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Patricia Ramírez: “Al gritar estás humillando y distanciando al alumno”

La psicóloga cree que el castigo no debería existir y que los gritos solo consiguen crear barreras entre el profesor y los niños.
Ulises Tuero RodríguezMartes, 4 de junio de 2019
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Patricia Ramírez es psicóloga de la salud y el deporte y ‘coaching’.
JORGE ZORRILLA

Como psicóloga tiene muy en cuenta las emociones de los niños. Como madre, aún más. Patricia Ramírez publica un nuevo libro, ‘Educar con serenidad’, en el que aconseja a esos padres que buscan mejorar la Educación de sus hijos desde el respeto. Para esta doctorada en Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico por la Universidad de Granada hay que evitar los gritos y las confrontaciones, tanto en casa como en el aula.

¿Qué valores habría que inculcar a los niños?
—Para mí la función básica de un profesor y de un padre y una madre es educar a personas de bien. Así que por encima de todo tenemos que empezar a educar en la benevolencia, la bondad, la conducta altruista, la cooperación, el compañerismo… y para que esto ocurra tenemos que educar en la honestidad. Hablando de un aula,también en todo lo que tiene que ver con el trabajo, el esfuerzo, la disciplina, el orden, el ser metódicos y muchas cosas más.

¿Cuál dirías que es el más importante?
—En el deporte, por ejemplo, cuando tú trabajas en equipo te das cuenta que para que puedas meter un gol, hace falta que alguien te pase el balón y que haya un portero para que tu gol sirva como una victoria. Es decir, hace falta el trabajo de todos para conseguir un objetivo común. Explicar y entrenar esto para mí son las bases de la sociedad. Por eso hemos sobrevivido y estamos aquí, porque hemos funcionado como una tribu y nos hemos ayudado los unos a los otros. Entonces tenemos que sacar del colegio esta Educación que ha habido tan individualista, tan poco cooperadora. No porque para llegar a una empresa haga falta el trabajo en equipo, sino porque es la manera de que la sociedad termine sobreviviendo.

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[Gritando] estás enseñando a esa persona que para que alguien te obedezca tienes que faltarle al respeto y humillarle

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¿Cómo motivar a los alumnos sin usar la imposición?
—El respeto tiene que establecerse de manera bidireccional, de los alumnos al profesor y del profesor a los alumnos, pero nunca puede conseguirse a través de la imposición. Los alumnos respetan mucho más a aquellos a los que les detectan esa empatía, que tienen ese interés por conectar, que se interesan personalmente por cada uno y por las diferencias, que hacen por gestionar emocionalmente el error, que animan por sus alumnos a seguir, que son tolerantes con la salida de tono de alguno… ese profesor es mucho más respetado y querido que cualquiera de los otros.

¿Qué opinas sobre el castigo?
—Para mí el castigo no debería de existir. El castigo lo único que hace es humillar a la persona. Hay que enseñar que cada cosa que hacemos tiene una consecuencia y que por supuesto que tiene que haber unas normas comunes en clase, pero el castigo te enseña bien poco, te dice que algo está mal y que acabas de perder una serie de privilegios. No te da soluciones, ni te hace reflexionar ni permite que tú mismo encuentres una solución.

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El castigo lo único que hace es humillar a la persona y enseña bien poco

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¿Cuáles son las consecuencias de gritar a un alumno en clase?
—En un principio lo estás humillando y lo estás haciendo sentir mal. En ese momento una persona ya no te escucha y creas una barrera que los distancia. Y lo más importante, estás enseñando a esa persona que para que alguien te obedezca tienes que faltarle el respeto y humillarle y gritarle y ese modelo de conducta lo trasladamos luego a la vida adulta.

¿Y de las comparaciones?
—Las consecuencias son que surja competitividad, rivalidad y celos entre los niños. Cada vez que tu comparas a alguien le llevas a pensar quién es mejor y cómo no llega a la altura del otro, lo que hace es machacarle. Entonces hay que hacer sentir importante a cada uno de los alumnos. Para eso los profesores tienen que convertirse en un Pigmalión, que es aquella persona que es capaz de detectar cuáles son los talentos y capacidades de cada uno y trasmitirles lo que son y conseguir que se comporten conforme a esa fortaleza.

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Si actuamos con autoridad no hacemos que esa persona que lo está haciendo mal cambie de conducta

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¿Cómo se puede mejorar la comunicación con los alumnos?
—Lo primero es convertirte en un modelo de conducta de lo que es un buen comunicador. Que es alguien que habla en un tono conversacional; que formula sus peticiones en positivo, tratando a cada niño desde el respeto; que no hace comparaciones, que escucha de forma activa, interesándose por la persona y no solo por el alumnado en general; y que, cuando los chavales falten el respeto o levanten la voz a algún compañero, pare la clase y trabaje, por ejemplo, con la sobrecorrección, pidiendo desde la amabilidad y el respeto que reformule lo dicho con una forma correcta. Se trata de enseñar un modelo sin que la persona se sienta juzgada. Si hay algo que acaba con la comunicación es que los alumnos o los hijos se sientan juzgados.

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Comentarios

  1. Natalia
    2 de abril de 2022 08:33

    Buenos días,

    Según el artículo dice: » Para mí el castigo no debería de existir. El castigo lo único que hace es humillar a la persona. Hay que enseñar que cada cosa que hacemos tiene una consecuencia y que por supuesto que tiene que haber unas normas comunes en clase, pero el castigo te enseña bien poco, te dice que algo está mal y que acabas de perder una serie de privilegios. No te da soluciones, ni te hace reflexionar ni permite que tú mismo encuentres una solución.»
    Me gustaría saber entonces ¿cómo hace que ese niño o adolescente aprenda sin castigo? Cuando un niño o un joven falta el respeto de manera grave entonces qué? no se le debe poner ningún castigo?

  2. Marco Antonio Rodríguez
    10 de octubre de 2022 14:11

    Qué fácil es opinar fuera de la experiencia directa, ¿verdad?

    Hoy ha sido una alumna la que me ha gritado a mí. ¿Sabe qué impresión daría yo si no corto de raíz esa actitud? El resto de la clase se me subiría a la chepa en menos que canta un gallo.

    ¿Y qué he hecho yo? Demostrarle que a) argumento infinitamente mejor que ella, y b) que, además, grito bastante más que ella, pero no me hace falta mantener el Do Sostenido durante mucho rato.

  3. Marco Antonio Rodríguez
    10 de octubre de 2022 14:14

    Gracias a ustedes, los iluminados de la Pedagogía Blanca, los que no tienen ni idea de qué es dar clase a 30 adolescentes a la vez, la educación se está yendo al cuerno. Cada vez respetan menos, cada vez trabajan menos, cada vez tienen menos valores, cada vez estudian menos y cada vez tienen menos interés en superarse y en perseguir un mínimo de excelencia académica.

    Eso sí: cada vez se creen MÁS impunes. Dígame usted, desde su experiencia… ¿Habría usted alcanzado su título como Psicóloga con paños calientes por parte de sus profesores?