La FP dual como mayor salida profesional
Jörg Markowitsch, ‘senior expert’ en FP dual, fue el encargado de pronunciar la ponencia magistral titulada ‘Factores críticos de éxito para el aprendizaje’, durante el V Foro Alianza para la FP Dual.
En la UE existen alrededor de 30 programas de FP en 24 países. Si hay tantos países con FP en Europa, ¿por qué siempre aludimos a la FP de Alemania, Suiza o Austria? En una ponencia durante el V Foro Alianza para la FP Dual, Jörg Markowitsch, senior expert en FP dual y asesor del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), dio su respuesta: “En estos países, la FP es la mayor salida profesional para los jóvenes”.
Markowitsch se centró en algunos aspectos del Marco Europeo de Calidad como la compensación económica de los aprendices. “En muchos lugares no se exige, pero para mí es un componente esencial, ya que es la ventaja que más motiva a los alumnos: aprenden en la escuela, trabajan al mismo tiempo y se les remunera por ello”.
Sobre este asunto, el experto habló de tres categorías distintas en Europa: programas de remuneración alta con más de 9.000 euros anuales, como ocurre en Austria, Alemania, Dinamarca, Inglaterra o Irlanda. Luego encontramos un rango de remuneración medio, entre 3.000 y 9.000 euros, como Francia, Bélgica, Chipre, Grecia y Malta; y, por último, un rango de remuneración bajo, de menos de 3.000 euros anuales, como sucede en Croacia, Hungría, Polonia o Rumanía.
También dividió los programas en dos categorías principales: los que están basados en la escuela, en los que las personas que hacen FP no se ven tanto como aprendices, sino más bien como alumnos, y el tiempo que pasan en empresas es inferior al 25%: Bélgica, Croacia, Chipre, Francia, Finlandia, España y Portugal. Y luego están los programas basados en el lugar de trabajo, en los que se pasa el 50% del tiempo o más en la empresa, y son aprendices que tienen un contrato laboral: Austria, Suiza, Dinamarca, Islandia, Irlanda, Holanda, Inglaterra o Escocia.
Según Markowitsch, “hay que prestar apoyo financiero y no financiero a las empresas, sobre todo a las pymes, para que los programas de aprendizaje sean razonables y económicos para las empresas”. Asimismo, abogó por “eliminar las barreras a las que se enfrentan las pymes, como falta de tiempo, recursos o infraestructuras para cubrir todo el plan de estudios y todas las competencias previstas en un plan de formación”.
Como ejemplo puso el caso de Austria, donde “hay alianzas de FP impulsadas por la Cámara federal económica, que implican la cooperación entre al menos dos empresas para proporcionar un plan de estudios completo”. “Si una empresa es demasiado pequeña puede cooperar con otra para compensar las competencias que puedan faltarle a la primera”, explicó Markowitsch.