Álvaro Ferrer, técnico de Save the Children y autor del informe.
En el gráfico 1 se observa la caída del gasto total en becas por parte del Estado durante la crisis económica, como se ha comentado al inicio de este reportaje. La cobertura, por tanto, se difuminó visiblemente en las ayudas en Bachillerato y Formación Profesional, pero aumentaron las becas de universidad.
“El Bachillerato, después de tan mala coyuntura económica, recuperó sus niveles anteriores a la crisis, la FP desgraciadamente, no”, expone Álvaro Ferrer.
En el presente, la situación dista a la anteriormente expuesta. Hoy, España se posiciona en plena cresta de la ola en cuanto a becas y ayudas se refiere, puesto que el 80% corre por cuenta del Estado. En cuanto a estos datos ofrecidos y que se muestran en el gráfico 2, Álvaro Ferrer argumenta: “Aún así Europa gasta un 8%, y España un 4%, es decir, la mitad. Nuestro país, por tanto, invierte menos que muchos países europeos, como Italia, Finlandia o Malta”.
Asimismo, criticó que se “endurezcan cada vez más los requisitos” exponiendo una comparativa de las diferencias entre dos comunidades autónomas.
Por ejemplo, el Umbral 1 de las becas del Estado tienen una serie de medidas propias para las ayudas en el comedor. En Murcia son de 6.390 euros y en Galicia de 24.000. Esto supone una diferencia abismal y, ante ella, Álvaro Ferrer expone: “El sistema de becas es muy complejo y algo tan importante debería ser sometido a debate público”.
Para finalizar su disertación propuso una serie de mejoras, desde su observatorio y creencia, para implantar en el sistema de becas como “priorizar a todos aquellos que se encuentren en riego de abandono escolar” o “realizar “sistemas más accesibles” que otorguen más “transparencia y agilidad”.
María Gil, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y experta en gasto educativo, lamentó, a colación de lo expuesto, que se continuase en el “mismo punto o peor que hace 10 años” ya que la crisis “ha afectado a las personas más susceptibles para recibir una beca y no la han recibido”.
En la mesa redonda que se presentó bajo el nombre Prioridades para una reforma integral del sistema de becas y ayudas al estudio participaron Diego Fernández, director general de planificación y gestión educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional; Carles López, presidente de Canae; y Neus Vila, presidenta del grupo de trabajo de becas de Crue y vicerrectora de la Universidad de Lleida. Como no podía ser de otra manera volcaron diferentes ideas para optimizar el sistema de becas.
“La tasa de abandono de España es la segunda peor de Europa, por tanto, consideramos que el sistema de becas necesita una reforma”, expone Diego Fernández Alberdi.
Asimismo, Carles López recogió el testigo y apoyó esa reforma planteada por Diego Fernández: “Tenemos el mayor problema educativo, es decir, el abandono precario de la Educación. El sistema de becas debe combatir eso. De hecho, hemos creado el observatorio de equidad aprobado por el Consejo Escolar. Por tanto, se le da en bandeja al ministerio efectuar esta reforma”
La tasa de abandono de España es la segunda peor de Europa, por tanto, consideramos que el sistema de becas necesita una reforma
"El Gobierno estudiará el modelo de becas implantado en España tras escuchar diferentes planteamientos por parte de algunas organizaciones.
Por tanto, se elaborará un grupo de trabajo cuyo objetivo será estudiar las diferentes peticiones y preparar una propuesta que sirva de base para un posible nuevo modelo.