El juego permite ampliar el tiempo de atención en clase

“El juego nos permite motivar, mantener la atención y la concentración durante un espacio de tiempo mucho más amplio que en otras circunstancias, y nos facilita la puesta en práctica de las capacidades en un ambiente seguro, donde sabemos que el error no será juzgado y donde, de una manera u otra, nos sentimos con el valor de implicarnos ofreciendo lo mejor de nosotros mismos, porque sencillamente, estamos jugando”, expone Marinva, grupo de expertos que apuesta por el juego en el interior de las aulas y lo propulsa como metodología educativa, en la sección de gamificación de su web.

La Universidad Carlos III de Madrid, por su parte, define la gamificación como el “uso de las mecánicas del juego en entornos ajenos al juego”.
Asimismo, afirma que las mecánicas con más aceptación son las de Colección, que muestra “la importancia que tienen para el alumnado los logros y recompensas”; Ranking, basada en la “clasificación entre los alumnos de una misma clase” o la Progresión, consistente en “complementar el 100% de las actividades propuestas”.

También muestra que la fidelización –generar un vínculo entre el alumno y el contenido–, la motivación y la optimización –recompensar al alumno en aquellas tareas en las que no se tiene previsto hacerlo–, son los objetivos de esta metodología.

La utilización del juego, pues, en el corazón de las aulas como herramienta para transmitir conocimientos, y estos a su vez ser absorbidos por el alumnado, está cada vez más instaurada en nuestra actual sociedad. El paso del tiempo obliga a modificar formas, metodologías, procesos o mecanismos de llevar a cabo una actividad, indistintamente de cual sea esta; la Educación, por supuesto, no se encuentra exenta al cambio.

La matemática y profesora Malena Martín ha creado Aprendiendo Matemáticas, una herramienta cuya piedra angular es el juego y enseña de forma lúdica el valor ulterior de esta materia, muchas veces defenestrada por una cantidad ingente de alumnos, quizá por encontrarla tediosa a la par que compleja. “Se trata de un modelo de aprendizaje que conecta con las necesidades y los talentos de cada niño y favorece el desarrollo del pensamiento lógico de una forma creativa”, afirma Martín.

Rocío Martín López, experta en enseñanza de la comunicación en entornos digitales, ha publicado Generación T, exploradores de la voz digital, un libro gamificado que permitirá a los alumnos implementar, mejorar o propulsar sus herramientas comunicativas. Contiene 21 juegos que ayudarán a alcanzar el objetivo propuesto: hablar en público eficazmente, crear contenidos y, a la hora de utilizar las redes sociales, sea la creatividad la que impere. Todo ello a través de pruebas y retos divertidos.

Clase de juegos y juegos de clase es un ciclo de talleres teóricos y prácticos dirigidos a formadores que persigue el objetivo de fomentar el aprendizaje a través del juego. Estos talleres tendrán como máximos exponentes a Ruth Cerdán, psicóloga y experta en neuroeducación y dificultades de aprendizaje; Manuel Sánchez, maestro y escritor; o Diego Villanueva, profesor de Primaria. “Jugando hacemos el aprendizaje mucho más divertido, motivador, significativo y práctico; bases principales de la neurodidáctica”, afirma Villanueva.

Esto certifica el cambio en la forma de educar, tanto desde el observatorio e implementación posterior por parte de los maestros hasta la adquisición y aprendizaje de forma lúdica por parte del alumnado.

Cuando un niño muestre especial interés por algún tema particular, una actividad u objeto en concreto –denominado interés intenso– es una oportunidad para el aprendizaje.

“A no ser que lleguen a ser obsesiones que les produzcan malestar e interfieran de manera negativa en su vida cotidiana, ni es malo ni significa que el pequeño vaya a tener un problema en su salud mental en el presente o en el futuro”, explica María José Acebes, neuropsicóloga y profesora la Universidad Oberta de Cataluña (UOC). 

“Un buen uso de estos gustos tan apasionados también puede mejorar su capacidad lingüística, relacional o de resolución de conflictos”, afirma, Noemí Guillamón, directora del Máster de Psicología Infantil y Juvenil de la misma universidad.

El juego bien estructurado, guiado y proyectado a cumplir objetivos educativos son clave en el desarrollo de los alumnos pertenecientes principalmente a las etapas de Educación Infantil y Primaria. Esta es una tarea de capital importancia, pero no la única beneficiosa del juego. Existen fundaciones que ayudan a los niños a superar situaciones complejas mediante el juego.

La Fundación Juegaterapia vuelca todos sus esfuerzos en la recogida del mayor número de videoconsolas para dispensarlas por los hospitales del país, específicamente, por oncología pediátrica, con el objetivo de que tanto niños y niñas que allí se encuentran jueguen, se desinhiban, se diviertan, se desliguen de aquel infierno que la vida les ofrece y construyan de ello un fuerte apoyo para superar, con la mayor positividad posible, el terrible tratamiento prescrito. De modo que los niños envueltos por esa coyuntura prosigan, gracias al juego, con ganas de aprender, de competir, de superarse, de pensar y, en definitiva, de vivir como les corresponde, como niños. Asimismo, esta fundación ha lanzado El jardín de mi hospi, que trata de adaptar las azoteas de hospitales que estén en desuso en lugares de recreo para que los niños corran, rían y se sociabilicen más allá de sus muros.

Potenciar el juego para aprender, en este caso, a superar un duro revés es su objetivo.

Con la ingente proliferación de la tecnología, la Educación se ha servido de su poder para optimizarse y ser más eficiente como ha ocurrido en otras muchas áreas o disciplinas.

Muchos son los centros escolares que han apostado por la implementación de las tablets, la realidad virtual o aumentada, instrumento esta última para aprender de una forma más clara, visual y lúdica, en sus aulas.

La gamificación, por tanto, está supeditada a estas nuevas tecnologías, pero los recursos que se han utilizado siempre, desde hace años, hasta hace poco tiempo, como los puzles o las piezas de Lego, son igualmente válidos para transferir y, por tanto, enseñar o ilustrar diferentes conocimientos o contenidos.

La psicóloga Rocío Rivero, quien abre en su primera página este cuadernillo, lo afirma: “Hay profesores que enseñan las fracciones a través de las piezas Lego. Es algo con lo que el niño se relaciona y conoce; es manual y visible lo que le hace más sencillo aprender estos contenidos”.

Juan Sánchez, presidente de la Asociación Mundial de Educadores infantiles (AMEI-Waece), ha mostrado a MAGISTERIO su visión sobre la gamificación.

¿Son partidarios de la gamificación en Primaria y Secundaria?
–Es, evidentemente, una forma divertida de educar, nos parece bien. Entendemos que quizás en Secundaria habría que ser más formal, más serio. Pero, evidentemente, en Primaria se está implementando porque son niños, y a los niños lo que les gusta es jugar. Si luego tienen una connotación educativa pues maravilloso.

¿El juego ayuda a adquirir conocimientos?
–Sí, se adquieren más fácil porque el niño participa más activamente desde el punto de vista de concentración e interés.

¿El juego es positivo para la relación con sus compañeros?
–Claro. Se interrelaciona, se relaciona más y entonces, efectivamente, es una manera muy positiva de educar.