Integrar el TDAH en el aula pasa por un cambio metodológico

El sistema educativo español tiene una deuda pendiente con los menores que sufren trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). A pesar de los avances que se han producido en los últimos 20 años, gracias sobre todo a la labor de la Asociación Nacional de Niños con Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención (Anshda), hay circunstancias que necesitan ser atendidas para que estos niños y jóvenes puedan seguir avanzando en su formación y en su inclusión social. Por ello nos hemos acercado a conversar con May Cavero, secretaria de Administración de la asociación y madre de un menor con esta patología, y Salomé Taboada, una de las psicólogas que trabaja en Anshda.

¿Qué logros se han alcanzado en la formación de este colectivo en España en las dos décadas que nos preceden? May Cavero lo expresa con meridiana claridad: “Se ha conseguido que en la Lomce sean reconocidos como niños de necesidades educativas específicas de apoyo. Se ha logrado que en diferentes regiones se aplique un protocolo de actuación y, en otras, como en la Comunidad de Madrid, medidas educativas para la estancia en clase y el formato de los exámenes”.

Sin embargo, todavía hay grandes lagunas en nuestro paradigma formativo que han de ser superadas. Están en juego el presente y el futuro de estas personas, y también la alegría y tranquilidad de sus familias, miles, que día a día se esfuerzan por lograr que sus vástagos tengan una formación competente, y haya una inclusión real en la sociedad española.

¿Cuáles son los vacíos educativos y sociales a los que se enfrentan los jóvenes TDAH en colegios e IES? Las palabras de la experta Taboada son contundentes al respecto: “Falta todavía mucha formación y comprensión por parte del profesorado en materia de TDAH y que se apliquen las medidas existentes en todas los casos. Hacen falta más ayudas y medidas en el aula, y profesores especializados y de apoyo. También es necesario cambiar la metodología aplicada ya que en muchos casos no funciona ni con chicos sin TDAH, cuanto menos los que son TDAH. El sistema educativo español está obsoleto”.

Cada año, cuando llega el mes de mayo, cientos de miles de estudiantes se examinan en España para acceder a la universidad, son las pruebas de la EBAU. Entre ellos hay adolescentes con TDAH que requieren una serie de protocolos para hacer con solvencia esas pruebas. ¿Qué medidas específicas se les aplican durante la EBAU y luego cuando ya son universitarios?

Taboada, que conoce en profundidad esas circunstancias por su amplio bagaje profesional, nos describe los detalles de forma pormenorizada: “En la prueba de EBAU se les da más tiempo para la realización de los exámenes, y luego en las universidades también se les da opción de adaptación de los exámenes, aunque dependerá de lo que tenga establecido cada universidad al respecto”.

Al escuchar a una de nuestras protagonistas, se nos viene a la cabeza las asimetrías de nuestro sistema educativo, lo que también ocurre en la sanidad o en los servicios sociales, fruto del incompleto desarrollo del Estado de las autonomías. Aunque todos esos menores sean españoles, en función de dónde esté ubicada la universidad en la que cursen sus estudios, tendrán unos protocolos u otros. No hay una mirada universal sobre las circunstancias comunes, en buena medida por la actuación cortoplacista y miope de los políticos.

Ante esta y otras realidades que viven a diario las familias con miembros con TDAH, desde hace 20 años Anshda lleva implementando una serie de medidas formativas y de inclusión social. Este 2019 se cumplen dos décadas de su fundación, y por ello están realizando un programa especial de actos para celebrarlo. Pero antes de entrar en esas actividades, centrémonos en qué medidas implementan desde la Federación Nacional de Asociaciones de Ayuda al TDAH (Feeadah) para mejorar el aprendizaje y la inclusión social de los TDAH.

Con vigor y conocimiento de causa, Taboada nos relata las medidas que están en marcha: “Desde la Feeadah se trabaja para que en todas las asociaciones de España se trate el TDAH de la misma manera, y se hagan protocolos de actuación en todas las comunidades autónomas”.

También “para que las becas que propone el Ministerio sean para todos iguales en todas las comunidades y más para estos jóvenes con TDAH, que tienen necesidades educativas específicas. Se está trabajando para superar el punto negro de los medicamentos, y que se implante en los medicamentos para el TDAH, al ser un trastorno crónico. Se trabaja además con la Federación Europea (ADHD Europe), para que el TDAH sea conocido, reconocido y tratado tanto en Educación como a nivel social de la misma forma en toda Europa”.

Como vemos, la realidad cotidiana de las personas TDAH es muy similar, por no decir idéntica, desde Madrid a Berlín, desde Lisboa a Estocolmo. Una UE en exceso preocupada en la última década por sanar y cuadrar las cuentas públicas de los países miembros; en cambio tiene una deuda pendiente con las políticas de inclusión de TDAH y de otros colectivos con necesidades especiales.