Alternativas educativas al castigo físico
Los casos de violencia contra la infancia o adolescencia en España se ha multiplicado por cuatro como media.
En España, gracias a las demandas insistentes de Fundación ANAR, junto con otras organizaciones de infancia, se trata de una práctica que la ley impide desde el año 2007, considerándose una agresión hacia los menores de edad.
“Debemos tomar conciencia de que, por el hecho de ser menores de edad, no son sujetos de menos derechos. Si en el ámbito laboral no aceptamos correcciones violentas ¿por qué en el caso de los menores de edad sí se normaliza?”, reflexiona Benjamín Ballesteros, director de programas de Fundación ANAR.
Fundación ANAR recuerda que sus informes vienen recogiendo un crecimiento sostenido de los casos de violencia contra los menores de edad “y la violencia que más crece es la intrafamiliar”, recuerda Ballesteros. Así, según el estudio longitudinal Evolución de la violencia a la a infancia en España según las víctimas, los casos de violencia contra la infancia o adolescencia en España se ha multiplicado por cuatro como media y ha aumentado la frecuencia (62,2% diaria), duración (58,6% más de un año) y gravedad (el 98,5% presentan gravedad alta o media). En el 60% de los casos es la propia familia la que agrede a los menores de edad. Un 67,8% si se suma el porcentaje de las nuevas parejas.
Alternativas educativas
“No podemos utilizar la violencia para educar. La educación tiene que ser racional, a través de premios y castigos o retirada de privilegios y de reflexiones. Y siempre proporcionado al hecho que se intenta corregir”, explica Ballesteros.
En el 60% de los casos es la propia familia la que agrede a los menores de edad
Para ayudar a los padres y madres en esta tarea, la Fundación ANAR ha elaborado un ‘Decálogo’ en el que explica por qué recurrir a este tipo de castigo en la educación de los hijos puede traer consecuencias negativas en su evolución y aportar alternativas saludables y positivas.
Entre otras pautas, recomienda dedicar tiempo a estar con los hijos, que los padres acuerden entre ellos las normas y consecuencias que van a establecer, o actuar de manera reflexiva y coherente.
También se aconseja que, si se tienen dificultades para establecer una buena comunicación y convivencia, se debe buscar ayuda profesional.
ANAR recuerda que los padres y madres o cualquier adulto del entorno de un menor de edad puede hacerlo a través de sus Líneas de Ayuda: Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolares (600 50 51 52) o Email ANAR y CHAT ANAR, entrando en su página web (www.anar.org). En cualquiera de ellas, un equipo de psicólogos apoyados por trabajadores sociales y abogados, resolverán las dudas, de forma confidencial y anónima, los 365 días del año, las 24 horas del día.
Prohibición legal del castigo
En cuanto a la prohibición por ley del castigo físico, la Fundación ANAR destaca que, a pesar del logro que supuso esta reforma legal en España, aún no es suficiente y, entre otras medidas, son necesarios juzgados especializados tal como se prevé en el anteproyecto de ley contra la violencia a la infancia, cuya aprobación debe ser prioritaria esta legislatura.
Perdón, pero en todo el artículo no he visto una sola alternativa al castigo físico. No es que lo vea bien, solamente me llama la atención que el titular de la noticia no concuerda con el contenido.
En este párrago vienen algunas alternativas: Entre otras pautas, recomienda dedicar tiempo a estar con los hijos, que los padres acuerden entre ellos las normas y consecuencias que van a establecer, o actuar de manera reflexiva y coherente. También se aconseja que, si se tienen dificultades para establecer una buena comunicación y convivencia, se debe buscar ayuda profesional.