Andreas Schleicher: “El desafío es hacer la Educación atractiva intelectualmente a los profesores”
Este físico alemán es el responsable del tan deseado y temido Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, conocido como Informe PISA, que toma el pulso de la Educación mundial en matemáticas, ciencia y lectura; y que ahora prepara cómo evaluar capacidades socioemocionales del alumnado. Shleicher acaba de presentar el libro Primera clase. Cómo construir una escuela de calidad para el siglo XXI (Editorial Santillana), donde, apoyado en datos estadísticos, habla de la igualdad de sexos en la elección de carreras, el perfil del futuro docente y derrumba mitos educativos.
¿Cuáles son las claves para construir esa nueva escuela de calidad?
El desarrollo de las capacidades cognitivas, sociales y emocionales requeridas en el siglo XXI necesitan un enfoque muy diferente del aprendizaje y la enseñanza, y una envergadura diferente de los profesores. Cuando la enseñanza trata de impartir conocimientos prefabricados, los países pueden permitirse tener una baja calidad docente. Y cuando la calidad de los docentes es baja, los gobiernos tienden a decirles a sus maestros qué hacer y exactamente cómo quieren que se haga, utilizando una organización industrial de trabajo para obtener los resultados que desean. Hoy, el desafío es hacer de la enseñanza una profesión de trabajadores con conocimientos avanzados que trabajen con un alto nivel de autonomía profesional y dentro de una cultura de colaboración.
¿Cómo atraer a esos profesionales?
—Para atraer a las personas que se necesitan, los sistemas escolares modernos deben transformar el tipo de organización del trabajo de sus escuelas hacia un sistema donde las normas de control profesionales reemplacen las formas burocráticas y administrativas de control. El pasado se centraba en la sabiduría recibida; el futuro es sobre la sabiduría generada por el usuario.
Cuando la enseñanza trata de impartir conocimientos prefabricados, los países pueden permitirse tener una baja calidad docente
¿Y el alumnado?
El pasado dividió el contenido por materias y los estudiantes se separaron por las expectativas de sus perspectivas profesionales futuras; con escuelas diseñadas para mantener a los estudiantes dentro y el resto del mundo fuera. El futuro debe integrarse, con un énfasis en la interrelación de las asignaturas y la integración de los estudiantes. También debe estar conectado, de modo que el aprendizaje esté estrechamente relacionado con el mundo real y los problemas contemporáneos, y abierto a los ricos recursos de la comunidad.
Ya se han incorporado cambios en metodologías, enfoques…
En el pasado, a diferentes estudiantes se les enseñaba de manera similar. Ahora los sistemas escolares deben abarcar la diversidad con enfoques diferenciados para el aprendizaje. Las metas del pasado eran la estandarización y el cumplimiento del mismo plan de estudios estándar, todos evaluados al mismo tiempo. El futuro consiste en desarrollar la instrucción a partir de las pasiones y capacidades de los estudiantes, ayudándolos a personalizar su aprendizaje y evaluaciones de manera que fomenten la participación y el talento. Se trata de animar a los estudiantes a ser ingeniosos.
¿Cuál cree que es el papel de los gobiernos en las mejoras de los sistemas educativos?
El desafío es que tal transformación del sistema no puede ser ordenada por el gobierno. El gobierno tiene un papel clave como plataforma y agente, como estimulador y habilitador.
El futuro debe integrarse, con énfasis en la interrelación de las asignaturas
¿Por dónde empezar?
La Educación debe identificar mejor a los agentes clave del cambio, defenderlos y encontrar enfoques más efectivos para ampliar y diseminar las innovaciones. También se trata de encontrar mejores maneras de reconocer, recompensar y hacer lo posible para facilitar a los innovadores que afronten riesgos y fomentar la nuevas ideas. El pasado era público frente a privado; el futuro es público con privado.
Resulta complicado realizar algunos cambios cuando los profesores no se sienten valorados.
Esto varía mucho entre países. En Finlandia o Singapur, 9 de cada 10 docentes se consideran valorados por la sociedad. En Francia son 5 de 100. Exigimos mucho de nuestros profesores, no solo en España sino en todas partes. Esperamos que tengan una comprensión profunda y amplia de lo que enseñan y de a quién enseñan… Esperamos mucho más de nuestros maestros de lo que aparece en la descripción de su trabajo.
¿Entonces…?
A pesar de todo eso, la mayoría de las personas recuerdan al menos a uno de sus maestros que se interesó realmente por su vida y sus aspiraciones, que les ayudó a entender quiénes son y descubrir sus pasiones. El desafío es hacer que la enseñanza no solo sea atractiva económicamente, sino también intelectualmente. Esto es difícil porque depende de cómo se organiza el trabajo de los docentes, las oportunidades que tienen para el crecimiento profesional y cómo se considera su trabajo en la profesión y en la sociedad en general.
Ahora los sistemas escolares deben abarcar la diversidad con enfoques diferenciados para el aprendizaje
El Informe PISA va a incorporar las habilidades socioemocionales de los alumnos ¿Cómo lo hará?
La evaluación de 2015 ya incluía una valoración de habilidades para la resolución colaborativa de problemas, pero en el futuro trabajaremos intensivamente para incorporar habilidades socioemocionales más complejas, aunque es un desafío difícil. En todo el mundo, el rol de las habilidades socioemocionales crece debido a la demanda también creciente de competencias para manejar el cambio, que incluyen habilidades como la perseverancia, la empatía o la perspectiva, el mindfulness, la ética o el liderazgo. En realidad, desarrollar esos rasgos de carácter fue lo que caracterizaba a muchas de las escuelas de élite que he visitado.
Y en las escuelas que no son de élite ¿qué sucede?
Para la mayoría de los alumnos, el desarrollo de su carácter o personalidad en la escuela es una cuestión de azar, pues depende de si es o no una prioridad para sus maestros, ya que hay muy pocos sistemas educativos que han hecho de ello un objetivo para incluir como una parte integral en los aprendizajes de sus estudiantes.
En su libro lo llama el “valor de los valores”.
A medida que los estudiantes avanzan en la Educación, se espera que también avancen en distinguir el bien del mal, a través de la comprensión de la integridad moral, etc.
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[…] teniendo esto en cuenta, ¿qué se puede hacer para mejorar esta situación? Andreas Schleicher plantea que para empezar se “debe identificar mejor a los agentes clave del cambio, defenderlos y […]